El éxito de Xarxa Llibres: 2,3 millones de alumnos valencianos han contado con libros de texto gratuitos en los últimos seis cursos
La Conselleria de Educación impulsaba en 2015, al poco de llegar el Botànic al poder (PSPV-Compromís), uno de los programas estrella del departamento que dirige el valencianista Vicent Marzà, 'Xarxa Llibres'. La iniciativa se diseñó en verano de ese año y arrancó el curso 2015-2016 con la puesta en marcha de ayudas de hasta 200 euros por hijo para la adquisición de libros de texto. Ya de cara al curso 2016-2017 la consolidación de 'Xarxa Llibres' con la creación del banco de libros gratuitos en los centros educativos, tanto públicos como concertados, en los que las familias no debían comprar los libros sino acceder al banco gratuito del que disponía su centro.
Como destacan desde la Conselleria, para poder ponerlo en marcha fue necesaria “mucha organización y la dotación de recursos económicos”. El primer curso, el presupuesto fue de 100 millones aportados por la Generalitat Valenciana, los ayuntamientos y las diputaciones provinciales; mientras que a partir del segundo curso, gracias a la creación de los bancos de libros en colegios e institutos, la Conselleria de Educación ha sido la encargada de destinar cada año todos los recursos económicos necesarios para la reposición de los libros de texto, material que era necesario sustituir por desgaste o por las modificaciones por los currículos de las materias. Sumando la cantidad prevista para el próximo curso, la inversión total desde que se puso en marcha Xarxa Llibres supera los 240 millones de euros.
Las cantidades varían de un curso a otro dependiendo del material que se deba reemplazar. Tras la puesta en marcha del banco de libros en el curso 2015-16, la renovación se produjo en 2019-2020, por lo que fue en esos dos años cuando la inversión fue considerablemente mayor: “Si no toca renovación, la partida destinada baja a las tasas de reposición de libros deteriorados marcados para cada curso”. Para el próximo curso, la tasa de reposición se ha fijado en el 10% para los bancos de libros de Primaria y del 15% en Secundaria. En el primer ciclo de Primaria (primero y segundo), donde los niños de 6 y 7 años trabajan en libros no reutilizables de fichas donde escriben y dibujan, se remite a las familias un cheque-libro de 160 euros para la adquisición del material. De cara a los cursos 2022-2023 y 2023-2024 está previsto que el presupuesto vuelva a subir por la implantación de la Lomloe, que renovará los currículos.
A pesar de que la participación de las familias en el programa es voluntaria, ha habido una implicación generalizada: en el actual curso nueve de cada diez alumnos de Primaria, Secundaria y Educación Especial han participado y desde que se implementó han sido más de 2,3 millones de alumnos los que se han beneficiado de esta iniciativa. Cada centro dispone de una persona (docente) que se encarga de coordinar el programa en su colegio o instituto.
Xarxa Llibres en cifras
En el curso 2015-2016 un total de 320.622 alumnos de Primaria, Secundaria y Educación Especial participaron en Xarxa Llibres; en 2016-2017 fueron 324.817; el curso 2017-2018 participaron 382.650; en 2018-2019 un total de 410.984; el pasado curso 430.471; y el actual hasta 444.987. En total, se han beneficiado de este programa 2.314.531 estudiantes.
El conseller Vicent Marzà destaca que el balance, “con las cifras en la mano, no puede ser más positivo por la cohesión social que supone grantizar que ningún niño o niña se quede sin libros por no poder comprarlos, por la apuesta que hacemos por la sostenibilidad al reutilizar el material y por el mensaje que se ha consolidado en toda la comunidad educativa, especialmente entre el alumnado, de que si queremos recibir material en buen estado debemos cuidarlo y devolverlos en las mejores condiciones posibles”.
Contraste con la gestión del PP
En el curso 2014-2015, último gestionado por el Consell del PP de Alberto Fabra, de los diez millones de euros presupuestados para becas de libros, finalmente se destinaron 1,7 millones a la compra de libros, y sólo para los alumnos de Educación Especial y de los colegios catalogados como Centros de Atención Educativa Singular (CAES) porque se escolarizó a más de un 35% de alumnado proveniente de familias que viven en contextos socio-economómicos desfavorables.
Hasta el curso 2011-2012, los Gobiernos del Partido Popular daban una ayuda universal a todas las familas, el 'bonolibro' de un máximo de 105 euros por alumno que no cubría el coste de todos los libros. El curso 2011-2012, el presupuesto fue de 42,4 millones de euros, pero la inversión final rondó los 20,4 millones. El curso 2012-2013, la ayuda dejó de ser universal y se vinculó a la renta de las familias, pero la cuantía máxima no varía mucho ya que, como máximo era de 125 euros por alumnos, que tampoco cubría el 100% de los libres.
El PP también intentó sacar adelante una iniciativa que quedó como testimonial: 'Llibrey'. Consistía en un intercambio de libros entre familias que no funcionó: en el curso 2014-2015 se intercambiaron 146 libros entre familias valencianas.
Revertir las políticas educativas del Partido Popular
El conseller de Educación, Vicent Marzà, destaca que con la puesta en marcha de Xarxa Llibres se pretendía “favorecer marcos educativos muy necesarios después de muchos años en los que la educación pública valenciana había sufrido muchísimos recortes que era necesario revertir”. De igual modo, explica que era necesario iniciar caminos de colaboración entre instituciones, algo que se consiguió con este programa y con otros como 'Edificant'.
En 2015, apunta, se inició un proceso de reconstrucción “en muchos aspectos”: “radiografiar la nefasta situación en la que estaban las infraestructuras educativas; recuperar unidades educativas públicas; reducir ratios de alumnos; recuperar plantillas de profesores y mejorar sus condiciones laborales; implementar metodologías de aprendizaje innovadoras; garantizar una mejor atención personalizada al alumnado; potenciar una educación inclusiva y coeducativa...”. En definitiva, insiste Marzà, trabajar para que la educación “avanzara como herramienta generadora de igualdad de oportunidades y que no reprodujera desigualdades sociales”.
En este punto, Xarxa Llibres es un programa “completamente consolidado” que ha supuesto desde hace seis cursos “que ninguna familia deba pasar por muchos malos tragos porque por las circunstancias económicas no pudiera hacer frente al pago de los libros de texto en un sistema educativo que debe ser universal y accesible para todos”.
Con Xarxa Llibres, comenta Marzà que se inició una política de colaboración entre instituciones (como sucedió en la primera edición del programa) “absolutamente necesaria que ha demostrado que fortalece nuestra manera de trabajar colaborativa, siempre pensando en las personas, independientemente del signo político que gobierne donde creamos necesario colaborar”. “La primera edición supuso un reto muy importante: conseguir en tiempo récord que cualquier familia, independientemente de su situación socio-económica, pudiera tener acceso a libros de texto gratuitos, algo que no había pasado nunca antes”, recuerda el conseller.
Esta iniciativa calcula Educación que le ha supuesto un ahorro para las familias de alrededor de 300 euros por alumno por cada curso , al tiempo que “fomenta un aspecto pedagógico fundamental en el alumnado, la concienciación de compartir material con los compañeros. Saben que los libros son de todos y que hay que cuidarlos para que los utilicen sus compañeros que el año siguiente subirán de curso”, concluye Marzà.
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