Un preso del franquismo regresa a la 'cárcel' de San Miguel de los Reyes 52 años después
Joan Busquets, uno de los miles de presos encarcelados en San Miguel de los Reyes por la dictadura franquista, ha vuelto a entrar este martes, 52 años después, a la que fuera su cárcel durante casi quince años. “Estaba preparado, estoy por encima de todo esto porque he estado y estoy en combate siempre, reivindicando el pasado, a los compañeros que han muerto, que han sido asesinados, y todo el sufrimiento. Reivindico esto y lo seguiré reivindicando”, ha manifestado.
Busquets, que estuvo encerrado de 1950 a 1964 en la que hoy es la sede de la Biblioteca Valenciana, ha pisado de nuevo el suelo de las galerías donde dormía hacinado “como sardinas” junto a otros reclusos y ha asegurado estar preparado no para venir “40.000 veces más” si fuera necesario. De hecho, ya lo intentó meses después de cumplir su condena, que finalizó en el penal de Burgos en 1969, pero no le dejaron entrar y únicamente pudo hacer fotografías en el exterior para escribir un libro.
Él es uno de los presos que será recordado esta tarde en un homenaje con el que el Gobierno valenciano quiere “recuperar la memoria histórica y democrática”, ha señalado la directora general de Cultura, Carmen Amoraga, que ha acompañado a Busquets durante su recorrido por el monasterio.
Busquets contará su historia en un acto al que asistirán familiares de antiguos reclusos, se descubrirá un monolito en su memoria y tres pantallas gigantes proyectarán imágenes de los presos, creaciones hechas por ellos (poesías, cómics..) y los nombres de aquellos que estuvieron encerrados entre sus paredes.
Durante aquellos años, ha recordado, estuvo “bastante mal, se pasaba mucha hambre y la gente moría”. “Estábamos amontonados, dormíamos en el suelo”. De hecho, el recinto, con capacidad para 200 personas, llegó a albergar 6.000. Para él, “la cárcel es una tela en blanco, un día se parecía al otro” pero aún así “con los compañeros había afinidad, había la solidaridad dentro de la penuria”. Había buenos momentos de solidaridad, no todo era desagradable“, ha resaltado.
Pasó así cerca de quince años y después fue trasladado al penal de Burgos donde pasó cuatro años más: “en total me pasé más de 20 años que era la condena perpetua eran veinte años justos y pasé seis días más”. De hecho llegó a demandar al Gobierno por esos seis días, que, según ha relatado no tendría que haber cumplido y que correspondían a los años bisiestos.
A lo largo de su estancia, llegó a intentar fugarse, en el 54, pero “salió mal”. Junto a otros dos compañeros llegó a descolgarse por la fachada exterior de la entrada con cuerdas hechas con telas de los talleres que se hacían en la cárcel. En el salto se rompió la pierna y fue arrestado por la Guardia Civil antes de poder escapar.
Políticamente, España “es una mierda”
Al finalizar su condena, se trasladó a Barcelona a vivir, año y medio, hasta que falleció su madre. Después marchó a Francia “porque la Brigada Político-Social de Barcelona me hacía la vida imposible” y “después de pasarme 20 tener que oír insultos... decidí marcharme”. Allí conoció a su mujer, tuvo un hijo: “rehice mi vida y allí continuo”, ha comentado.
Preguntado por si se plantea volver, ha señalado que en Francia se encuentra bien, mientras que España “políticamente es una mierda”, ha criticado. Si cambiara la situación política “tal vez” volvería, pero “mientras tanto no, para soportar todo esto no. Franco dejó todo atado y bien atado y puso al Rey, la continuación del régimen”, ha sentenciado.
Aula de la Memória Histórica
A partir del acto de homenaje de esta tarde, ha avanzado Carmen Amoraga, la Conselleria de Cultura, a través de la dirección general, va a colaborar con el Aula de Memoria Histórica y Democrática de la Universitat de Valencia para que se investigue académicamente, primero la cárcel de San Miguel de los Reyes y después el resto de penales de la Comunitat Valenciana.