Ortiz, ahora “aliado” de Alicante
El empresario Enrique Ortiz quiere ser el “aliado” del Ayuntamiento de Alicante en la nueva etapa que comenzó en junio con la conformación de un gobierno de izquierdas y lo ha transmitido este lunes a toda la Corporación en un encuentro solicitado por él mismo y en el que se ha abordado “todo”, aunque sin llegar a nada en concreto.
Y por todo se entiende “de todo” lo relacionado con las adjudicaciones que mantiene Ortiz con el ayuntamiento alicantino. Se ha hablado de Ikea, de limpieza de colegios y dependencias municipales, de Ikea, del Hércules y, otra vez, de Ikea. Aunque, según el equipo de Gobierno, Ortiz no ha asistido en calidad de representante de nadie más que de él como adjudicatario municipal. De hecho, ha acudido solo al encuentro.
Solo y con el escudo que supone ser el principal contratista municipal y que de él dependen, y así lo ha puesto sobre el tablero de juego, 2.500 puestos de trabajo en la ciudad.
En la partida, el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Angel Pavón, le ha recordado que se trabaja en la municipalización de muchas de las contratas y Ortiz ha asegurado que prefiere eso a que pasen a manos de la competencia.
En otro envite, Ortiz, imputado junto a la exalcaldesa Sonia Castedo por presuntos amaños del plan parcial de Rabassa donde se ubicaría Ikea y del PGOU, ha indicado que para la multinacional sueca solo es aceptable la ubicación junto al cuartel millitar y frente a la Universidad de Alicante. De hecho, ha asegurado que les propuso instalarse en la Vía Parque y que se negaron.
Pero no todas las cartas pueden ser ganadoras y Enrique Ortiz ha reconocido que el proyecto del Ministerio de Fomento obligaría a construir un nudo de carreteras, para evacuar el centro comercial, con un coste de 200 millones de euros. Una cantidad que hace “inviable” el proyecto, incluso para Ortiz.
Y en esa bifurcación es donde el empresario ha sacado sus restos y se ha mostrado dispuesto a ser el “aliado” del Ayuntamiento, para que éste se sume al proyecto de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) y lo respalde ante el Consell. Ha plegado velas, ha reconocido “errores” del pasado y ha dicho que aceptaría retirarse de determinados proyectos si con ello beneficia a la ciudad. Ha apostado por “mirar hacia adelante”.
La voz cantante por parte del Consistorio la ha llevado Pavón que le ha echado en cara que puede retirarse porque “ya ha hecho negocio” con la venta de terrenos “a Solvia. Negocios ruinosos para las cajas de ahorros y que tienen mucho que ver con el hundimiento de las cajas valencianas”.
Macho Hércules
De una reunión, que el propio Ortiz ha calificado de “cordial”, Pavón ha salido “bastante preocupado” por la “inaceptable” propuesta ofrecida por el empresario para que metan a “gente de confianza” en la dirección del Hércules como “presidente u otros cargos”.
“He sido muy inflexible, esto se ha acabado señor Ortiz. usted no puede ofrecer al ayuntamiento cargos en el Hércules porque serán las bases del club a las que tendrá que consultar”, ha dicho Pavón.
“El señor Ortiz se tendrá que ajustar a las nuevas formas que este equipo de Gobierno está llevando adelante de máxima transparencia y nada que ocultar, frente a las reuniones opacas y en despachos que han tenido lugar en el pasado en relación a asuntos bajo investigación judicial”, ha matizado.