El excónsul de Francia en València sobre las facturas de su empresa a Les Arts que sextuplicaban el precio: “Hacíamos el control de calidad”
El empresario Pablo Broseta y excónsul de Francia -tuvo que abandonar el puesto por su imputación- ha asegurado ante el juez del caso Palau de Les Arts que su empresa no actuó como “intermediaria” en los servicios de imprenta porque realizó trabajos de coordinación y “hacían el control de calidad”. Broseta se enfrenta a siete años de cárcel por prevaricación, malversación y falsedad porque presuntamente utilizó su empresa para hinchar el coste -hasta seis veces, en algunos casos- de la producción de todo el material de promoción y programa de la ópera de València.
Su sociedad Radcliffe contrató a la imprenta que ya trabajaba con el Palau antes, para ofrecer esos servicios de impresión de documentos. En ese sentido ha explicado que ganó dos lotes de los seis que salieron a concurso y en esos trabajos estaban los de proporción de folletos. A preguntas del fiscal, Broseta ha explicado que fue Les Arts “el que le impuso la imprenta con la que trabajar y las condiciones de trabajo”. De esta manera ha justificado que se interpusiera su sociedad entre la empresa y la ópera, algo que encareció los servicios.
“Nosotros pasábamos el control de calidad. El material venía de la imprenta y dábamos el visto bueno. Después, controlábamos que todo estuviera bien, coordinábamos y teníamos la responsabilidad de los pagos del IVA”, ha defendido. Radcliffe, que ingresó 800.000 euros por sus trabajos en Les Arts entre 20017 y 2011, “no era un intermediario, nuestro papel era evidente”, ha defendido en el juicio. “Jamás el señor Xavier Colinas -autor del informe Diógenes que destapó la trama y denunciante- dijo si éramos caros o no. De hecho, hay cientos de correos felicitándonos por el trabajo. Además, tardé año y medio o dos años en cobrar. Algunas facturas por vergüenza torera se fueron abonando, pero no el grueso”, ha especificado.
Sobre la contratación con la imprenta que ya trabajaba antes con Les Arts, Broseta ha explicado que se le plantearon unos condicionantes que le llamaron “mucho la atención”. “El señor Justo Romero -responsable de Dramaturgia en el Palau- nos dijo que quería que trabajáramos con una imprenta que conocía de mucho tiempo. Manifesté que subcontratábamos los trabajos de imprenta y que a priori no ponía impedimentos si los precios no nos impedían hacer una oferta competitiva”, ha dicho. Y ha añadido: “Nos opusimos a que ellos hicieran la maquetación, porque nosotros estábamos capacitados para hacer esa labor. Romero dijo que eso lo había hecho Belén Payá y yo me mostré disconforme”.
Broseta ha relatado por qué hizo unos folletos del Palau para la Fórmula 1 y ha justificado su elevado coste porque se los pidieron con “48 horas de antelación” y en pleno mes de agosto. “Moreno me llamó y me dijo que el trofeo de la F1 era el Palau y que había que hacer en plazos inasumibles tarjetas para repartir en la F1. Era un pedido muy específico, no era un trabajo sencillo y era agosto, cuando todas las imprentas están cerradas. Fue imposible localizar a nadie del equipo y contraté un diseñador freelance y me fui a buscar una imprenta. El siguiente paso fue coger las páginas amarillas de Valencia y en la 'i' de imprenta empezar a llamar. Encontré una imprenta en un pueblecito y el hombre me dijo que se iba a Dénia. Estaba apagando la luz del negocio. Le dije que hiciera ese trabajo, que era urgente, que si lo hacía le premiaría por ese esfuerzo y lo compensaría”, ha manifestado.
Tras esta historia ha afirmado que hizo “una factura de máximos para no pillarse los dedos”. “Nunca tuve la información de que al señor Colinas las postales le parecieran caras. Si me lo hubiera dicho, hubiera ido a explicárselo. El presupuesto de agosto era un presupuesto de máximos. Un presupuesto evidentemente erróneo y equivocado. El segundo presupuesto tenía un margen del 15 %. Algo habitual”, ha expresado. En otras facturas al Palau, le ha inquirido el fiscal, “el margen era mucho más elevado”. “Entiendo que cuando se prepara un presupuesto se tienen en cuenta muchos factores”, ha contestado Broseta.
Tras el interrogatorio que da por finalizada la vista oral, el fiscal ha dicho que modificará su escrito de acusación. Este viernes lo presentará, aunque todo apunta a que podría rebajar las penas tras las declaraciones de los acusados. El fiscal Ricardo Olivares no es el que presentó la denuncia inicial ni realizó el proceso de instrucción. Fue Vicente Torres, que dejó la causa para irse al Tribunal Superior de Justicia, el que inició el proceso y pidió a los acusados entre siete y ocho años de cárcel.
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