Catalá aplaza la reunión con los vecinos del sur de València afectados por la supresión del corredor verde y estos preparan movilizaciones
La decisión de la alcaldesa de València del PP, María José Catalá, de renunciar al corredor verde previsto en los terrenos que quedarán desafectados con el soterramiento de las vías del ferrocarril al sur de la ciudad en favor de la creación de una avenida ajardinada con viales para el tráfico ha generado un enorme malestar entre el vecindario.
La estretegia Green Leaf aprobada en el pasado mandato incluye el mencionado corredor y se impuso como ganadora del concurso de ideas convocado con 81 puntos, lejos de los 68 de la segunda clasificada y de los 36 de la tercera.
Pese a todo, junto a la renaturalización de Pérez Galdós y de la plaza del Ayuntamiento, este se ha convertido en el tercer gran proyecto impulsado por el anterio euipo de izquierdas presidido por Joan Ribó que ha descartado la alcaldesa de València, María José Catalá, del PP, quien siempre ha hecho gala de tomar decisiones en función de criterios técnicos y de la voluntad de los vecinos y vecinas de los barrios. Algo que tampoco en este caso se cumple.
Los representantes de las asociaciones vecinales de los barrios afectados (principalmente Malilla, Sant Vicent Màrtir, Bulevar Sud-Creu Coberta, La Torre, La Roqueta, Patraix, Arrancapins-Petxina, Cuidem la Raïosa, Favara, Sant Isidre y Sant Marcel.lí) que se enteraron por los medios de comunicación de la recuperación del proyecto del año 2011 de la paisajista encargada de diseñar el Parque Central, Kathryn Gustafson, en detrimento de la estrategia Green Life, tenían una reunión prevista para este miércoles con el concejal de Urbanismo, Juan Giner.
Sin embargo, según han explicado, el martes por la tarde les avisaron de forma repentina de que se posponía sin precisar de una forma clara los motivos del aplazamiento que no ha hecho sino aumentar el malestar. Preguntados sobre la posibilidad de realizar movilizaciones, afirmaron que estudiarán cualquier tipo de movilización si en la reunión no se cumplen sus expectativas que no son otras que eliminar cualquier paso de tráfico motorizado por una zona por la que actualmente tampoco existe, ya que están las vías del ferrocarril: “No queremos coches”, sentenciaron.
Unas aspiraciones para las que posiblemente lleguen tarde, puesto que como informó elDiario.es, Giner ya ha solicitado al Servicio de Planeamiento que incluya en el proyecto aspectos como “conexiones entre los barrios del sur de la ciudad (Malilla, San Marcelino, Camí Real y San Isidro) que superen la grieta histórica en la ciudad que suponía la infraestructura ferroviaria, garantizando la accesibilidad y conexión entre todas estas zonas mediante todas las opciones de movilidad disponibles en favor de los vecinos (peatonales, ciclistas y motorizadas)”.
También que se mantenga “el acceso sur a la ciudad a través de la CV-400, eje de comunicación básico de la ciudad con los municipios situados al sur de la misma” y “no penalizar la funcionalidad viaria de ejes actuales de la ciudad como la Calle San Vicente Mártir o la Avenida Gaspar Aguilar, utilizando para ello el Boulevard Federico García Lorca como sustento del tráfico estrictamente necesario para poder conseguir una funcionalidad viaria adecuada y equilibrada tanto en la dirección norte-sur como en la dirección este-oeste para la conexión directa de los municipios del sur de la ciudad como entre los propios barrios de la ciudad –Malilla, Sant Marcelí, la Cruz Cubierta, el Hort de Senabre y la Raiosa”.
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