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Emergencias dejó tirados a los ayuntamientos en una reunión crítica y no les informó del riesgo de riada

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres (i) y la Consejera de Interior de Valencia, Salomé Pradas (d) asisten a la reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) este lunes.

Carlos Navarro Castelló / Sergi Pitarch

València —
5 de noviembre de 2024 22:10 h

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La gestión de la catástrofe de la DANA en las horas previas a la riada por el desbordamiento del barranco del Poyo arroja cada vez más dudas a medida que se van conociendo los detalles de todo lo que sucedió en el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana el martes 29 de octubre. Varios ayuntamientos han confirmado a elDiario.es que no recibieron ningún aviso de Emergencias de la Generalitat sobre la crecida de la rambla, que a las 17:30 horas transportaba el doble de agua que el río Ebro, el más caudaloso de España. Además, esa misma tarde a las 18:30 horas, el director general de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuestas convocó a los municipios agua abajo de la presa de Forata a una reunión que finalmente no se produjo. A las 18:45, la consellera de Justicia, Salomé Pradas, comunicaba al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que el embalse del río Magro estaba a punto de desbordarse. Esa información nunca llegó a los municipios de la Ribera Baixa que podrían haber sufrido una verdadera pantanada.

La gran pregunta es por qué no se dio aviso a la población hasta las 20.12 horas, cuando se envió un mensaje de alerta de Protección Civil a los teléfonos móviles en el que se pedía a los ciudadanos que permanecieran en sus casas y que se alejaran de ríos y barrancos en un momento en el que miles de ciudadanos estaban ya atrapados en aparcamientos, bajos, centros de trabajo o carreteras. Como ha venido informando este diario, una de las claves fue la escasa capacidad de reacción y de toma de decisiones durante toda la gestión de la crisis. El Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) encargado de afrontar casos extremos de emergencias se convocó a las 17.00 horas, cuando la Agencia Estatal de Meteorología elevó el nivel de riesgo por la Dana de naranja a rojo nueve horas y media antes, en concreto a las 7.36 horas.

Además, los servicios de medición de la Confederación Hidrográfica del Júcar proporcionaron los datos del nivel de los cauces de los ríos. En consecuencia, ante la primera crecida del barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12.20 horas, el Centre de Coordinació d’Emergències emitió la alerta hidrológica: “Se recibe de la Confederación aviso de aumento de caudal en la rambla del Poyo, con un registro de 264 metros cúbicos por segundo en el aforo de Riba-Roja del Turia. Se activa la alerta hidrológica en los municipios ribereños”. El “consejo a la población” que figura en este aviso reza: “No acercarse a la ribera de los ríos y barrancos que puedan estar activos”.

Aunque posteriormente el nivel del caudal en el barranco del Poyo bajó desde las 13.20 horas, en ningún momento las Emergencias de la Comunitat Valenciana desactivaron las alertas. Simplemente, se daba información sobre la evolución del caudal.

La CHJ, presente en el Cecopi, trasladó información de que a las 18.43 horas se alcanzaban los 1.686 metros cúbicos por segundo y a las 18.55 horas la fuerza del agua arrastra los sensores y sistemas de medición. Esa rambla llevaba ya 2.282 metros cúbicos por segundo, por lo que experimentó una subida de 2.000 metros cúbicos por segundo, a las seis de la tarde, que es cuatro veces el caudal normal del Ebro.

De toda esta situación, los alcaldes y alcaldesas de las localidades que bordean el barranco no tuvieron prácticamente ninguna información por parte de Emergencias que les permitiera reaccionar de alguna forma para proteger a la población. Mientras los alcaldes de Aldaia, Guillermo Luján, y Sedaví, José Cabanes, aseguran a elDiario.es que no recibieron ningún tipo de aviso de Emergencias durante toda la jornada del 29 de octubre, la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent (PSPV), revela que solo recibió vía mail y SMS la alerta hidrológica de las 12.20 horas con un mensaje muy genérico: “El resto del día no recibimos ningún tipo de comunicación de la situación del barranco, aunque nosotros ya establecimos controles y comunicaciones con Chiva para ver la situación. A las 17.30 horas llevaba un metro de agua y a las 18.30 horas ya se estaba desbordando. En media hora estaba en el Camí Real. Formalmente, nadie del 112 nos dio ningún aviso ni de metros cúbicos ni de cómo estaba la situación. En la pasada legislatura, cuando había una alerta, Emergencias nos convocaba a reuniones telemáticas a las poblaciones afectadas”.

La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, si bien no ha podido confirmar si recibió la primera alerta hidrológica de Emergencias sobre la situación del barranco, sí que ha garantizado que el resto de la jornada no recibió ningún tipo de información.

Situación más llamativa fue la que se dio en Algemesí, localidad afectada en este caso por la crisis del embalse de la Forata y la crecida del río Magro. El Ayuntamiento asegura en sus redes sociales que “en ningún momento ha recibido información, actualización ni seguimiento del caudal del río ni del embalse de Forata, por este motivo no se ha podido informar a la ciudadanía de la evolución de los mismos”. La exalcaldesa, Marta Trenzano (PSPV), que ha querido mostrar su apoyo al actual alcalde José Javier Sanchis (PP) en todo lo relacionado con la gestión de la crisis, se mostró asombrada este martes de la llamada que recibió de Emergencias de la Generalitat el 30 de octubre, un día después del desastre: “Me llamaron por un problema en Copal (cooperativa de Algemesí) fruto de las inundaciones pensando que yo era la alcaldesa, cuando dejé de serlo tras las pasadas elecciones de mayo de 2023”.

En declaraciones a Televisión Española, el primer edil Sanchis comentaba que “no es cuestión de buscar responsables, esto ha sido una calamidad, la lluvia no se puede controlar y que se desbordase el río no se podía haber evitado, pero aquí nadie nos avisó de que se iba a liberar agua del pantano de Forata y que iban a incrementar los caudales, nadie nos avisó”. Aún así, aseguraba que el Ayuntamiento intentó alertar días antes a la población de que venían “lluvias fuertes” y que recibió una llamada el martes 29 a mediodía diciendo que estaban atentos al río, que se iban a reunir y que al acabar la volverían a llamar: “Es esta la hora que estoy esperando esa llamada y fue de la delegación del Gobierno”. Las competencias para dar avisos de este tipo, sin embargo, son de Emergencias de la Generalitat.

Este modo de proceder del Centro de Emergencias de la Generalitat contrasta con el modelo del Gobierno del Botánico: “Ante cualquier situación de emergencia, el exsecretario autonómico, José María Ángel, nos llamaba y convocaba reuniones virtuales para analizar la situación y acordar medidas”, afirman Trenzano y Silvent.

Este diario se ha puesto en contacto con el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat para conocer qué información concreta y por qué medios se trasladó a los municipios afectados, sin haber obtenido respuesta.

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