Las trabas del Puerto de València para medir la calidad del aire: 11 años para conectar sus estaciones a la red del Gobierno valenciano
El Puerto de València, el primero del Mediterráneo y el cuarto de Europa en tráfico de contenedores, cuenta con tan solo dos estaciones de medición de calidad del aire ubicadas entre los muelles de Levante y Poniente.
Los resultados de las mediciones de una de ellas, en concreto la del muelle de Poniente, se pueden consultar desde el pasado mes de octubre en la web de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
Sin embargo, el proceso para poder conectar los resultados de las mediciones a la red de estaciones del departamento que dirige la consellera Mireia Mollà ha durado nada más y nada menos que 11 años pese a las reiteradas solicitudes por parte de la administración.
Según la cronología del proceso facilitada por la propia conselleria, las conversaciones para integrar esta estación de medición en la red pública comenzaron en 2009, después de entrevistas con los técnicos de la Red Valenciana de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica (RVVCCA) y de su visita la estación.
En 2011, el director general para el Cambio Climático remite una carta en la que propone retomar las reuniones para incorporar la estación a la red, pero después de una primera reunión en julio, en noviembre queda aparcado por el cambio en el sistema de adquisición de datos.
En 2016, ya con la llegada del Gobierno del Pacte del Botànic, la conselleria recupera la voluntad de integrar la estación, invitando el 8 de junio a la Autoridad Portuaria de València (APV) a participar en la actualización del Plan de Mejora de la Calidad del Aire.
Un año más tarde, técnicos de la APV participan en algunas de las reuniones del plan. Ante la insistencia finalmente envían un borrador con sus propuestas, pero siguen sin remitir la solicitud de integración necesaria para formalizar la conexión.
En 2019, el 7 de octubre se recibe la solicitud de integración por parte de la Autoridad Portuaria. 21 días más tarde la administración inicia el trámite con la información adicional necesaria. Se dan algunos problemas informáticos que retrasan la conexión hasta que finalmente en verano de 2020 comienzan las pruebas y el 15 de octubre empiezan a ser visibles los datos del Puerto en la plataforma web de calidad del aire de la conselleria.
Esta situación contrasta con el proceso seguido en el caso de los puertos de Castellón y Alicante. En el primer caso, conectó sus cinco estaciones en un año, en concreto, a lo largo del año 2019, y el de Alicante hizo lo propio con sus cuatro dispositivos en tres años, entre 2015 y 2017.
La consellera Mireia Mollà cuestiona la transparencia del Puerto de Valencia, con un solo medidor conectado a la red pública, respecto a las cinco estaciones de medición del Puerto de Castelló o las cuatro del de Alicante.
“Creemos que la APV podría replicar el modelo que ya existe en otros puertos próximos y suscribir compromisos con objetivos cuantificables de reducción de emisiones”, señala Mollà. “La falta de un histórico en las mediciones de calidad del aire es otra de las carencias que impiden establecer una evaluación científica sobre el impacto de las sucesivas ampliaciones del recinto portuario en la ciudad de València”.
El puerto cuenta actualmente con una cabina de control de partículas del aire y con otra de inmisión que además mide los gases (concentración de dióxido de azufre (SO2), Óxidos de Nitrógeno (NO2/NO/NOx), ozono (O3), monóxido de carbono (CO) y partículas PM10 y PM2.5).
La APV tiene previsto añadir otras dos estaciones de inmisión en el entorno del barrio de Natzaret, aunque la ubicación exacta está pendiente de determinar por técnicos de la CEAM. Esta iniciativa forma parte del proyecto Green C Ports, que está coordinado por la Fundación Valenciaport, y que recientemente ha dado un paso más con la licitación del suministro, instalación y configuración de estos equipos de control ambiental con un presupuesto que asciende a 332.700 euros.
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