Cinco consejos para evitar gastos innecesarios en Navidad

Foto: Personal Creations

Cristian Vázquez

Los españoles ya somos los europeos que más gastan en Navidad. Al menos así se desprende del Estudio de Consumo Navideño 2017, elaborado por la consultora Deloitte, el cual coloca por primera vez a España por encima del Reino Unido y al tope de la clasificación. Según estas estimaciones, el gasto medio por hogar será de 633 euros, una cifra superior en un 3,3 % al gasto real de las temporada de Navidad del año pasado.

La mayor parte de ese dinero, 252 euros, se destinará a regalos. Ropa, calzado, libros, perfumes y cosméticos son los bienes más obsequiados entre los adultos, pese a que el regalo más deseado es el dinero. Los videojuegos y los juguetes educativos predominan entre los adolescentes y niños, respectivamente. El resto del dinero de ese gasto promedio se distribuye en: comida (195 euros), viajes (106) y ocio (80).

El caso es que, más allá de esas cifras, es conveniente tomar algunas medidas para evitar gastos innecesarios. Existen muchas organizaciones sociales que enumeran consejos para prevenir los derroches, y también para hacer las compras de manera responsable. A continuación, cinco de los más importantes.

1. Programar y hacer las compras con antelación

Este es uno de los consejos clave. Programar las compras puede resultar tan sencillo como hacer una lista, igual que antes de ir al supermercado, con la diferencia de que, en este caso, será una enumeración de todas las compras posibles para esta temporada: regalos, menús (y sus ingredientes), billetes para viajes, etc. Esto permite evitar las compras excesivas -el modo más fácil de hacer tener gastos innecesarios-, comparar precios, aprovechar ofertas y escalonar los gastos.

Si, en cambio, se deja todo para el último momento, se queda expuesto ante riesgos como las subidas de precios en los últimos días previos a las fiestas, las aglomeraciones de esos mismos días o que el producto buscado no se encuentre en un sitio cercano y haya que ir a buscarlo más lejos (con el consiguiente gasto extra) o encargar un envío más rápido (y por ende más oneroso).

2. Establecer un presupuesto

Un principio básico para mantener una economía ordenada radica en no gastar más dinero que el que se tiene. Sin embargo, aunque suene elemental, no es tan difícil caer en la trampa del consumo y sorprenderse a uno mismo habiendo gastado más de la cuenta. Por ello, conviene analizar de antemano cuánto dinero podremos gastar en las Navidades, y a partir de ese dato decidir cómo distribuirlo.

“Evite la compra por impulso”, recomienda un documento publicado por la Comunidad de Madrid sobre consumo en Navidad. “Párese a reflexionar, haga una previsión de los gastos y una lista previa; cíñase a ella cuando haga sus compras navideñas”.

3. Poner atención al comprar

Leer las etiquetas, revisar los componentes y las fechas de caducidad, asegurarse de que el producto cumple con todo lo que anuncia la publicidad. Hacer caso de estas sugerencias ayuda a impedir que lo barato termine costando caro. También es importante, si se compra a plazos, calcular el precio final: en ocasiones las cuotas individuales parecen un chollo, pero la suma total es una cifra demasiado elevada. Por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) directamente recomienda: “No te creas los descuentos”.

Al comprar por internet, hay que tener cuidado: no solo de hacerlo en sitios seguros, sino de llevar la cuenta precisa del dinero invertido, ya que sentado frente al ordenador o manipulando el móvil es mucho más fácil distraerse y gastar de más. En este mismo sentido, para quienes prefieren pagar en efectivo, el truco de no llevar demasiado dinero encima puede ser útil para evitar caer en tentaciones de las que luego se podrían arrepentir. Y, en todos los casos, es fundamental conservar la factura de compra, necesarios en caso de necesitar cambiarlo, hacer uso de la garantía o interponer una reclamación.

4. Decidir bien qué regalos hacer

Se pueden buscar alternativas para evitar -sobre todo en las familias más numerosas- situaciones en que los regalos son demasiados, exigen muchos gastos y mucho tiempo para comprarlos y además, a menudo, acaban por valorarse poco. El juego del “amigo invisible” es un recurso clásico para que todos hagan y reciban un obsequio y evitar esos inconvenientes.

Por otro lado, cuando el niño recibe muchos juguetes de regalo en las fiestas, muchas familias optan por dosificarlos: quedan guardados durante algún tiempo y el pequeño accede a ellos más tarde, en distintos momentos, incluso a lo largo de varios meses. De esa forma, puede disfrutar con plenitud de cada uno de ellos, sin menospreciarlos a causa de la gran cantidad de novedades.

En relación con los juguetes, el Instituto Vasco de Consumo apunta dos claves: tener en consideración la edad del menor y evitar el sexismo. También es importante comprobar las advertencias de seguridad y las instrucciones de uso.

5. Comprar con responsabilidad

“¿De verdad necesito esto?”. Plantearse esa pregunta antes de hacer una compra -como proponen organizaciones como Ecologistas en Acción y Greenpeace- puede evitar gastos innecesarios, provocados por las “tentaciones” que generan la belleza de algunos productos o lo bajo de sus precios. Si, más allá de ser bonitos o baratos, no hacen falta (como adornos nuevos, cuando se pueden reutilizar los del año pasado, o más comida de la que la familia puede consumir), lo más idóneo será no comprarlo.

Comprar de manera responsable, por su parte, implica también otros cuestionamientos, como conocer la procedencia de los productos. Muchos precios muy bajos son posibles debido a condiciones de trabajo indignas, explotación infantil, falta de respeto por el medio ambiente, etc. Comprar productos de comercio justo, así como optar por tiendas pequeñas en vez de las grandes superficies, es una forma de evitar dar apoyo a un sistema con tantos abusos.

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