Cómo ahorrar dinero al recargar la batería de un coche eléctrico
Los vehículos eléctricos fueron noticia el mes pasado al revelarse que hubo un récord de ventas en 2022, superando las expectativas y a pesar de la inflación desatada por la guerra de Ucrania.
Los coches eléctricos ya son un 12% de los coches nuevos en Europa y, sumados a los híbridos (22,6%) y los híbridos enchufables (9,45% ), superan ampliamente las ventas de nuevos diésel o de gasolina.
Todo esto ocurre en medio de un aumento sin precedentes de la factura de la luz, que afecta a los precios de la recarga, una de las mayores ventajas que ofrecen los vehículos eléctricos.
Aunque el precio de compra sigue siendo superior al de los coches de gasolina, el consumo por kilómetro de un coche eléctrico es entre dos y seis veces más bajo que el equivalente de gasolina, dependiendo del precio del kilovatio hora.
Pero hay un problema: en el último año, el aumento vertiginoso de la factura de la luz ha disparado los precios de la recarga y ya hay analistas que temen que esta subida podría echar por tierra un futuro más ecológico y propulsado por baterías.
En septiembre de 2022, los hogares de la UE tuvieron que pagar de media un 72% más por cada kWh de electricidad que el año anterior. En España el tope al precio del gas peleado por el gobierno ante la oposición de Alemania y los Países Bajos consiguió bajar la factura, pero los precios están volviendo a subir.
En este escenario, algunos de quienes compraron un coche eléctrico aprovechando la subvención (hasta 9.000 euros en el precio de compra y un 75% en la instalación del punto de recarga) pueden estar lamentando su decisión, ya que los ahorros por kilómetro no son los esperados.
Sin embargo, hay estrategias para ahorrar en la recarga del coche eléctrico, utilizando las tarifas reducidas de electricidad, los puntos públicos de recarga y economizando en la carga de la batería y en el propio consumo del vehículo. Estas son las más habituales:
Recargar la batería del coche eléctrico en casa
El auge de los vehículos eléctricos ha hecho que las compañías eléctricas comiencen a incluir tarifas específicas para su recarga dentro de su oferta. La característica común es que ofrecen un precio muy económico durante la noche en el llamado horario valle, entre las 0:00 y las 8:00, que es el tiempo en que la mayoría de los coches se recargan para el día siguiente.
Sí la compañía no dispone de una tarifa específica, es probable que ofrezca una con discriminación horaria en tres periodos. La diferencia es importante y puede variar, por ejemplo en el caso de Iberdrola, entre 0,3 €/kWh en horario punta frente a 0,38 €/kWh en horario valle.
Recargar la batería del coche eléctrico fuera de casa
Los supermercados se han contagiado de la moda de los vehículos eléctricos y cada vez instalan más estaciones de carga en sus aparcamientos, en su mayor parte de forma gratuita, como un incentivo para los consumidores que acuden a sus establecimientos.
El gigante francés Carrefour se ha comprometido a instalar 5.000 puntos de recarga en el exterior de sus tiendas para 2025, mientras que Aldi sigue introduciendo instalaciones de recarga de vehículos eléctricos en toda Alemania.
Según el ingeniero de vehículos ecológicos de Hyundai Javier del Val, “en España el 70% de la gente aparca en la calle, y lamentablemente no hay una buena infraestructura para recargar”.
En España, Lidl, Mercadona, Ahorramás y Carrefour han instalado cargadores en sus centros en los últimos años. La recarga es gratuita, aunque puede estar condicionada (límite de tiempo, límite de potencia o un mínimo de compra en el establecimiento).
Aprovechar el tiempo que empleamos en la compra puede suponer un ahorro considerable frente a acudir a un punto de recarga en una electrolinera y seleccionar el modo rápido, que es el más caro (y el que más acorta la vida de la batería).
No hay que cargar la batería todos los días
La escasez de puntos de carga públicos en España ha tenido como consecuencia que la mayoría de los compradores de coches eléctricos sean personas que disponen de plaza de garaje o una vivienda unifamiliar.
Una vez instalado el punto de recarga, la operativa es sencilla y económica, aprovechando las tarifas eléctricas nocturnas y la carga lenta, la más beneficiosa para alargar la vida de la batería. Pero entonces también surge la tentación de cargar el coche todos los días y tener la batería siempre al 100%, lo que puede suponer un gasto superfluo.
Según las estadísticas, aunque los coches eléctricos tienen ya autonomías que superan los 400 km, la mayoría de ellos no recorren más de 30 km al día. Durante el proceso de carga, la primera y la última parte de la batería son las que más tardan en cargarse.
Por este motivo, si se ajusta el cargador para que deje de cargar al llegar al 80%, y procuramos no agotar la batería por debajo del 20%, el cargador tendrá que trabajar menos tiempo, y ahorraremos dinero, además de alargar la vida útil de la batería.
Otro caso es el momento en el que se afronta un viaje largo con un coche eléctrico, ya que su autonomía está limitada frente a los de gasolina. Para Javier del Val, “la recarga es uno de los principales miedos a la hora de enfrentarnos a un viaje con un vehículo eléctrico, pero la realidad es que es cuestión de previsión y organización”.
Ahorrar batería mientras conduces
Las baterías de los coches eléctricos se agotan más rápidamente por muchos motivos, la mayoría de los cuales son evitables. Por ejemplo, los neumáticos desinflados pueden hacer consumir hasta un 6% más de energía, agotando antes la batería.
La calefacción también es uno de los sistemas del coche que más consume, así como el aire acondicionado, que puede reducir la autonomía en un 17%. Aunque parezca mentira, el equipo de música también contribuye a agotar antes la batería.
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