Proyectores de cine para casa: qué tener en cuenta para elegir uno
Si eres de las personas que disfruta de las películas o las series en casa, hay varias formas de hacer que tu experiencia se aproxime a la de una sala de cine. Por un lado, los televisores de pantalla plana de gran formato y, por otro, los proyectores. Cada una de estas opciones tiene ventajas e inconvenientes.
Los televisores LED pueden llegar a ser bastante grandes, pero tienen un límite, tanto en el tamaño máximo como en el precio que puedes pagar, ya que cada vez que aumentamos las pulgadas se añaden unos cientos de euros a la factura. La ventaja es que la calidad de imagen es superior, y se pueden instalar en espacios reducidos.
Por el contrario, con un proyector es posible conseguir un tamaño de pantalla mucho más grande, por lo general a menor precio, pero sacrificando en la mayoría de los casos la calidad de la imagen: resolución, brillo y contraste. Además, a no ser que se trate de un proyector de tiro corto (algo que hace que aumente el precio), los proyectores necesitan una cierta distancia a la superficie de proyección para disponer de un tamaño de imagen más grande.
Los proyectores, especialmente los de pequeño tamaño, también nos dan la posibilidad de viajar con ellos cuando estamos de vacaciones y quedemos disfrutar de una película. Si nos hemos decidido por un proyector, navegar entre las distintas opciones y precios del mercado puede ser un verdadero laberinto. Lo primero que hay que decidir es la tecnología que lo hace funcionar.
DLP, LED, LCoS y láser, las distintas tecnologías de proyectores
Antes de lanzarnos a la compra de un proyector es esencial comprender las diferentes tecnologías de imagen disponibles, cómo funcionan y qué características aportan a la calidad de la imagen y al precio. Existen principalmente cuatro tecnologías: DLP, LCD, LCoS y láser. Cada una tiene sus propias ventajas y desventajas que influyen en la calidad de la imagen y en el coste del proyector.
- DLP (Digital Light Processing): los proyectores DLP utilizan un chip DMD (Digital Micromirror Device) que contiene millones de pequeños espejos, cada uno representa un píxel en la imagen proyectada. La luz de la lámpara del proyector incide en estos espejos y se refleja hacia la pantalla. Los DLP suelen ser los más brillantes y funcionan mejor en una habitación con mucha luz ambiental. También son más rápidos y mejores para juegos y películas de acción, y unos de los que ofrecen mejores resoluciones. Además, tienen un paso de luz sellado para proteger la óptica de la temida 'mancha de polvo' que sufren otras tecnologías cuando se deposita polvo en su interior.
- LCD (Liquid Crystal Display): los proyectores LCD modernos producen buenos niveles de contraste y negro (lo que prefieren los aficionados al cine) y su precio se sitúa en la gama media, con algunos proyectores incluso por debajo del precio de los DLP. También se evita el efecto arco iris (ruptura del color) que es común en muchos proyectores DLP. Sin embargo, la resolución nativa de los proyectores LCD no siempre es tan buena.
- LCoS (Liquid Crystal on Silicon): los proyectores LCoS combinan aspectos de DLP y LCD. Utilizan cristal líquido, pero en lugar de hacer pasar la luz a través de los paneles, como en el LCDF, se refleja la imagen en una superficie de espejo. Ofrecen mejor calidad de imagen que las tecnologías anteriores, una excelente resolución, contraste elevado y colores muy naturales. También son los más caros.
- Láser: en lugar de usar una lámpara como fuente de luz, los proyectores láser utilizan diodos láser para generar luz que luego ilumina un chip DLP, LCD o LCoS, que a su vez crea la imagen proyectada. La luz láser puede ser manipulada con precisión para producir un amplio espectro de colores, (generalmente rojo, verde y azul) para producir una gama de colores más amplia. Al contrario que los proyectores anteriores, ofrecen un alto nivel de brillo y una mayor uniformidad en la luminosidad a través de toda la imagen. Esto es particularmente útil en espacios con luz ambiental. También suelen tener un tiro corto o ultracorto (algunos pueden colocarse en la misma pared donde se proyecta la imagen) y no necesitan mantenimiento de la lámpara como los otros. Aunque no son tan caros como los LCoS, su precio es elevado.
Qué tener en cuenta para elegir un proyector
- Luminosidad: la luminosidad es uno de los factores más importantes a la hora de comprar un proyector. Es la que determina si podremos ver bien la imagen cuando hay luz ambiental, bien porque es de día o porque hemos encendido una lámpara, o por el contrario nos veremos obligados a oscurecer la estancia. La luminosidad de los proyectores y otros dispositivos de visualización se mide comúnmente en lúmenes, pero esta medida no siempre es la misma. Algunos fabricantes dan los lúmenes ANSI (American National Standards Institute), una medida estandarizada que garantiza que esta se pueda comparar entre un dispositivo y otro. Por el contrario, otros fabricantes utilizan sus propios métodos para medir la luminosidad de sus proyectores y dan sus propios valores que por lo general son muy superiores a los lúmenes ANSI, pero no son comparables. Un proyector para casa debería tener al menos 1500 lúmenes ANSI, pero cuantos más sean, mejor.
- Ruido: otro de los factores que pueden alterar la experiencia de ver películas es el ruido del proyector, que lo causa el ventilador que refrigera la lámpara. El ruido se mide en decibelios (dB). Menos de 25 dB se considera extremadamente silencioso, aunque la mayoría de los modelos tienen niveles de ruido moderados, entre 30 y 35 dB. Por encima de estos valores, notaremos el ruido del ventilador mientras vemos la proyección.
- Contraste: el ratio de contraste afecta la profundidad y la riqueza de las imágenes proyectadas, y se mide como la diferencia de luminosidad entre el negro puro y el blanco puro en la imagen. Un ratio de contraste más alto significa negros más profundos y blancos más brillantes. Un buen punto de partida es buscar un proyector con un ratio de contraste de al menos 10,000:1, aunque ten en cuenta que, en el caso de los proyectores, el color negro más oscuro posible siempre será el de la pantalla contra la que proyectas la imagen, que suele ser blanca. Por eso influye tanto la luz ambiental y la luminosidad, ya que si el blanco es muy brillante, percibiremos esas partes de la imagen como negras.
- Resolución: la densidad de píxeles de la imagen también es crucial para tener una buena calidad. Busca proyectores que ofrezcan una resolución mínima nativa de 1920x1080p (resolución HD). Esto quiere decir que el chip que produce la imagen tiene esos puntos. Por el contrario, cuando el chip tiene menor resolución (por ejemplo, 800x600), podrás ver contenidos en HD e incluso 4K, pero habrá una pérdida de calidad porque, en realidad, la imagen seguirá teniendo 800x600 puntos. Aunque hay proyectores 4K disponibles, estos suelen ser bastante más caros, a pesar de que ya es el estándar en los televisores.
- Conectividad: los proyectores, igual que los televisores modernos, vienen con una variedad de opciones de conexión, como HDMI, USB y, a veces, Wi-Fi o Bluetooth. Esto es crucial para conectar fácilmente dispositivos como consolas de videojuegos, reproductores de Blu-ray o sistemas de streaming, como AppleTV, ChromeCast o FireTV. También pueden incluir su propio sistema operativo (como Android TV), lo que te permitirá instalar aplicaciones de las plataformas de streaming que utilices.
- Tamaño de la imagen y distancia de proyección: el tamaño de la imagen que un proyector puede crear es siempre un compromiso con la calidad de la imagen. A mayor distancia de la pared, tanto mayor será la imagen, pero menos luminosidad se percibe.
- Sonido: aunque la mayoría de los proyectores vienen con altavoces incorporados, estos suelen ser de calidad básica. Para una verdadera experiencia de cine en casa, considera invertir en un buen sistema de sonido conectado al proyector.
Elegir el proyector adecuado para el cine en casa depende de multitud de factores. Estas son las recomendaciones dependiendo del uso que le vayas a dar:
- Películas: proyectores con una resolución mínima Full HD (1920x1080), buen contraste y toda la luminosidad que entre en tu presupuesto, sobre todo si quieres proyectar con luz ambiental.
- Juegos: en este caso una latencia baja es crucial para evitar retrasos entre la entrada del jugador y la respuesta en pantalla. Aquí los proyectores DLP y láser ofrecen el mejor rendimiento.
- Uso en exteriores: si es durante el día, para compensar la luz ambiental al aire libre, se requiere un proyector muy luminoso.
- Distancia de proyección: si no tienes espacio suficiente, la inversión en un proyector de tiro corto o láser puede tener sentido.
- Uso portátil o de viaje: los proyectores pico o mini son pequeños, ligeros y a menudo tienen batería integrada, lo que los hace ideales para viajes, aunque no ofrecen la misma luminosidad ni resolución que modelos más grandes.
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