Este año, el World Padel Tour 2015 tiene lugar en Mérida. Parece una buena noticia salvo que el alcalde de la ciudad monumental, fundada por Roma en el año 25 a. C., ha escogido como sede el famoso anfiteatro de Mérida, una de las joyas arquitectónicas de la capital extremeña. El anfiteatro fue excavado a principios del siglo XX, y ya en 1912 fue declarado Bien de Interés Cultural. En 1993, la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad, como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
Para acoger las instalaciones que requiere el torneo, el edificio necesitará pistas, gradas, instalaciones de acceso, zonas de recepción y espera, una gran estructura de varias toneladas de peso que aplastarán la estructura original del anfiteatro. La decisión ha sido tomada por el Ayuntamiento de la localidad y su alcalde, Pedro Acedo, no ve inconveniente alguno en que el anfiteatro se vea sometido a esta transformación.
Paco de Lucía no, campeonato de pádel sí
Los amantes de la cultura clásica han puesto el grito en el cielo cuando se han enterado, más cuando, desde el Ayuntamiento, se ha declarado que la estructura de las gradas sería fija y quedaría superpuesta de forma indefinida sobre la milenaria estructura romana. La indignación fue tan sonora que el mismo alcalde se apresuró a desmentir la noticia, asegurando que las gradas colocadas para el torneo de pádel serían retiradas tras la celebración del mismo.
Montar y desmontar estas pistas de pádel costará treinta mil euros, coste que asumirá la organización del evento. El Consorcio de la Ciudad Monumental, que rechazó otros eventos que se querían celebrar en este espacio, como un concierto de Paco de Lucía, ha dado su visto bueno a la celebración del torneo de pádel, apoyo al que se ha agarrado Pedro Acedo para sostener su afirmación de que el anfiteatro estará protegido y cuidado durante los preparativos previos y la celebración del evento. Las críticas señalan la buena relación que parece tener El Consorcio con los organizadores del Padel World Tour y señalan que los intereses económicos parecen estar siempre por encima de los culturales.
Desde el Ayuntamiento defienden también que la celebración de un evento deportivo de la talla del Padel World Tour pondrá en el punto de mira de todo el mundo a la ciudad de Mérida, dotándola de esta manera, de cierto prestigio internacional. Por no hablar de los ingresos y creación de empleos temporales que este evento supondría.
Campaña para acabar con las obras
Entre las voces que se muestran en contra de esta decisión destacan la de los concejales de Izquierda Unida de Mérida. El grupo criticó duramente el proyecto, ya que consideran que todo este “ajetreo” va a causar daños irreversibles al popular anfiteatro. El edificio está protegido por ley y no se entiende cómo el Ayuntamiento ha permitido que un evento de este tipo se celebre sobre su infraestructura.
A la protesta se han sumado los amantes de la cultura clásica, varias iniciativas ciudadanas y el Portal Clásico. Todos consideran que se trata de un atentado contra el patrimonio romano y que no sólo será el montaje de la pista de pádel lo que dañará al edificio, si no todo el tránsito de personas y vehículos. Estos grupos han lanzado una campaña de firmas desde la plataforma change.org para que todos los ciudadanos comprometidos con la defensa del patrimonio exijan con sus firmas al ayuntamiento de Mérida y a su alcalde que pongan fin inmediato a la instalación de una megaestructura para jugar al pádel sobre las ruinas del anfiteatro de Mérida.