'La Sección': Españolas, Franco ha muerto, pero el patriarcado no
“El niño mirará al mundo, la niña mirará al hogar”. La máxima era el muro patriarcal que rodeó a las mujeres en la dictadura de Franco mostrando una única salida: sumisa y devota. Y esta memoria del régimen franquista está conectada con la semilla del 8M, con la era del #MeToo y el nuevo relato global de la lucha feminista. El adoctrinamiento femenino sigue vivo y así lo escenifica la obra de teatro La Sección (mujeres en el fascismo español), que se representa en el madrileño Teatro del Barrio hasta el próximo 24 de junio.
El franquismo guió con el brazo alzado la memoria histórica de la mujer española del siglo XX, cosiendo consignas fascistas en la vieja tela del nacional catolicismo. Para contar esta realidad, el escenario dibuja la evolución de la Sección Femenina de Falange Española como matriz y tira del protagonismo de tres mujeres clave en la época: Pilar Primo de Rivera, Carmen Polo y Mercedes Sanz-Bachiller.
El modelo patriarcal queda retratado en aquella frase lapidaria: “El niño mirará al mundo, la niña mirará al hogar”. El texto aparece en la revista Consigna, pieza del aparato propagandístico de la Sección Femenina de Falange Española dirigida por Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de la organización fascista, José Antonio Primo de Rivera.
La Sección “muestra a estas mujeres para que entendamos de dónde venimos y por qué tenemos este atraso, no ya tanto en derechos sino social”, expone su directora, Carla Chillida. “El 8M fue una explosión que visibilizó la lucha feminista pero hay que seguir, porque a nivel global está enraizando la cultura feminista y está abarcando con sus diversas ramas todos los sectores sociales”, añade la actriz y coautora de la pieza, Jessica Belda.
Son las sombras “que nos afectan en el día a día”, dicen. “La memoria del franquismo está viva, tiene piel, nombres, rostros, sentimientos, es la memoria de todos”, apunta Belda. “¿Por qué la violencia machista está tan instalada en nuestro país? Porque nuestro pasado reciente viene de ahí”, enlaza Chillida.
Los fantasmas del patriarcado
El fantasma machista del franquismo está presente en la realidad cotidiana. “En la situación de la mujer, en el miedo a ir por la calle, en ser objetos y que nos vendan como mercancía, que nos eduquen sin referentes femeninos, en los techos de cristal, en las relaciones personales… o en que el Pacto de Estado contra la Violencia de Género tenga un presupuesto ridículo”, reivindica Jessica Belda.
Por eso es necesario continuar. “Frente a la visión puramente androcéntrica que se nos ha transmitido sobre la guerra y la posterior dictadura, con La Sección hemos querido presentar aspectos que tuvieron una importancia capital en el devenir de las vidas de tantas mujeres cuyas vidas fueron marcadas por unas imposiciones educativas-políticas-religiosas y de género que tuvieron un calado hondo en la sociedad española del momento”, indica la propia compañía teatral.
La obra usa el papel “de las mujeres fascistas, franquistas, falangistas” en la construcción del adoctrinamiento de la dictadura. “Para nosotras hubiera sido más fácil ponernos en la piel de republicanas y anarquistas”, según Belda. Pero ha sido más útil, “y valiente”, precisa Chillida, sacar a escena a figuras femeninas del régimen de Franco.
Hacia la deconstrucción del franquismo
“Es una obra que habla del patriarcado, feminista, pero partimos de mujeres que en teoría son las vencedoras de la historia y analizándolas aparece cómo también sufren el sometimiento de la mujer”, explica la directora. Con La Sección logran tomar el pulso al momento actual “haciendo un repaso del pasado para ver cómo nos afecta en el presente y cómo podemos caminar hacia el futuro desde las nuevas propuestas feministas”, concluye Belda.
La Sección (coproducción de Atirohecho y Teatro del Barrio) es teatro “sobre mujeres, escrito, dirigido e interpretado por mujeres”. Está interpretada por Manuela Rodríguez y Roser Pujol además de Jessica Belda, que comparte autoría con Ruth Sánchez. Bajo la dirección de Carla Chillida, el espectáculo está salpicado por ilustraciones de Elías Caño que aparecen como proyecciones en formato cómic.
Porque la historia contada “siempre ha sido parcial” y ahora está sobre las tablas el relato femenino. La obra lleva rodando desde enero de 2017 y dos años después tendrá continuidad con una segunda parte titulada Españolas, Franco ha muerto, donde las autoras seguirán trazando el discurso tocando un momento estratégico como fue la Transición.
“Las luchas feministas están súper activas y luchan por recortar el atraso acumulado”, entiende Carla Chillida. “Es una actualidad más que evidente”, tercia Jessica Belda. “En España nos sigue afectando”, porque el país sigue “anclado” en muchas facetas bajo el influjo fascista “y todo es continuo y nos afecta”. “Hay momentos en que esto se ve más claro y ahora la sociedad lo percibe, que nos han educado poniendo la Transición y la democracia en un pedestal y en realidad están construidas sobre bases franquistas que no hemos deconstruido”, culmina Chillida.