El rumor finalmente se convirtió en noticia. La editorial Santillana firmó el miércoles la venta de Ediciones Generales, que engloba sus sellos comerciales de España, Portugal y Brasil, a Penguin Random House por 72 millones de euros. La operación mueve todos los cimientos de la industria editorial y convierte al conglomerado alemán Bertelsmann, propietario de Random House y Penguin y con unos ingresos anuales de 18.000 millones de euros, en el dueño y señor de la literatura en español –tanto en España como en Latinoamérica– con la única competencia del grupo Planeta.
La firma de este acuerdo llevaba meses sobre la mesa. De hecho, hace un año ya surgieron importantes rumores de venta e incluso se barajaba la cifra de 120 millones de euros. En diciembre volvieron a sonar tambores de venta que tampoco llegaron a buen puerto. El gran escollo eran los sellos educativos de Santillana -los libros de texto, un negocio infalible- que al final se han quedado en el grupo Prisa. El acuerdo afecta a los sellos literarios Alfaguara, Taurus, Aguilar, Suma de Letras, Punto de Lectura, Altea, Fontanar, Objetiva y Foglio. Estos tres últimos pertenecían a Santillana en Brasil, por lo que a partir de ahora Penguin Random House no sólo dominará el espacio literario en español sino también el portugués.
Precisamente, como señaló el consejero delegado de Penguin Random House, Markus Dohle, uno de los grandes objetivos de este acuerdo es el desembarco en Latinoamérica. “La operación responde a dos de nuestros principales objetivos estratégicos: fortalecer nuestro compromiso a largo plazo con la publicación de libros en español al tiempo que incrementamos nuestro potencial comercial y literario en uno de los mercados lingüísticos más dinámicos del mundo, y establecer una fuerte presencia en Brasil”, afirmó.
A por Latinoamérica y Asia
Esta política expansiva –poner la pica en todo el mercado en español– refuerza las acciones llevadas a cabo por Bertelsmann. El 1 de julio de 2013, el grupo alemán y Pearson fusionaron sus divisiones editoriales respectivas para crear Penguin Random House lo que le garantizaba un volumen de negocio de unos 3.000 millones de euros y la expansión por países como China o India. Con la compra de los sellos de Santillana queda en una situación inmejorable en países de habla hispana como México, Argentina y Perú, donde Alfaguara se halla bastante consolidada.
La estrategia va aún más allá y también toca al espectro del libro electrónico. A pesar de que en los países anglosajones el formato está bastante más consolidado que en los hispanos, el crecimiento es incesante. De hecho, según datos de Alfaguara de octubre, las ventas de sus ebooks suponen un 31% en México y un 24% en el resto de Latinoamérica. Ahora será Penguin Random House la que se haga cargo de estos beneficios.
Santillana mostró en un comunicado su satisfacción por mantener en su nómina los sellos educativos, pero a nadie se le escapa que detrás del acuerdo también hay necesidades económicas, entre ellas, la deuda de Prisa de más de 3.200 millones de euros.
Precisamente, hoy durante la entrega del XVII Premio Alfaguara -curiosa coincidencia- al escritor colombiano Jorge Franco por El mundo de afuera, el ambiente podría describirse como luctuoso. Más aún cuando supuestamente se celebraban los 50 años de la editorial que creó Camilo José Cela en 1964 y que en los ochenta fue vendida a Santillana. Poca fiesta y mucha sonrisa irónica al escuchar las palabras grabadas en vídeo a escritores como Mario Vargas Llosa o Arturo Pérez-Reverte, quienes se felicitaban por el aniversario y deseaban otros cincuenta años más de vida a la editorial.
A la espera de que se formalice la operación y las autoridades de competencia den su visto bueno, lo cual puede tardar dos o tres meses, tanto Santillana como Penguin Random House funcionarán de forma independiente. Después, Nuria Cabutí, seguirá ocupando el cargo de directora general de la compañía con el apoyo de Armando Collazos, director global de Prisa Ediciones. No se sabe qué sucederá con cargos intermedios como los directores editoriales Claudio López Lamadrid, Nuria Tey y Juan Díaz, de Penguin, y Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara.
Una máquina de 1.500 títulos al año
La nueva empresa editorial prevé publicar 1.500 títulos anuales, si bien es cierto que Penguin ya tiene programados más de 2.000 para este 2014. Los autores de estos títulos son prácticamente todos los que se publican en español, ya sea en su versión original y traducidos. El elenco incluye desde Alice Munro a Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, José Saramago, J.M. Coetzee, Orhan Pamuk, Doris Lessing, V.S. Naipaul, Gunter Grass, Juan Marsé, Jorge Edwards, Guillermo Cabrera Infante, Sergio Pitol, Javier Cercas, Javier Marías, José María Merino, Luis Mateo Díez, Isabel Allende, Florencia Bonelli, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Joël Dicker, Umberto Eco, Albert Espinosa, Laura Esquivel, Ildefonso Falcones, Ken Follett, Carlos Fuentes, Elizabeth Gilbert, John Grisham, E.L. James, Stephenie Meyer, Kate Morton, Julia Navarro, Arturo Pérez-Reverte, Paul Preston, Quino, Marcela Serrano, Hiromi Shinya o Manuel Vicent, entre otros.
Habrá que ver ahora cuál es la jugada de Planeta, el grupo de José Manuel Lara, que se queda como el máximo competidor (y casi único) de Penguin. Planeta ya posee sellos como Seix Barral y entró en el accionariado de Tusquets, la prestigiosa editorial que dirige Beatriz de Moura, en diciembre de 2010.