Las personas sin hogar ante el coronavirus: Elche habilita un albergue de “urgencia”, Alicante espera los permisos
José tenía previsto dormir esta noche en un cajero para resguardarse de la lluvia y del frío, “es la única alternativa que me queda”, se lamenta, pero una medida de urgencia del Ayuntamiento de Elche, ciudad donde lleva un año viviendo de pedir ayuda en la calle, le va a permitir pernoctar en un polideportivo de la localidad reconvertido en albergue provisional.
Como este hombre de mediana edad, existen unas treinta personas ‘sin techo’ en el municipio, un colectivo al que la crisis del coronavirus ha golpeado con especial virulencia después de la orden de confinamiento, la cual ha dejado a las ONGs sin la posibilidad de contar con voluntarios que repartan la comida entre las personas indigentes.
“Los tres últimos días he notado mucha menos gente en la calle, les pido una ayudita, pero me está costando mucho lograr algo”, se lamenta José mientras sostiene un vaso de papel con tres monedas en su interior.
“La Policía me ha parado dos veces para decirme que no puedo estar en la calle por decisión del Gobierno, que me van a multar, les explico que no tengo dónde ir y me dejan marcharme”, explica desde la puerta de un supermercado este padre de dos hijas que viven actualmente con su madre en Alicante ciudad. Precisamente en la capital de provincia, su Ayuntamiento, gobernado por el PP y Cs, también está tratando de dar respuesta a esta emergencia social con un albergue provisional que, a diferencia de Elche, en manos del PSPV-PSOE y Compromís, aún no está operativo.
Diferencias de criterio entre municipios vecinos. “Se está habilitando un pabellón, que todavía está por determinar, para acoger a las personas que no caben en el Centro de Acogida e Inserción de Alicante (CAI), pero necesitamos permiso de la Subdelegación del Gobierno y de la Conselleria”, explican desde el consistorio alicantino. “Juntar a gente con patologías de todo tipo no es sencillo y necesitamos que nos digan si es el mejor sistema”, añaden.
Elche, sin embargo, no ha pedido ningún permiso, reconoce el concejal de Derechos Sociales del Ayuntamiento, Mariano Valera. “Yo tengo una emergencia y tengo que actuar ya”, afirma. Ese “ya” obedece a una reunión mantenida con el coordinador de Cáritas Elche en la mañana de este lunes, Joaquín Sansano, quien le ha expresado que en las instalaciones de la ONG de la Iglesia “tienen todas las plazas ocupadas y no puede entrar ni salir nadie”.
Elche ha impulsado en un día este albergue alternativo que va a estar operativo mientras dure la crisis del coronavirus con 20 camas habilitadas en el gimnasio del polideportivo del Toscar. Además de la colaboración de Cáritas, el equipo de Gobierno va a contar con la ayuda de DYA, a cargo de tomar la temperatura de todos los usuarios y de adoptar los protocolos de actuación necesarios para evitar contagios.
Por su parte, el malestar entre colectivos y partidos de la oposición de Alicante ha sido patente este lunes. El PSOE ha pedido al Ejecutivo Local “que se agilice al máximo la atención a las personas sin hogar proporcionándoles alojamiento y control sanitario de inmediato”. Según su portavoz, Paco Sanguino, “lamentablemente, desde el jueves pasado, las personas que duermen en la calle no reciben los alimentos que todas las noches les llevaban las ONG”. “Vemos a personas todavía en la calle esta mañana sin que puedan ser provistas de la ayuda que recibían de manera espontánea por los viandantes, cuyo estado de salud es desconocido, y sin posibilidad de alimentarse en ningún establecimiento ante el estado de alerta. Creemos que es preciso intensificar al máximo la cobertura de ayuda pública”, ha añadido la concejala Lola Vílchez.
En esta línea, Unidas Podemos recuerda que ya propuso el refuerzo del CAI y un servicio de reparto de comida para mayores que acudían habitualmente a las cafeterías de los centros sociales, “y de lo cual todavía no tienen respuesta”.
La coalición de izquierdas ha mostrado su comprensión con el Ayuntamiento de Alicante en cuanto al número de medidas y la premura con la que hay que actuar, en un momento en el que se ha reducido el número de recursos presenciales en los servicios municipales como medida para evitar el contagio. Sin embargo, plantean que cuestiones como la ampliación de los servicios de reparto de comida a domicilio para niños y mayores, así como el refuerzo del CAI con la habilitación del gimnasio, “llevan encima de la mesa desde la semana pasada”.
Asimismo, la Plataforma contra la Pobreza, Exclusión Social y la Desigualdad Social de Alicante insiste en que “igual que la administración ha lanzado un protocolo sanitario, uno educativo u otro de suministros, estas personas también deberían de tener el suyo”, explica su portavoz Kike Román. “Nos suele pasar como con la crisis económica o la DANA, cuando estas personas son las últimas en ser atendidas y pueden ser las más vulnerables”, añade.
“Entendemos que puede ser el propio municipio el que coordine y entienda cuál es el protocolo de actuación para las personas sin techo que no tienen vivienda y dependen del normal funcionamiento de la calle para vivir”, esgrime.
Por último, el Ayuntamiento de Alicante insiste en que está haciendo todo lo que está en su mano. “En el CAI, en estos momentos, hay 61 personas y se han habilitado habitaciones especiales para el caso de personas con sospecha de infectadas”, avanzan. “Todos los servicios sociales están garantizados y el Decreto de Alcaldía de cierre de centros municipales establecía la posibilidad de contratar a interinos para reforzar servicios de Bienestar Social”, apuntan.
“Es más, se ha quitado la limitación de poder permanecer máximo 15 días en el CAI y pueden estar el tiempo que haga falta, solo que tienen que comprometerse a quedarse, porque no pueden entrar y salir para garantizar su seguridad y la de sus compañeros”.
Cáritas y Cruz Roja
Dos de los principales agentes que actúan en Alicante y Elche son Cáritas y Cruz Roja. Esta última explica que la atención a las personas sin hogar “se mantiene y se está estudiando reforzarla”. “Tenemos un centro de intervención de baja exigencia donde se atiende a personas con adicciones y a muchas personas sin hogar que sigue abierto”, comentan fuentes de Comunicación.
“De hecho, se ha registrado un aumento en el número de usuarios estos días. Se puede ir a desayunar, a darse una ducha y a recibir asistencia sociosanitaria, pero respetando las medidas de seguridad necesarias, ya que los usuarios deben entrar en grupos máximo de tres en tres”.
Por su parte, Cáritas reconoce que en Alicante ciudad se encuentra “a la espera” del Ayuntamiento para que sus voluntarios puedan salir a ayudar a la calle, responde Javier Ruvira, secretario general de Cáritas Diocesanas de Orihuela-Alicante.
Señala Ruvira que el equipo de voluntarios que sale todas las semanas a la calle se ha visto mermado por la orden del ministerio de cumplir el confinamiento. “Vamos a ver cómo lo hacemos, el planteamiento es salir varias veces a la semana para paliar carencias de puedan tener en estos momentos otras ONGs”, asume.
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