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Expulsan a dos equipos femeninos de un campo de fútbol

Las jugadoras de ambos conjuntos realizaron una sentada en señal de protesta.

Christian Martínez Romeo / Héctor Farrés

Barcelona —

Todavía no había finalizado su encuentro cuando fueron expulsadas del terreno de juego bajo improperios de todo tipo y múltiples amenazas. Sorprendidas ante la situación generada por un grupo de veteranos, sin saber muy bien qué hacer y como si de regresar a años pretéritos se tratara, las futbolistas de los conjuntos femeninos catalanes del Lloretenc y Atlétic Masnou vivieron instantes que tardarán en olvidar.

En la disputa de su habitual encuentro del fin de semana, las jugadoras de ambas entidades se vieron obligadas a abandonar el césped del campo del Lloret de Mar (Girona) entre insultos y amenazas cuando tan solo se habían disputado 30 minutos de partido. Unos agravios que, según explican futbolistas de ambas entidades, fueron vertidos por algunos de los componentes de los equipos de veteranos de la UE Caldes y el CF Lloret, estos últimos se han limitado a emitir un comunicado donde niegan los hechos sin responder a las llamadas de este diario, y que reclamaban el terreno de juego para empezar su encuentro.

“Cuando entrábamos al campo, todavía sin cambiarnos ni pasar por el vestuario, ya nos dijeron que ellos iban a jugar sí o sí. No eran tanto los insultos sino más bien comentarios jocosos de mal gusto. Los veteranos no quisieron dialogar ni encontrar un solución. Ellos iban a jugar y no había más”, declara Ona Niubò, futbolista del Atlétic Masnou, para 'eldiario.es'. 

Una versión que coincide con la expuesta por el colegiado del encuentro en el acta, donde se muestran los dorsales de los futbolistas de los conjuntos veteranos que lanzaron los improperios y se refleja lo ocurrido en el césped. 

“Id a hacer ballet”

Ambos equipos ya fueron avisados por los veteranos - no siempre de buenos modos - de que no iban a poder acabar el partido minutos antes de que sonara el pitido inicial. Aun así, el colegiado dio orden de que se jugara. Ya acercándose la primera media hora de juego, y aprovechando que la pelota salió del terreno de juego, los futbolistas de Lloret y UE Caldes saltaron al campo y empezaron a calentar.

Todas las jugadoras, atónitas por lo que estaba ocurriendo, decidieron de forma unánime realizar una sentada en medio del campo como símbolo de protesta. Alguno de los integrantes del equipo de veteranos del Lloret, al ver que las chicas no pensaban irse con tanta facilidad, comenzaron a increparlas e insultarlas. 

“Subnormales”, “os sacaremos a la fuerza” e “id a hacer ballet” son solo algunas de las lindezas que debieron soportar las futbolistas, varias de ellas atemorizadas por la situación al contar ambos conjuntos con un buen número de futbolistas menores de edad. “La sentada fue un acto de disconformidad viendo que no valía la pena entrar en discusiones o insultos. Desde la grada, mientras jugábamos, ya nos comparaban con futbolistas de élite simplemente para burlarse. Al ver esta actitud y la posterior decidimos que era mejorar parar”, afirma Niubò.

Una de las jugadores del Lloretense, un equipo en el que juegan varias chicas menores de 15 años, ha asegurado que la situación fue complicada y que las integrantes de ambos equipos lo pasaron realmente mal. “Solamente queríamos jugar el partido y no pudimos. Esto no puede pasar”.

Un problema con el horario

El conflicto de la disputa se produjo en la disponibilidad del campo donde se iban a disputar los dos encuentros, una problemática que llevan arrastrando desde hace tiempo tanto CF Lloret como Lloretenc, generando múltiples discusiones entre ambas entidades. Una mala organización propició que el equipo femenino del Lloretenc se encontrara disputando un encuentro en el espacio horario asignado por el Ayuntamiento gerundense para el conjunto de veteranos , tal y como atestiguan fuentes de ambos clubes.

“Durante la semana ya eramos conscientes de que iba a pasar. Intentamos hacer un cambio de horario pero la normativa de la Federación no lo permite. Quisimos empezar antes, adaptarnos a cualquier situación después del largo viaje realizado, pero el colegiado determinó que no”, explica con sinceridad Niubò.

“Nosotras hicimos un viaje de más de una hora, pagamos los peajes y simplemente quisimos algo de compresión por parte de los veteranos. Era cuestión de buscar una solución o entendimiento entre todos; pero desde el primer momento escuchamos frases como 'la ley del más fuerte' o 'marchaos a la cocina antes de que llamemos a la policía'”, relata una de las entrenadoras del conjunto del Maresme a 'eldiario.es' y que ha preferido mantener su anonimato.

La misma entrenadora no solamente ha condenado la actitud de los futbolistas, además, ha afirmado que la conserje del campo también se unió a las burlas, comentarios machistas y amenazas en vez de empatizar con las jugadoras. “Fue la primera en decir en que iban a llamar a la Policía”, confiesa sin dar crédito a la poca comprensión que encontraron.

Un punto y final 

Sin darle importancia a lo que pueda suceder con el partido, las futbolistas de ambos clubes explican a 'eldiario.es' que su preocupación reside dar a conocer que actitudes como las vividas este fin de semana “siguen existiendo en gente que debería educar otros valores a sus hijos, nietos o similares” y buscan que el mal trago vivido sea el inicio del fin de estas conductas.

“Fue una sensación muy desagradable y violenta para nosotras. Estamos haciendo esta denuncia ciudadana para que nadie más tenga que sufrirla. Queremos denunciar esto para que nadie, del género que sea, lo vuelva a sufrir”, sentencia Niubò.

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