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La Parroquia de Entrevías se encierra en solidaridad con el pueblo palestino

Vecinos del barrio de Vallekas en el primer acto inaugural del Encierro de la Parroquia de Entrevías

Maria d'Oultremont

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En la sala principal del Centro Parroquial San Carlos Borromeo (Entrevías, Vallecas), la estatua del Cristo Crucificado sujeta la bandera palestina durante la inauguración del Encierro, una reivindicación asamblearia y solidaria organizada por los vecinos del barrio. En su exterior, unas 150 personas aproximadamente se concentraron este viernes para realizar la primera actividad que inaugura este evento: un mosaico urbano por Palestina.

A lo largo de este fin de semana, se espera que alrededor de unas setenta personas duerman entre las paredes de este centro que, en épocas anteriores, también dio cobijo a once refugiados devueltos a España duermen en una parroquia tras ser excluidos del sistema de acogida. “Lo importante y lo más bonito son los vecinos”, aseguró Javier Baeza, párroco de este histórico centro y conocido popularmente por su contribución en el barrio, durante el acto inaugural. Su objetivo “es hacer que las semillas de las sandías saquen su fruto”, generar una reflexión común entre los vecinos del barrio y buscar vías para presionar al gobierno español. “Hay muchas cosas que no podemos hacer, pero, por lo menos, que no nos digan que no gritamos”, concluye finalmente el párroco de este centro eclesiástico. 

“Aquí han colaborado todos”, sostiene Víctor, uno de los miembros de asamblea de Vallekas por Palestina, organización que junto al Centro Parroquial San Carlos Borromeo han tomado la iniciativa de este Encierro. Desde octubre de 2023, esta asamblea se conformó por diferentes colectivos vecinales, organizaciones de apoyo a la resistencia palestina, partidos políticos y personas a título individual con el objetivo de trabajar en solidaridad con el pueblo palestino y en apoyo a su resistencia. “La que más: Asún”. 

Con más de ochenta años a sus espaldas, a Asún le llevó cuatro días confeccionar otra bandera para el Encierro. La bandera de más de 48 metros que decora la fachada del centro que este fin de semana concentrará actividades para todos los vecinos e implicados en la causa palestina: desde actividades para niños y niñas del barrio a actuaciones de flamenco, bailes urbanos hasta la preparación de una paella multitudinaria. Sin embargo, la actividad que encabeza el Encierro es la escucha de las “Voces Palestinas”, un espacio de debate y reflexión sobre la situación actual. 

Juan es uno de los jóvenes que esta noche va a dormir en este Encierro y también es miembro de la asesoría jurídica del centro. Su objetivo es “ir más allá”, encontrar otras vías y dinámicas de reflexión y acción. “Tenemos que cambiar las dinámicas asamblearias –que siempre son las mismas– y llevar la lucha social al barrio. Pero no sólo la lucha por palestina, sino también la lucha antirracista, la lucha feminista. Porque es en el barrio donde vivimos”, sostiene Juan. “Estamos en ese momento de reconstruir el tejido popular”.

Saad Yousef es un joven palestino nacido en Madrid e hijo de padre refugiado de Tulkarem, una de las principales Ciudades de Cisjordania que también se va a quedar a dormir en este encierro. También es miembro de Samidoun, una red de solidaridad con los presos y presas de Palestina, y Al Yulur, de la juventud Palestina organizada desde la diáspora, dos de las organizaciones que presidirán los debates durante el Encierro. Para él, esta iniciativa es un “granito para el barrio y para todo el Estado; un esfuerzo muy consciente para amplificar las voces de los palestinos y las palestinas que están organizadas en la resistencia”, argumenta Yousef. “Parece que solamente tenemos que estar tristes por lo que está pasando, porque es verdad, el genocidio está en marcha. Pero por otra parte el paradigma de la resistencia está frustrando las intenciones de Israel”. 

Otra de las problemáticas a las que también se van a tratar en este Encierro son las trabas para pedir el asilo de las personas palestinas. “No hay citas, porque no hay voluntad para que las haya. Y tampoco hay ningún plan del gobierno especial como sí que pasó con las personas ucranianas”, asegura Juan. En esa línea, el último informe publicado por CEAR, en España, el tiempo de solicitud y trámite para el asilo puede retrasarse unos tres años. 

Aún pendientes de hacer peticiones al gobierno y a la administración, Juan y el resto del equipo de asesoría jurídica también critican la inacción administrativa del gobierno tras el reconocimiento del Estado de Palestina. “A día de hoy, cuando personas procedentes de Palestina que ya están asentadas en España y va a realizar un trámite, en el expediente sigue apareciendo ‘país no reconocido’”, asegura Juan. “Puede que se deba a un retraso administrativo o que el reconocimiento fuera algo más de cara la galería, pero para una persona palestina eso afecta”, sentencia finalmente. 

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