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El impacto del coronavirus destruyó más de un millón de empleos en el segundo trimestre de 2020

Oficina de Empleo.

Rodrigo Ponce de León / Raúl Sánchez

28 de julio de 2020 09:08 h

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El encierro para atajar al coronavirus ha tenido un efecto letal sobre el empleo en España. El mercado laboral español perdió 1.074.000 empleos durante el segundo trimestre de 2020, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que se han hecho públicos este martes. El segundo trimestre del año suele ser un periodo de creación de empleo con el comienzo de la temporada turística pero la pandemia ha tirado por tierra todas las expectativas. Si atendemos a los datos desestacionalizados el daño es mucho mayor: los empleos eliminados ascienden 1.197.700. El número total de ocupados se quedó en 18,6 millones de personas. 

El paro ha aumentado en 55.000 personas en estos tres meses con lo que la tasa de paro se sitúa en el 15,33%. Ese incremento no refleja la realidad del desastre laboral ya que hay una parte considerable ha pasado a la inactividad, categoría que ha aumentado en 1.062.800 personas. Este incremento de la inactividad se debe fundamentalmente a que el confinamiento y el cierre de empresas han impedido a 1.628.500 personas buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar. 



El dato de paro registrado durante estos tres meses es el peor en un segundo trimestre desde 2012, cuando el desempleo subió en 63.100 personas, mientras que el descenso de la ocupación ha superado todos los registros de la crisis de 2008.

Los hogares con todos sus miembros en paro subieron en 74.900 en el segundo trimestre, un 7% más respecto al trimestre anterior, su mayor alza desde el primer trimestre de 2012. En el último año, los hogares con todos sus miembros en paro se han incrementado en 156.000, con un avance en términos relativos del 15,7% respecto al segundo trimestre del año pasado, el más elevado desde el el cuarto trimestre de 2012.

Por su parte, los hogares con todos sus integrantes ocupados bajaron en 311.300 en relación al trimestre anterior (-2,9%), hasta un total de 10.385.100 hogares. En términos interanuales, hay ahora 261.000 hogares menos con todos sus miembros ocupados que un año antes (-2,4%).

El número de parados de larga duración se redujo en 172.700 personas en el segundo trimestre, un 14,5% respecto al trimestre anterior, hasta situarse en 1.017.500 personas. En el último año, los parados de larga duración han descendido en 241.700 personas (-19,2%).



A pesar del cataclismo laboral, la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, ha resaltado que “se mantiene una evolución diferente entre la evolución del PIB y el empleo respecto a etapas anteriores. En el primer trimestre el PIB cayó más del 5% pero el empleo lo hizo en menor medida. En este trimestre, la reducción del PIB va a ser mucho mayor pero la caída de ocupados fue por encima del 6%. Se pone de manifiesto que las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para amortiguar el impacto de la crisis se han mostrado eficaces”.

El desastre laboral de esta crisis está atenuado por la aplicación de los ERTE. En la destrucción de más de un millón de empleos entre abril y junio no se incluye a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo, ya que la metodología EPA los considera ocupados.

De la Cueva ha destacado especialmente esta herramienta como “un instrumento útil para la fluctuaciones de empleo de nuestro mercado laboral”. “Esta medida ha protegido a 3.4 millones de personas y 550.000 empresas desde el inicio de la crisis. A través del diálogo con los agentes sociales se han seguido un proceso de adaptación de los ERTE y se está haciendo una reincorporación progresiva de los trabajadores a la actividad. Más del 64% de los empleados acogidos al ERTE ya se han incorporado a sus trabajos. Cada día durante Julio salen del ERTE 36.000 personas al día”, ha explicado la secretaria de Estado.



La suspensión o la reducción de jornada de los trabajadores afectados por un ERTE, junto con la influencia de otros tipos de ausencias al trabajo, sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que han disminuido un 22,5% respecto al primer trimestre del año. Con ello, el número de ocupados que efectivamente trabajó entre los meses de abril y junio fue de 13.901.000 personas.

922.000 ocupados menos en el sector servicios

Las medidas de encierro para acabar con la expansión del coronavirus han tenido un efecto pernicioso en los sectores que tradicionalmente tienen un mayor crecimiento de empleo durante el segundo trimestre del año. Así,  En en el sector servicios, que incluye turismo o comercio, hay 922.200 ocupados menos, mientras que en la Industria se han destruido 122.300 empleos, en la construcción han sido 107.300 y en la Agricultura hay 45.900 personas menos trabajando.

Uno de los aspectos que ha sacado a la luz con más intensidad esta crisis es la precariedad del mercado laboral español, si se tiene en cuenta que el coronavirus ha tenido un mayor impacto sobre el empleo temporal, más relacionado con el sector servicios. El número de asalariados baja este trimestre en 1.033.300. Los que tienen contrato indefinido descienden en 361.400, mientras que los que tienen contrato temporal se reducen en 671.900.

Como es previsible, el mayor impacto de las medidas para atajar el coronavirus ha sido sobre el empleo privado, aunque las Administraciones Públicas también han visto como ha disminuido su personal. La ocupación disminuyó este trimestre en 22.000 personas en el sector público y en 1.052.000 en el privado.

Por tramos de edad, los jóvenes son los que vuelven a sufrir con más virulencia el impacto del desempleo, como ocurrió en la crisis financiera de 2008. La tasa de paro juvenil se situó en el 39,60% a cierre del segundo trimestre, más de seis puntos superior a la del trimestre anterior (32,99%), y 6,5 puntos por encima de la de hace un año (33,1% en el segundo trimestre de 2019).

El número de jóvenes en paro menores de 25 años subió en 24.000 personas, un 4,9% respecto al trimestre anterior, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 510.200 al finalizar junio.



Por sexo, el empleo disminuye este trimestre en 527.800 hombres y en 546.200 mujeres. La tasa de paro femenina sube 48 centésimas y se sitúa en el 16,72%, mientras que la masculina se incrementa 1,33 puntos y queda en el 14,13%. 

Por Comunidades Autónomas, Illes Balears es la única región en la que aumenta la ocupación este trimestre, en 9.200 personas. En el resto, los mayores descensos se observan en Cataluña (–223.700), Andalucía (–198.100) y Comunidad de Madrid (–184.400). 



País Vasco (9,13%), Comunidad Foral de Navarra (10,08%) y La Rioja (10,11%) son las comunidades que registran las tasas de paro más bajas este trimestre. En el extremo opuesto, Canarias (21,55%), Extremadura (21,39%) y Andalucía (21,32%) presentan el nivel de paro más elevado.

El descenso de la actividad es general por comunidades autónomas, tanto en variación trimestral como anual. Los mayores descensos trimestrales se observan en Andalucía (246.300 activos menos), Cataluña (–162.400) y Comunidad de Madrid (–129.900). En los 12 últimos meses, los mayores descensos en el número de activos se producen en Andalucía (273.900 menos), Cataluña (–162.000) y Comunitat Valenciana (–97.500). 


Cómo sube o cae el empleo en el 2º trimestre en cada comunidad

Variación del número de ocupados en España en el 2º trimestre respecto al 1º trimestre del año desde 2002 en cada comunidad autónoma

Fuente: EPA


Reacciones de los agentes sociales

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha calificado de “terrible” el dato de la EPA, por lo que ve “imprescindible” extender los ERTE más allá del 30 de septiembre y abordar las cuantías, junto a un cambio de modelo productivo. Ante unas estadísticas de desempleo que sitúan a España “en el peor de los escenarios posibles”, Álvarez cree que será “imprescindible” extender los ERTE más allá del 30 de septiembre si se quiere mantener al “ralentí” al sector del turismo, algo ya previsto en el acuerdo suscrito entre los agentes sociales que contemplaba la revisión en septiembre, que ahora “con toda seguridad” habrá que abordar y ampliar.

La secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana, ha reclamado una “reforma patronal” porque los focos de la pandemia del coronavirus “se han extendido claramente en los sitios donde abunda la precariedad laboral”, y ha citado entre ellos las residencias de ancianos y las campañas agrícolas.

“Son empleos de mala calidad, indignos, marcados por la temporalidad y el tiempo parcial. De ahí que sea necesario hacer esa reforma patronal para que no se extienda más la pandemia y las condiciones laborales y de empleo sean dignas”, ha apuntado Santillana.

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, Lorenzo Amor, teme un otoño y un invierno “muy duros” en empleo y destrucción de empresas, tras el “muy mal dato” de la EPA del segundo trimestre, por lo que reclama un “escudo de liquidez” con un nuevo Plan Marshall para ayudar al empleo y mantener la actividad económica.

La organización de autónomos Uatae ha advertido este martes de que la incertidumbre generada por los rebrotes del Covid y la lentitud en la reactivación de sectores como el turismo hacen necesario pensar ya en nuevas medidas sin esperar a que los datos del mercado laboral empeoren. La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, ha subrayado que, sin el escudo social desplegado en los últimos meses, la situación hubiera sido más grave, pero insiste en que se necesitan más medidas.

Finalmente, la patronal CEOE ha reclamado que se mantengan las medidas ya adoptadas para afrontar la crisis del Covid en el empleo y “se intensifiquen”, desde el diálogo social, medidas de apoyo al mercado laboral que aporten adaptabilidad, seguridad jurídica y confianza a las empresas y a los inversores.

La patronal ha advertido en un comunicado de que los datos de la EPA del segundo trimestre muestran un mercado laboral “que acusa de forma intensa” los efectos negativos de la crisis de la COVID-19. Sin embargo, ha puesto el acento en que se está aguantando mejor que en otras crisis gracias a las posibilidades de adaptación existentes en el actual marco laboral en materia de flexibilidad interna.

La organización que dirige Antonio Garamendi ha subrayado que la caída del empleo en el segundo trimestre no se ha trasladado a las cifras de paro, pues no todas las personas que han perdido su empleo han pasado a clasificarse como parados, sino que una parte considerable ha pasado a la inactividad.

“Resulta bastante extraordinario el singular aumento de la población inactiva en 1.062.800 personas y el descenso de la población activa en 1.019.000 personas. Este incremento de la inactividad va a ser transitorio en su mayor parte, ya que este contexto extraordinario de restricciones a la movilidad y paralización de la actividad, ha afectado al cumplimiento de los requisitos de búsqueda de empleo o disponibilidad para trabajar que establece la EPA para ser considerado parado”, explica la CEOE.

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