Joan Groizard, director general del IDAE: “Tal y como está el precio de la luz, el ahorro con el autoconsumo puede ser importante”
Joan Groizard (Palma, 1989) dirige desde septiembre de 2019 el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que va a jugar un importante papel en el reparto de los fondos europeos.
Grado y máster en Ingeniería de Energía y Medio Ambiente por la Universidad de Cambridge, inició su carrera política en Equo y fue director general de Cambio Climático del Govern Balear. En el sector privado, ha trabajado como ingeniero de energías renovables en la promoción y operación de proyectos eólicos y fotovoltaicos en Reino Unido y Francia.
Groizard atendió a elDiario.es por teléfono el miércoles, tras publicarse un Real Decreto-Ley con medidas energéticas que elimina varias trabas al autoconsumo, para el que el Ejecutivo acaba de aprobar una hoja de ruta diseñada desde la entidad que dirige. Cree que muy pronto España “debería liderar” esta solución a nivel europeo: “Tenemos el sol, las empresas, la cadena de valor y ahora las medidas”. Y celebra que “la reacción de empresas y ciudadanía a los altos precios de la luz es que las renovables son la respuesta”.
No entra al trapo en el debate sobre la presencia del Estado en la gestión de las concesiones hidroeléctricas caducadas. Sí apunta que el IDAE, una empresa pública, tiene solvencia técnica y experiencia para gestionarlas, llegado el caso. Tras la entrevista, llega el enésimo récord del mercado mayorista eléctrico. “Con más razón hay que acelerar el despliegue renovable”.
¿Qué le diría a un consumidor o comunidad de vecinos que se planteen poner placas de autoconsumo ante la escalada de la luz?
Que pidan oferta ya. El autoconsumo no es una cosa de futuro. Ya hay miles de consumidores en España que están ahorrando dinero con él. Tanto si tienen tejado propio como si están en una comunidad de vecinos, la normativa lo permite. Tal y como está el precio, el ahorro puede ser importante. Y ni siquiera tienen que adelantar el dinero. Hay muchas alternativas en las que lo hace la empresa o se financia y se va pagando con lo que se ahorra.
Las instalaciones de hasta 100 kilovatios ya no deben presentar garantías para pedir un punto de conexión. ¿Qué implica?
Hasta ahora había que presentar aval y esto no afectaba a las instalaciones de hasta 15 kilovatios, como un unifamiliar, pero sí a un plurifamiliar o una pyme, sobre todo. Tenía un coste económico, aunque bajo. Y sobre todo, ahora es un papel menos en la tramitación, una respuesta menos de la administración. Así agilizamos la instalación.
También se ha eliminado una restricción al autoconsumo colectivo: se permite compartir generación en 500 metros a instalaciones en alta tensión. ¿Qué supone?
El autoconsumo colectivo, que introdujimos en 2018, todavía no ha alcanzado su potencial. En España, más del 70% de la gente vivimos en comunidades de propietarios, en bloques de pisos. No todo el mundo tiene su propio tejado y para nosotros era importante este concepto: generar energía para ti mismo cerca de donde la usas, pero no necesariamente en tu tejado. La restricción de estar conectadas en baja tensión seguramente funcionaba para pequeñas instalaciones de viviendas. Pero no para un instituto un poquito grande, las oficinas de una empresa mediana o un edificio público de cierta dimensión, que pueden tener una cubierta interesante para instalar placas solares. Requieren alta tensión y hasta ahora podían hacerlo para su propio uso, pero no compartirlo con su entorno. Con esto habilitamos un escenario más para el autoconsumo colectivo, sobre todo pensando en edificios públicos. Otro ejemplo son los hoteles. Muchas veces están abiertos en la temporada turística. Con esta nueva habilitación, las viviendas del entorno en temporada baja, en invierno, pueden aprovecharse de esa generación que el hotel solo necesita en verano.
El autoconsumo colectivo, que introdujimos en 2018, todavía no ha alcanzado su potencial
La hoja de ruta del autoconsumo propone usar edificios públicos para reducir la pobreza energética. ¿Se van a adoptar más medidas para ello?
La hoja de ruta prevé una mesa de autoconsumo donde estarán las comunidades autónomas o la CNMC. En ella haremos un seguimiento de la información y los datos, donde tenemos otro hueco importante; de la normativa, incluyendo el régimen sancionador, en el que una parte de las competencias son autonómicas y es importante coordinarse; y en impulsar que las comunidades autónomas, que tienen hospitales y otros edificios públicos, compartan buenas prácticas. También habilitaremos un grupo de trabajo específico con entidades locales, porque en general los ayuntamientos son los que tienen más presencia en el territorio. Lo vamos a impulsar por la parte de colaboración, de poner en valor buenas prácticas y con recomendaciones para entidades locales. Con las ayudas que tenemos en marcha, se pueden aprovechar las comunidades autónomas y los ayuntamientos, que ya pueden compartir una parte de su autoconsumo.
El decreto introduce nuevas sanciones a las distribuidoras eléctricas por no tener un servicio de atención al cliente para autoconsumidores o por prácticas como “el alargamiento artificial del proceso de tramitación y alta de las instalaciones de autoconsumo”. ¿Se han dado muchos casos?
Nos ha llegado mucha evidencia cualitativa pero pocas denuncias concretas. No existía este tipo específico en la Ley del Sector Eléctrico para abrir expediente sancionador. Las distribuidoras, como la Administración, han tenido que actualizar sus procedimientos o sistemas informáticos para dar salida a esto. Pero una de las cuestiones que nos llegaba es que en la práctica los plazos se incumplían. En algunos casos, por falta de documentación del promotor. Y en otros, por causa imputable a la distribuidora, como que su plataforma fallaba. Quiero creer que por fallos técnicos, humanos o de otra índole; no por mala fe. Con este marco permitimos una base concreta para que haya un tipo específico. Según la recurrencia, puede ser una falta incluso grave o muy grave y con sanciones potentes. Hasta ahora podíamos entender que era un tema complejo, que se estaban poniendo en marcha todos los sistemas. Pero todo el mundo tendría que tenerlos ya y tramitarlo bien. Se va acabando el tiempo de las excusas.
Las estimaciones de la CNMC para el autoconsumo en 2025 superarían las previsiones de la hoja de ruta del Gobierno hasta 2030. ¿Se han quedado cortos?
Es posible, ojalá sea así y seamos capaces de hacerlo más rápido y mejor. Será una buena noticia. Significará que habrá más usuarios ahorrando y seremos capaces de instalar más renovables más rápidamente. El objetivo era tener una metodología muy concreta en función del espacio disponible y lo que es viable técnica y económicamente y con una serie de hipótesis. Insisto, es posible que nos hayamos quedado cortos, pero hay que tener en cuenta ese más del 70% de españoles que vivimos en comunidades de propietarios, en las que todos sabemos lo difícil que es llegar a un acuerdo. Si esto despega mucho más rápido, fantástico, en la siguiente revisión actualizaremos los objetivos. Además, las previsiones de la CNMC tenían una función muy concreta, analizar la suficiencia de los peajes, y se basaban en una metodología distinta.
Esperan que 2021 se cierre con 2,5 gigavatios de autoconsumo instalados, frente a los 1,5 de hace un año. ¿Cuándo vamos a converger con otros países europeos?
Vamos por detrás, y es una vergüenza, de países como Alemania, con más población y presupuesto, pero también muchísimo menos sol. La principal diferencia han sido unos años de tiempo perdido. Eso, al hablar de curvas que crecen muy rápido, supone una diferencia de varios órdenes de magnitud. Esa convergencia no sé cuándo ocurrirá, pero el ritmo va despegando y muy pronto deberíamos alcanzar o incluso liderar el autoconsumo a nivel europeo. Estaríamos muchísimo mejor si no hubiéramos tenido impuesto al sol, y un marco que desincentivaba totalmente el autoconsumo. Y ya no es solo que tengamos menos superficie por persona en edificado para poner placas, sino que parece que nos cuesta más llegar a decisiones colectivas que en otros países europeos. Seguramente sean varios factores. Pero tenemos el sol, las empresas, la cadena de valor y ahora las medidas.
Más allá del autoconsumo, han lanzado la construcción de la primera central hidroeléctrica que promueve el IDAE desde los 90. ¿Va a haber más?
Lo tenemos que analizar caso a caso. Este proyecto no hay que entenderlo en el debate más reciente de la participación del Estado o no en el ámbito energético. IDAE desde hace décadas invierte y es accionista de parques eólicos, minicentrales y demás, para acelerar la transición energética y tener esa visibilidad de primera mano del sector. Ser un agente más nos permite tener una visión mucho más cercana de la realidad a pie de calle y cumplir nuestras funciones mucho mejor. Y por la propia viabilidad de una empresa pública, debemos tener retornos. Para levantar la persiana, nuestra actividad no se financia con presupuestos del Estado, sino con recursos propios. Esas son las funciones de las inversiones del IDAE.
En este caso, lo único que hacemos es ser consultores de la Confederación Hidrográfica del Duero, que es la que va a explotar su propia central hidroeléctrica. Nosotros hacemos la ingeniería y el trabajo de construcción y demás, por los conocimientos que tenemos en la casa. ¿Va a haber más? Son los colegas de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente los que lideran qué va ocurriendo con el fin de la vida útil de las concesiones existentes. Esto es lo que va a marcar sobre todo: la política hídrica y de gestión de los planes hidrológicos. Nosotros tenemos esas capacidades y vamos a seguir invirtiendo en proyectos renovables y de otro tipo, desde luego. La parte de las centrales hidroeléctricas hay que verla en un contexto más amplio que todavía se está desarrollando.
En cualquier caso, se ha hablado de que una empresa pública asuma esas concesiones. ¿El IDAE podría asumir ese papel?
A día de hoy, IDAE ya gestiona centrales hidroeléctricas. Es verdad que son minihidráulicas, más pequeñas, las que llaman fluyentes, no de bombeo, que suben y bajan el agua: simplemente utilizan el movimiento del río. A día de hoy ya operamos infraestructuras renovables. La capacidad técnica la tenemos, eso está ahí. Pero hay un debate mucho más amplio de cuál tiene que ser el papel del Estado en el sistema eléctrico. Y hay unas normas del mercado interior que no permitirían diferir mucho lo que podría hacer con esas centrales. Tienes que participar en el mercado en unas condiciones determinadas. El fin último del Estado es proveer servicios públicos y no maximizar rentabilidad, por supuesto. Pero las normas del mercado son las que son. El Estado no puede hacer dumping en el sector eléctrico, como en ningún otro. Eso forma parte de este debate. La capacidad técnica la tenemos, pero estamos un poco a esa decisión mucho más estratégica que todavía no ha culminado.
El Estado no puede hacer dumping en el sector eléctrico, como en ningún otro
En la COP de diciembre de 2019 decía que probablemente España pueda adelantar a 2040 el objetivo de un sistema 100% renovable. ¿Lo mantiene?
Lo mantengo. Incluso en el COVID, cuando la economía se ralentizaba, el autoconsumo siguió despegando. Y la reflexión es esa, que a lo mejor nos hemos quedado cortos en la estrategia. En las subastas [de renovables] ha habido muchísima más oferta de MW de la disponible. Incluso a final de año, en un contexto de precios de mercado muy altos. La tendencia podía ser no presentarse porque puede dar más dinero vender en el pool que garantizándose un precio a largo plazo. La reacción de las empresas y la ciudadanía ante los altos precios es que las renovables son la respuesta, y eso se ha entendido muy bien. Todas las señales nos siguen llevando a que el despliegue renovable en España como poco se mantiene o acelera. Así que creo que podremos llegar a ese 100% de renovables eléctricas muchísimo antes de 2050.
7