La marca de Bankia desaparecerá en verano con la conversión paulatina en oficinas de CaixaBank
La desaparición de Bankia de las calles ya tiene fecha: el próximo verano. Así lo ha anunciado su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, en la última presentación de resultados de la entidad rescatada en 2012. Como ya se avanzó, con motivo de la fusión de Bankia con CaixaBank, todas las oficinas de la primera pasarán a operar bajo la marca de la segunda. “El proceso empezará poco después del cierre mercantil”, según a avanzado Goirigolzarri. Se espera que la fusión sea efectiva antes de finales de marzo.
Una vez se consolide esta unión, Goirigolzarri ha apuntado que el proceso llevará “tres o cuatro meses”, dependiendo de que efectivamente se reciban las autorizaciones pertinentes durante el periodo previsto. De este modo, las 2.127 oficinas de Bankia, salvo aquellas afectadas por el recorte de la red, se irán trasladando a CaixaBank, desapareciendo con ello la marca que nació en 2011 tras la unión de siete cajas de ahorros, entre ellas Caja Madrid. “Nuestra idea es que el proceso de cambio de marca se produzca inmediatamente después de la fusión, pausada pero rápida”, ha señalado el que posteriormente será presidente de CaixaBank.
El grupo financiero se ha despedido este jueves de las presentaciones de resultados, convencido de que cuando se presenten las cuentas del primer trimestre de este año, ya le corresponda a CaixaBank. Goirigolzarri ha asegurado que el proceso sigue los trámites esperados. “Nuestra expectativa, con respeto a las decisiones de la CNMC, es que no esperamos ningún tipo de restricciones”, ha apuntado el presidente de Bankia, quien ha defendido que, pese a que en algunos negocios se alcanza una cuota del 25%, no supone un descenso de competencia en el sector. “Durante estos años, el sistema bancario español ha tenido un proceso de concentración muy importante, pero los niveles de competencia no han bajado, han subido”, ha subrayado.
Aunque la fusión con CaixaBank es inminente, todavía quedan algunas cuestiones sobre la nueva entidad que no se han concretado, como cuál será el volumen de recorte de oficinas y plantilla o cómo se compondrá finalmente el nuevo comité de dirección del banco con la unión de ambas entidades. Una de las dudas será cuál sea el papel del actual consejero delegado de Bankia, José Sevilla. Respecto a esto, Goirigolzarri ha evitado hacer ninguna valoración, aduciendo que se ha empezado a trabajar en ello durante este mes y todavía no hay ninguna decisión tomada.
El banco ha cerrado su último ejercicio con un beneficio de 230 millones de euros, lo que supone un fuerte recorte de casi el 58% respecto a los resultados de 2019. Se achaca este descenso, principalmente, a los 505 millones de euros que la entidad tiene reservados como provisiones ante el previsible deterioro del balance provocado por la pandemia del coronavirus. Los ingresos han sido de 3.088 millones de euros, con una caída de algo menos del 5%, pero sostenidos por el fuerte avance de las comisiones gracias a negocios como los fondos de inversión o los planes de pensiones.
Además, Bankia destaca la evolución del cuarto trimestre del año, que refleja un crecimiento del resultado 'core' del 10,8% sobre el mismo periodo de 2019. El resultado 'core' del último trimestre ha sido, según el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, el más alto de los últimos tres años, superando en un 11% al de 2019 y en un 24% al de 2018. Asimismo, la tasa de morosidad se ha situado en el 4,7% en 2020, frente al 5% en que se encontraba un año antes, y la ratio de cobertura sube 4,2 puntos porcentuales con respecto a diciembre del año 2019 y alcanza el 58,2%.
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