El número de “ultra millonarios” creció un 4% en España en 2017, según Oxfam Intermón
Los más ricos se multiplican en España. El número de “ultra millonarios”, aquellos cuyos activos netos equivalen o superan los 40 millones de euros, aumentó en 2017 un 4% respecto el año anterior, hasta las 1.690 personas, según un informe de Oxfam Intermón. La organización ha publicado este lunes dos informes, uno sobre España y otro a nivel mundial, en el que denuncia que la desigualdad se está cronificando y la recuperación económica tras la crisis no está llegando a todos por igual.
La ONG advierte de que, desde el año 2008, la participación en la riqueza neta del 50% de personas más pobres ha disminuido en España en más de 4 puntos porcentuales, mientras que la del 1% de personas más ricas “se ha ampliado en casi 7 puntos”.
En los años de recuperación económica, desde 2014 a 2018, “esta distribución de la riqueza apenas ha variado”, denuncia Oxfam. El estudio arroja una cifra de la desigualdad actual: el 10% de las personas más pudientes en España concentra más riqueza neta (un 55%) que todo el resto de la población junta. En 2009 concentrada un 47%.
Casi la mitad de toda esa riqueza del 10% más rico está en manos del 1% con más ingresos. Acumulaban el 24% de la riqueza neta nacional en 2018, apunta Oxfam, un porcentaje que ha engordado desde la crisis. En 2009 era del 17%.
La otra cara de la moneda es la participación del 50% con menos ingresos en la riqueza nacional. En su caso, su acumulación de riqueza se contrae: del 11,5% en 2009 al 7% el año pasado.
La caída de la clase media-baja
La organización internacional señala a la que llama la “clase media-baja” como una de las principales víctimas de la crisis, además de las personas en el grupo más pobre. Con una división de la población en cuatro grupos según su renta (los de menos ingresos, la clase media-baja, la clase media-alta y la población más rica), Oxfam apunta que desde los 70 a los 2000, los colectivos extremos se reducían en beneficio de las clases medias.
Si en 1973 el grupo más pobre incluía al 19,8% de la población, en el año 2000 este grupo se reducía hasta el 26,6%. Los más ricos pasaban del 9,5 al 8,2% en el mismo periodo.
En cambio, los datos de 2010 y 2014 (los últimos que aporta el estudio), arrojan un gran aumento del grupo de población con menos ingresos, que alcanza al 32 y 33% de la población respectivamente. Crece a costa de la merma de la clase media-baja, que se contrae desde el 43% al 31,1%, entre el 2000 y 2014. La clase media-alta se mantiene más o menos estable: del 23% en el año 2000 al 24% en 2014. Por último, el grupo más rico aumenta, del 8 al 11% en esos cuatro años.
La pobreza se enquista
El informe 'Desigualdad 1- Igualdad de oportunidades 0. La inmovilidad social y la condena de la pobreza' de Oxfam Intermón alerta también sobre el limitado impacto de la recuperación económica en la población pobre en España. La crisis incrementó el porcentaje de hogares por debajo del umbral de la pobreza (con ingresos inferiores al 60% de la renta mediana), en 2,4 puntos entre 2008 y 2014, pero desde entonces este dato solo ha mermado en 0,6 puntos.
Así, la pobreza aumentó durante la crisis cuatro veces más de lo que se ha reducido con la recuperación. Oxfam Intermón subraya además, como arrojan los últimos datos del INE, que las personas empobrecidas son más pobres de lo que eran antes de la recesión. “No solo no somos capaces ya de reducir la tasa de pobreza, sino que además nuestra pobreza es más aguda”, alerta el estudio. Un ejemplo de ello es el número de hogares en los que no entró ningún tipo de ingreso: aumentaron en 16.500 en el año pasado, apunta Oxfam, hasta los 617.000.
La factura de esta pobreza y la ausencia de medidas que la atajen se ceba con la salud y las expectativas educativas y laborales de la población con menos ingresos. Los menores que viven en el 20% de los hogares más pobres “abandonan los estudios sin un título de bachillerato o formación profesional 11 veces más que los que provienen del 20% de familias con más ingresos”, recoge el estudio. Si atendemos a la esperanza de vida, la brecha entre los barrios más pobres y más ricos de Barcelona llega a los 11 años de diferencia y a los 7 años en el caso de Madrid.
La organización internacional publica estos datos como una llamada de atención con motivo de la celebración del Foro Económico Mundial en Davos. Oxfam Intermón defiende que esta desigualdad y pobreza tiene responsables con nombres y apellidos, que se refugian en el sistema económico actual y en las instituciones. “El problema es solucionable”, sostiene Lara Contreras, responsable de Relaciones Institucionales de Oxfam Intermón, pero hay que tener voluntad política para ello.
La ONG exige al Gobierno de España varias medidas para plantar cara a la desigualdad. En resumen, propone tres planos de actuación urgente: combatir la precariedad laboral con un aumento de los salarios más bajos y reduciendo los niveles de temporalidad y parcialidad en el trabajo; aumentar la inversión en protección social, con un sistema de garantía de ingresos como un derecho “no sujero a la disponibilidad presupuestaria”; y garantizar la financiación de estas medidas gracias a la equiparación de la presión fiscal de España a la media de la zona euro en los próximos tres años (de la que nos alejamos en 6,9 puntos del PIB).
La premisa de la ONG parte de que la pobreza y la desigualdad no son una lacra inevitable. En España, con nuestro sistema de transferencia de rentas no sale de la pobreza “ni una de cada cuatro personas”, mientras que el Dinamarca, Irlanda y Finlancia consiguen salir “una de cada dos”, apunta Oxfam. “Si otros países lo hacen es porque se puede”, sostiene Contreras. Pero, como indican las cifras de los últimos años, la solución no llegará sola de mano de la recuperación económica.