100.000 m2 de innovación para apuntalar el Distrito 4.0
Rápida, silenciosa, trazable, modular, personalizada, escalable. La industria 4.0, la manufactura que incorpora las tecnologías digitales, desde el internet de las cosas (IoT), el cloud computing o la robótica hasta el análisis de datos, la inteligencia artificial o el machine learning, en sus instalaciones de producción y en todas sus operaciones, va tomando forma. Y en el próximo año y medio, con la ampliación de DFactory Barcelona, la catedral de la industria 4.0 en la capital catalana, se materializará la creación del gran Distrito 4.0 para toda la Región Metropolitana de Barcelona.
Impulsado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), el proyecto se inscribe en el marco del Itinerario hacia la Década Digital, el programa que establece los objetivos digitales específicos que los países de la Unión Europea pretenden alcanzar hasta 2030. Su objetivo es que la actividad y el espíritu de DFactory Barcelona irradien los casi seis millones de metros cuadrados del polígono industrial hasta convertir la Zona Franca de Barcelona en un gran polo de atracción de talento, inversión, negocio y de actividad económica que repercutirá en la economía de la ciudad y del conjunto del país.
“El Distrito 4.0, de alguna manera, supone volver a los orígenes del polígono industrial de la Zona Franca, hace 70 años, cuando SEAT y Motor Ibérica estaban impulsando la industria de la automoción, que estaba evolucionando rápidamente y era motor de progreso para Barcelona y para el conjunto del Estado. Ahora buscamos convertir la Zona Franca en un Distrito 4.0, de toda la región metropolitana y como referencia mundial en industria 4.0, con DFactory como elemento central”, manifestó Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB, en la última edición de BNEW.
“En los próximos años focalizaremos nuestros esfuerzos en conseguir que el polígono industrial de la Zona Franca de Barcelona, al que vienen cada día miles de personas a trabajar, forme parte del imaginario de la ciudadanía. Es decir, esto es ciudad, aquí pasan cosas interesantes que tienen que ver con la tecnología, las oportunidades y el mundo laboral. Nuestro propósito es que toda esta zona sea realmente un espacio urbano que se integre en el pensamiento de la ciudadanía de la Región Metropolitana de Barcelona. Todo ello, sumado al espíritu 4.0 que ya irradia el DFactory Barcelona, nos convertirá en el Distrito 4.0”, prosiguió Navarro.
Innovación para atraer talento
Con una inversión de 100 millones de euros, la segunda fase de DFactory sumará 80.000 metros cuadrados a los actuales, de modo que el nuevo distrito contará con 100.000 metros cuadrados destinados a la innovación, la tecnología y la sostenibilidad. Hoy en día DFactory es un ecosistema de innovación abierta de 17.000 metros cuadrados, que alberga a 35 empresas multinacionales, medianas y pequeñas compañías y centros de investigación que desarrollan proyectos pioneros en el terreno de la impresión 3D, la robótica, la ciberseguridad, la realidad aumentada y virtual, la sensórica, la inteligencia artificial, el blockchain o la nanotecnología.
El Distrito 4.0 se ha concebido para constituir un polo de innovación tecnológica. Un foco de atracción de talento nacional e internacional, teniendo en cuenta la perspectiva social y económica, para que los profesionales y perfiles cualificados que harán realidad el avance de la industria 4.0 quieran formar parte de este entorno disruptivo.
Este nuevo espacio permitirá atraer inversiones, captar y retener talento y generar oportunidades para el territorio. “El Distrito 4.0 nos permitirá crear riqueza y nuevas oportunidades de negocio, consolidando el papel clave de Barcelona como capital de la industria 4.0. Una ciudad pionera, cuna del talento tecnológico y la digitalización, donde las empresas pueden beneficiarse de un ecosistema de conocimiento y talento especializado. Visualizamos un gran polo de proyectos, negocios y conocimiento”, expuso Blanca Sorigué, directora general del CZFB.
Ubicación estratégica
“Muchas multinacionales nos explican que para decidir su ubicación en el mundo ésta debe tener tres cosas fundamentales: talento debidamente formado capaz de adaptarse a las necesidades cambiantes de las empresas; conectividad con el mundo, y un sólido ecosistema con buenas universidades y centros tecnológicos”, explicó Pere Navarro. “Barcelona tiene todos estos ingredientes y la Zona Franca de Barcelona reúne estas condiciones”, añadió.
El polígono industrial de la Zona Franca cuenta con una ubicación estratégica, con buenas infraestructuras de transporte y comunicaciones, junto al puerto y al aeropuerto de Barcelona y a pocos kilómetros de la ciudad. Este enclave lo convierte en puerta de entrada de la Unión Europea y en puente natural y cultural hacia el norte de África e Iberoamérica. Actualmente 317 empresas desarrollan allí su actividad, por lo que se alza como una de las mayores y más activas áreas industriales de España.
