Ecologistas y pescadores, enfrentados tras entrar en la lista de invasoras la carpa y el cangrejo rojo
Algunas de estas especies estaba incluidas en el listado de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. En concreto la carpa, situada al mismo nivel que el camalote, la planta invasora que está causando estragos en el Guadiana.
El nuevo listado de especies invasoras incluye a especies mue presentes en la naturaleza extremeña, y pero no por ello menos peligrosas para los ecosistemas.
Junto a la carpa, extendida en todos los embalses y largos artificiales de la región, se incluye en el listado de invasoras a la trucha arco iris, que se deja ver por la Vera y el Jerte. También el cangrejo americano, una especie que se comercializa y que ha colonizado gran parte de las riveras de la región. Pero hay más, por ejemplo el arrui, una especie de Marruecos presente hoy en el entorno de Monterrubio, donde hay fincas en las que se cazan de estos ejemplares es un modo de negocio, pagándose más de 1.000 euros por los trofeos.
Todas ellas acaban de entrar en el listado después de que la Sala de lo Contencioso del Supremo haya anulado las excepciones de la normativa que permitía la caza o pesca de algunas de estas especies, la comercialización de otras o las explotaciones de cría. La inclusión en este catálogo conlleva la prohibición genérica de posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, incluyendo el comercio exterior.
Enfrentados
Se trata de un paso adelante en la conservación de los ecosistemas extremeños, y un impacto muy negativo para el empleo y la economía que rodea a la pesca.
La medida ha enfrentado a conservacionistas y pescadores. Y ante la disputa Ecologistas en Acción, que recurrió el listado del supremo junto a SEO/Birdlife y la Asociación para el Estudio y Mejora de los Salmónidos, lanza un mensaje alto y claro: las sentencias están para cumplirse.
Comenta Ramón Alvarado, coordinador regional de Ecologistas en Acción en Extremadura, que la decisión se basa en informes científicos del CSIC y otros expertos que prueban el carácter invasor y la amenaza grave que suponen sobre las especies autóctonas, el medio ambiente y los hábitats y ecosistemas.
Efectos sobre el ecosistema
Ecologistas dice que estas especies pueden afectar de una forma muy variada a las especies autóctonas, a las que las invasoras pueden privar de alimentos o también romper los equilibrios ecológicos de las zonas. Se refiere al caso del al arrui o carnero de Berbería, que según explica en Murcia, tras dos décadas conviviendo en el terreno, fue causante de la propagación de un brote de sarna.
Apunta a más ejemplos, como el caso del pato malvasía, que ya no anida en la laguna de Zóñar, en Andalucía, debido a la gran cantidad de carpas que hay en esta laguna y su perjudicial acción sobre el ecosistema, provocando también problema de eutrofización de las aguas.
¿Qué opinan pescadores y cazadores?
El coordinador nacional de la recién creada Plataforma en Defensa de la Pesca, Carlos Bueno, afirmaba días atrás en el programa 'Ahora Extremadura', de Canal Extremadura, que el Supremo se equivoca porque ha habido una serie de modificaciones que han ido poniendo parches a la normativa inicial de 2007. Dice que una cosa son las especies autóctonas o invasoras, pero otra las alóctonas de interés deportivo (la carpa o black bass), de interés social (la trucha) y de interés económico (el cangrejos rojo).
Así asegura que la normativa de 2007 fue “oscura, en la que nadie ha podido participar, y a partir de ahí se pusieron parches”. También que toda la potestad que se daba a las comunidades para gestionar la actividad de la pesca en sus embalses ha desaparecido.
El representante de los pescadores hace alusión a la pérdida de los puestos de trabajo, junto a la facturación de las empresas de pesca, recolectores de cangrejos o los guías de pesca en un mercado turístico internacional desde Extremadura. “No nos damos cuenta de la repercusión de zonas como el Cíjara u Orellana, además de la repercusión social con especies que llevan cientos de años en nuestras aguas, y lo que se puede es desequilibrar de nuevo al ecosistema”.