1.000 muertos en las residencias vascas o cómo el 5,6% de los mayores internos ha fallecido con COVID-19
Las residencias vascas han superado en los últimos días la cifra de 1.000 fallecidos durante la pandemia. Son ya 1.010 las defunciones registradas en los centros de mayores de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, incluida la muerte de un trabajador de Caser Alto del Prado de Vitoria. Y hay al menos otras 32 que se consideran “sospechosas”, todas en Bizkaia. El primero en morir se llamaba Esteban, era residente del complejo de Sanitas en el barrio de San Martín de Vitoria, contrajo el coronavirus a finales de febrero y falleció en el hospital de Txagorritxu. Los dos últimos han sido notificados este lunes: un interno de la residencia de Ajuria -también ubicada en ese mismo barrio de Vitoria- y un usuario de la residencia Iurreamendi de Tolosa.
Hasta el domingo 24 de enero eran 3.384 los fallecidos totales que había dejado la COVID-19 en Euskadi, por lo que tres cada diez decesos por la pandemia se han concentrado en estas residencias. La tasa de mortalidad del coronavirus ha sido del 5,6% de la población residenciada, unas 18.000 personas, cuando en la población general es del 2,5% de los contagios y del 0,15% del total.
No hay estadísticas generales sobre la incidencia de la pandemia en las residencias, pero las estimaciones de elDiario.es/Euskadi con datos recogidos desde marzo de 2020 hasta el 1 de febrero de 2021 muestran un total de 7.607 positivos totales, incluidos los trabajadores infectados. En cuanto a los mayores, 3.737 en Bizkaia, 1.387 en Gipuzkoa y 977 en Álava habrían contraído el Sars-Cov-2 y, de ellos, han perdido la vida 486 (el 13%), 321 (23%) y 203 (20%) respectivamente. La mortalidad ha sido mucho más elevada en los centros guipuzcoanos y alaveses que en los vizcaínos. En la primera ola, en este territorio solamente se daban datos de mortalidad una vez al mes y en la segunda sí se actualizan constantemente pero no se concreta el origen de los fallecidos.
Por olas, 624 personas fallecieron entre marzo y julio en las residencias y 386 desde agosto hasta ahora. En Bizkaia y Álava, la letalidad del coronavirus ha sido mucho menor en la segunda ola, pero no ha ocurrido lo mismo Gipuzkoa. No se han facilitado datos para discernir con mayor claridad la procedencia de los muertos (si estaban en centros públicos o privados), si eran hombres o mujeres o su edad exacta.
Las estimaciones muestran que el centro con más fallecidos ha sido la residencia Iturbide de Arrasate-Mondragón, con 26 decesos, todos en la primera ola. También en Gipuzkoa se registaron 25 muertes en San José de Ordizia, reconvertido en la segunda ola en centro de referencia para el aislamiento de casos más leves. El complejo GSR Debagoiena de Aretxabaleta acumula 24 muertes. En este centro quedan aún 15 mayores infectados y se siguen registrando algunos fallecimientos. En Álava es Caser Alto del Prado el punto con más fallecidos (23) seguido de Sanitas San Martín (19), la primera residencia con positivos y muertos en Euskadi y la primera que entró en cuarentena en España allá por el 8 de marzo. En el caso de Bizkaia, con la precaución por la menor cantidad de datos, DomusVi Ribera de Bilbao, con 21 fallecimientos, es el centro más castigado.
Según los datos recabados este lunes y en el fin de semana, en Euskadi quedan activos 30 brotes de coronavirus en residencias en esta fase intermedia entre la llegada de las vacunas (27 de diciembre) y la previsible inmunización total (se estima para finales de febrero). Se reparten en 16 en Bizkaia, 7 en Álava y 7 en Gipuzkoa. Los casos activos se elevan a 347, la mayoría vizcaínos.
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