Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Las mujeres necesitamos ayuda, colaboración y compromiso
El 25 de noviembre es el día contra la eliminación de todas, absolutamente todas, las formas de violencia contra las mujeres por el mero hecho de serlo.
Estos días hemos tenido noticia de que dos mujeres, dos amigas, dos hermanas han sido agredidas por sus parejas en Gasteiz y Donostia respectivamente, dos más. Estas agresiones me han conectado con lo que decía el Lehendakari Urkullu hace unos días. Pedía a la sociedad que “esté atenta” a las mujeres que puedan sufrir violencia machista porque estas mujeres necesitan “ayuda, colaboración y compromiso”. Es curioso que quien gobierna pida ayuda y no sea él quien pegue un puñetazo sobre la mesa y ponga las herramientas de ayuda necesarias y que estas no revictimicen a las víctimas, que pida colaboración y que no veamos colaboración alguna con mujeres expertas en la materia, víctimas supervivientes y movimiento feminista para ir a la raíz del problema y es curioso que pida compromiso a la sociedad y que no veamos, por parte de su gobierno, un compromiso transversal, global y real en todas la políticas de este gobierno y con los recursos necesarios para poner fin a esta vulneración de Derechos Humanos que nos acaba matando.
Este 2020 está siendo un año extraño, diferente, donde nuestras libertades se han visto mermadas por una pandemia mundial. También está siendo el año en el que miles de mujeres, niños, niñas y adolescentes han sido obligadas a permanecer secuestradas en la cárcel de las violencias. En sus casas, sin salir, conviviendo de forma permanente con su agresor. El Covid-19 y las violencias machistas han resultado ser una combinación muy peligrosa. Desde la OMS ya se alertó sobre esta combinación e instó a los gobiernos a tomar medidas urgentes para la prevención y asistencia de las víctimas.
Durante los meses de confinamiento disminuyeron las demandas judiciales y los arrestos fruto de las limitaciones que tenían las mujeres para poder denunciar y solicitar ayuda ante las violencias. Las mujeres han estado obligadas a convivir con sus agresores, sin contacto con el exterior y sin opciones para poder denunciar su situación. Durante el estado de alarma las peticiones de asistencia a víctimas de violencias machistas, en el estado español, se elevaron a 29.700, un 57,9% más que el año anterior. El incremento de las llamadas al 016 fue de un 41,4% y el de las consultas online del 457,9% respecto a 2019. En Euskadi 4.781 mujeres reciben algún tipo de protección por parte de la Ertzaintza, cifra que ha aumentado con respecto al año pasado.
Durante los meses de confinamiento disminuyeron las demandas judiciales y los arrestos fruto de las limitaciones que tenían las mujeres para poder denunciar y solicitar ayuda ante las violencias
Resulta curioso como ante estas decisiones políticas para parar una pandemia no se haya tenido en cuenta, desde el principio, lo que suponía este encierro para todas esas mujeres que están sufriendo violencias machistas, o es que alguien pensaba que esto se solucionaría con el encierro?. Los gobiernos no han estado atentos en cuanto a la necesidad de tomar decisiones que contemplaran la ayuda, colaboración y compromiso con las mujeres que están sufriendo violencias machistas.
Una vez más las mujeres hemos sufrido las consecuencias de medidas sin perspectiva de género, una vez más los gobiernos se han olvidado de nosotras. Es urgente comprender la dimensión estructural de las violencias contra las mujeres en el marco de una sociedad que está siendo paulatinamente despojada de derechos sociales y de libertades públicas, porque todo recorte de derechos y recursos recae, aún más negativamente, sobre los cuerpos y vidas de las mujeres. La ausencia de recursos materiales para las mujeres víctimas y la falta de inversión social en políticas preventivas y educativas con hombres, además de la falta de inversión por una educación afectivo sexual en igualdad con las generaciones más jóvenes y dentro del currículo escolar, está haciendo que la sociedad genere cada año casi 100 asesinos nuevos de mujeres en el Estado español.
Es necesario repensar las respuestas y el apoyo que se ofrece a las mujeres, siempre, también en tiempos de pandemia, es imprescindible aumentar la especialización de las instituciones y los servicios deben ser más y mejores. Son necesarias medidas reales y urgentes contra las violencias machistas, con presupuesto, con profesionales especializados en todas las ramas. Además estas medidas tienen que ser revisables y evaluables, tienen que incorporar todos los tipos de violencia contra las mujeres (física, psicológica, económica, sexual...) y en cualquiera de sus ámbitos de manifestación (familiar, pareja/relación, laboral, social, institucional...), tienen que ser transversales a todas las políticas públicas y en las que deben trabajarse y volcarse específicamente actuaciones dirigidas a situaciones de especial vulnerabilidad.
Sr. Urkullu, esté atento, ayude, colabore y demuestre, con políticas valientes y dotadas de recursos, su compromiso con las mujeres víctimas de violencias machistas.
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