Denuncian el fallecimiento en Irún de un eritreo que probablemente se disponía a cruzar la frontera
Irungo Harrera Sarea ha exigido a las instituciones que esclarezcan la muerte el pasado domingo de un joven ciudadano eritreo en Irún, quien se habría quitado la vida ahorcándose en la parte trasera del polideportivo Azken Portu de la localidad guipuzcoana. La red ciudadana ha reclamado a las administraciones que “dejen de normalizar el racismo, la discriminación y la posibilidad de muerte como algo natural a las migraciones”.
Según recoge Europa Press, portavoces de Irungo Harrera Sarea han leído un comunicado en el que explican que el pasado domingo, hacia las 8.30 horas, una mujer encontró el cadáver de un hombre ahorcado en la parte trasera del polideportivo Azken Portu. La red ha podido saber que se trata de “un ciudadano eritreo, joven, que no está empadronado en Irún, y no tiene ningún recorrido por la EPA de la localidad, y no hay registro de que haya pasado por ningún recurso de acogida municipal ni otro”. “No tenía ningún documento de residencia y la comunidad eritrea de Irún no lo conoce, es decir, estamos ante un fantasma. Con nombre, apellido y familia en Eritrea, según la investigación de la Ertzaintza”, han destacado.
Irungo Harrera Sarea trabaja con la hipótesis de que “este fantasma es por su origen, su edad aproximada y su falta de arraigo en la zona, muy probablemente un migrante en tránsito”. A su juicio, se trataría de un joven que “probablemente entró en Europa por Italia, dado su país de origen, trató de llegar a Francia o Alemania, y en un momento dado llegaría a Irún para pasar a Francia”.
La red ha denunciado el “hostigamiento” que sufren las personas migrantes y que “a menudo acaba en muerte”. En esa línea, ha considerado que las administraciones vascas, que “nos hacen ver que quieren acoger y paliar estas políticas deshumanizadoras y racistas”, están “jugando un muy insuficiente papel”. “Se ocupan y preocupan en definir a migrantes en tránsito de una manera restrictiva y desfavorecedora para ellas y, consecuencia de ello, este pasado mes de marzo Irungo Harrera Sarea ha registrado más de 30 pernoctaciones en calle y sin acceso a ningún recurso y ahora, una persona muerta que se quiere presentar como suceso fortuito y descontextualizado”, han criticado. En ese sentido, han censurado que se quiera “convertir al fallecido en fantasma, en lugar de reconocer que es muy probable que esta muerte sea una consecuencia de las nefastas prácticas contra el fenómeno migratorio, contra las personas”.
Por todo ello, han exigido a las instituciones que forman la Mesa interinstitucional para la acogida en Euskadi que “esclarezcan lo ocurrido con la persona muerta y faciliten su identificación, comunicación con la familia y la repatriación del cuerpo” y que “hagan política en las instancias pertinentes para que se revisen y amplíen los criterios restrictivos, discriminatorios e insuficientes de acogida que afectan a las personas migrantes que llegan a Irún”. Además, les han pedido que “dejen de esconderse tras su limitación de competencias y hagan política para que se abra la frontera racista de Hendaia” y han advertido de que, si esta situación continúa, “tendremos otra muerte en aguas del Bidasoa o en sus riberas”. Finalmente, Irungo Harrera Sarea ha llamado a concentrarse este jueves a las 18.00 horas en la Plaza San Juan de Irún.
Por su parte, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, preguntada por los periodistas por este suceso, ha afirmado que desde el Gobierno vasco no conocen su identidad, únicamente que era “una persona de origen eritreo, tenía 21 años, y no ha sido atendida en ninguno de los recursos previstos para este colectivo de personas migrantes en tránsito”. Artolazabal ha lamentado este trágico suceso y ha mostrado su solidaridad con “todas las personas que se encuentran en situaciones similares”. Según ha dicho, el suicidio “es el último recurso”, y ha apuntado que “hay que ayudarles ”en todo lo posible“ para que no se produzcan situaciones como esta.
0