Euskadi augura restricciones a la vuelta de Semana Santa en la jornada con más positividad desde noviembre y con Vitoria al borde de la alerta roja
El patrón se repite. Ocurrió después del verano, después de Navidad y ahora parece que después de Semana Santa. El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha señalado este viernes que “la transmisión va en aumento” y que, “si eso no cambia”, tocará “sin duda” adoptar nuevas restricciones para contener la expansión de la COVID-19 en Euskadi, que vive la quinta escalada de la pandemia después de las de marzo, agosto y noviembre en 2020 y la que siguió a la Navidad. Vitoria, por ejemplo, ya está de nuevo en nivel de alerta roja y abocada a un confinamiento perimetral y a cerrar el interior de la hostelería salvo para desayunos y comidas a la vuelta del puente festivo. Y otro dato: la positividad del 9,1% es la más alta desde principios de noviembre ya que ni siquiera en la ola de enero y febrero se había llegado a ese nivel. La tasa de incidencia acumulada es exactamente el doble de la media española: 308 por 154.
Son ya tres semanas consecutivas con un imparable incremento de casos y aunque el repunte ya era evidente después de puente de San José, Euskadi optó por modular algunas de sus decisiones para que, por ejemplo, quienes tuvieran una reserva vacacional en Semana Santa no la perdieran. El último informe de datos del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) de este Viernes Santo muestra que se han detectado 567 nuevos positivos entre las 6.223 pruebas PCR y de antígenos realizadas, 264 en Bizkaia, 207 en Gipuzkoa y 92 en Álava (y cuatro o de fuera o sin residencia conocida). Es en Gipuzkoa donde más está acelerándose la cadena de contagios, ya que la tasa es un 36% más elevada que hace siete días y su R0 (casos originados por cada positivo) llega a 1,19, cuando la media vasca es de 1,08 (y en Álava incluso ha bajado ligeramente de 1, indicativo de un posible frenazo en la expansión).
Eso sí, Vitoria y Álava continúan con la peor situación epidemiológica. A la capital se le atribuye una tasa de incidencia a 14 días por cada 100.000 habitantes de 399,86, prácticamente a un solo infectado más de entrar en nivel rojo de alerta. Bilbao no se queda lejos, en 379,53, por lo que de aquí al martes, cuando se haga la revisión de municipios con más de 400 para aplicarles las medidas más altas podría estar también en el listado. Hasta el momento, han superado ese umbral entre las localidades más grandes Elorrio, Ermua y Ondarroa en Bizkaia y Arrasate/Mondragón, Beasain, Lazkao, Legazpi, Oiartzun, Ordizia, Urretxu, Usurbil y Zumarraga en Gipuzkoa. Los 18 casos de la residencia de Segura, por otro lado, son los únicos detectados en el municipio en las últimas tres jornadas y han disparado la tasa por encima de 1.500.
La pandemia está especialmente activa entre los adolescentes de 13 a 18 años, con tasas por encima de 400, mientras que el efecto de la vacunación se nota entre los octogenarios, con la mitad de incidencia. En cuanto a las hospitalizaciones, son 375 las personas ingresadas después de 46 hospitalizaciones nuevas en Jueves Santo. De esas personas, 91 ocupan puestos de UCI por sus cuadros críticos de COVID-19, el mismo número que hace dos semanas y la cuarta jornada seguida de subidas. Son casi el 30% de las camas totales disponibles, cerca del umbral del 35% que se considera como indicativo de máximo tensionamiento asistencial.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.
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