EH Bildu se desmarca del rechazo a los homenajes a presos de ETA excarcelados: “No se burlan de las víctimas”
El Parlamento Vasco ha aprobado en el breve pleno de este jueves y por amplia mayoría –pero no por unanimidad– una resolución de rechazo a los “actos de reconocimiento con ostentación pública a los presos de ETA que salen de prisión”, ya que suponen una “revictimización” para los afectados por el terrorismo y son una “dificultad añadida para la construcción de una convivencia democrática”. El texto ha partido del PP y se ha logrado una redacción conjunta apoyada también por PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos. Sólo EH Bildu se ha desmarcado del acuerdo. Según su portavoz, Julen Arzuaga, “los 'ongi etorri' no tienen ninguna voluntad de burlarse de las víctimas o de incrementar su sufrimiento”, al tiempo que ha defendido el silogismo de que, sin presos o con otra política penitenciaria, no habría este tipo de recibimientos.
Arzuaga, que es abogado de profesión, ha intervenido en la tribuna de la Cámara al modo de un penalista en un juicio, buscando un debate jurídico frente al resto de portavoces, que pedían a EH Bildu y singularmente a Sortu una valoración ética. Ha asegurado Arzuaga que en las reflexiones de otros partidos y medios de comunicación sobre este particular “se mezclan términos”. Ha indicado que “homenajear es un delito” y que “eso no ocurre” con los expresos de ETA que terminan su condena –con algunos, ya que los arrepentidos que se acogieron a la 'vía Nanclares' no tienen la misma bienvenida–. “Se acoge a una persona, no se homenajea nada”, ha repetido para asegurar que estos actos “simplemente” denuncian las “condiciones muy duras en la cárcel” de determinadas personas que son “algo más” que un mero “currículum criminal”.
“Son expresiones de acogida a la persona. No se pueden vincular con la apología de organizaciones que afortunadamente ya no existen”, ha continuado Arzuaga, que incluso ha subrayado que la Audiencia Nacional todavía no tiene un criterio fijo a la hora de castigar los 'ongi etorri' aunque ha advertido que “un amigo de un preso” ya ha sido imputado por participar en uno de ellos. Ha añadido que la izquierda abertzale reconoce a “todas las víctimas”. En ese sentido, ha asegurado que los presos de ETA también lo son porque han sufrido “incomunicación, torturas, aislamiento, dispersión y denegación de permisos”.
“Hoy es un día malo para usted y para lo que usted representa. Con su discurso lo que trata es de manipular la realidad”, le ha afeado a Arzuaga el representante del PP, Carmelo Barrio, que ha lamentado que en Euskadi se “jalee” a los terroristas y que este verano se haya producido un repunte. Ha aportado un dato: desde que en febrero de 2018 la Cámara debatió sobre este particular se han celebrado otros 80 homenajes. “Si antes era la violencia terrorista, ahora es la radicalidad lo que más aleja al País Vasco de la convivencia”, ha apostillado.
El PP ha hecho un “llamamiento” a las instituciones para que impidan este tipo de actos. En la propuesta original, en efecto, se recogía el verbo “impedir”. Pero la redacción final cerrada por los 'populares' con PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos plantea más en genérico que los poderes públicos deberán “garantizar las políticas de reconocimiento, verdad, justicia y reparación debidas a las víctimas” y “redoblar los esfuerzos para promover activamente la deslegitimación del uso de la violencia”.
Desde la bancada del PSE-EE, Txarli Prieto ha articulado un discurso muy contundente, en la línea de las reflexiones del delegado del Gobierno de Pedro Sánchez en Euskadi, Jesús Loza, que alertó de que este tipo de recibimientos, singularmente por la participación de jóvenes en ellos, pueden conducir a un “rebrote” de la violencia. Según Prieto, Sortu y “parte de EH Bildu” mantienen “connivencia” y “cercanía” con el terrorismo de ETA. Son “residuos de intolerancia y fanatismo” que prueban, a su juicio, el “doble juego de una parte de la representación política de este país”. “Mientras unos están en las tumbas, otros están satisfechos de que así ocurriera y hacen una fiesta pública”, ha remachado.
Arzuaga ha entrado al trapo y ha reprochado a los socialistas los homenajes a excargos del Estado condenados por los GAL como Rafael Vera y José Barrionuevo. Sobre los niños y jóvenes, ha indicado que también hay que tener en cuenta a los que “todos los fines de semana” tienen que “preparar la mochila” para recorrer miles de kilómetros para visitar a sus familiares presos.
La reducción del debate a una mera disquisición jurídica ha irritado también al portavoz del PNV, Iñigo Iturrate. “No todo lo moralmente reprobable es delito y cualquier sociedad tiene que tener una mínima ética compartida”, ha expresado para reiterar que “matar estuvo mal” y que todo el mundo debería asumir ese principio. “Homenajear o ensalzar es absolutamente rechazable y avergüenza a cualquier sociedad decente. No se trata del 'derecho al abrazo'”, ha añadido recordando unas reflexiones de Arnaldo Otegi sobre estos actos y destacando que no son precisamente bienvenidas improvisadas, sino eventos organizados y preparados.
A Otegi también lo ha citado José Ramón Becerra, representante de Equo y de la coalición Elkarrekin Podemos, pero para recordar que en 2001 era tremendamente beligerante con los homenajes a los GAL. “Arzuaga nos ha querido llevar a un debate terminológico. Pero la clave es para qué se juntan y cuál es el resultado respecto de las víctimas. ¿Aplicamos diferentes consideraciones éticas [a los GAL y a ETA]? No aceptan con estas palabras que matar estuvo mal. ¿Lamentan el daño causado a las víctimas en los homenajes de este verano o no?”, ha manifestado Becerra.
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