Expertos en ética advierten de que exigir la huella digital en la RGI es una medida “muy agresiva”
Representantes del Laboratorio de Investigación e Intervención en Filosofía y Ética (LIFE) han advertido de que la implantación de la huella digital como sistema de identificación para los trabajadores y usuarios de Lanbide es una medida “extremadamente agresiva”. Por eso, han animado a los parlamentarios a que sean ellos y los defraudadores fiscales los primeros en someterse a esta forma de control biométrico. Dos portavoces de este organismo han expuesto en el Parlamento vasco su opinión respecto a la implantación de este controvertido sistema de reconocimiento.
La huella digital es un sistema que identifica a las personas a través del reconocimiento de sus huellas dactilares mediante un escáner. Entre los usuarios de Lanbide, los más numerosos son los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). El Gobierno vasco ha presentado esta medida como un sistema necesario para evitar el “fraude” en la percepción de las ayudas sociales
Según los expertos en ética, la implantación de este sistema puede implicar una “discriminación” de los perceptores de las ayudas sociales. “Los propios datos del Ejecutivo autonómico constatan que las irregularidades en la percepción de las prestaciones sociales es inferior al uno por ciento. No es una medida equilibrada”, han recalcado.
Los representantes de LIFE han criticado que se presente a los usuarios de Lanbide como “sospechosos de fraude”, y han invitado al Gobierno Vasco y a los partidos políticos a empezar a aplicar esta medida “por arriba”, y no en los sectores “más vulnerables” de la sociedad.
De esa forma, han propuesto a los parlamentarios que implanten el sistema de huella digital para perseguir el fraude fiscal y para identificarse ellos mismos cuando acceden al Parlamento autonómico, ya que también ellos son “potenciales comitentes de un crimen de identidad”.
Dificultades técnicas
Además, han alegado dificultades técnicas para implantar este método. Han citado estudios universitarios que constatan que la mayoría de los sistemas de control por huella digital utilizan una lectura “parcial” de las huellas dactilares, lo que provoca posibles errores. Esto se debe a que, si bien no existen dos huellas completas idénticas, sí hay casos en los que una parte de la huella de dos personas reúne las mismas características.
Por otra parte, han denunciado que estos sistemas tienen “muchos aspectos negativos”, y han advertido contra la “falsa dicotomía” que plantean quienes “contraponen la libertad y los derechos fundamentales con el control y la seguridad”.
También han asegurado que, para que exista un “verdadero tratamiento ético” de las personas a las que se aplica la medida, debe existir un consentimiento “expreso e informado por su parte”, pero han asegurado que, al ser un requisito imprescindible para acceder a las prestaciones de Lanbide, el consentimiento que puedan dar los usuarios para someterse a este control biométrico “no es voluntario ni autónomo”.