La falta de financiación aboca a La Naval al concurso de acreedores

La falta de nueva financiación -confirmado ya en la junta de accionistas extraordinaria celebrada este miércoles que el inversos Manuel Del Dago no cumplirá sus compromisos financieros- fuerzan a La Naval a entrar en concurso de acreedores. La fecha tope sigue siendo el 7 de septiembre, pero la decisión ya está tomada y lo que se espera es que la entrada en concurso sirva para la continuidad de la empresa. La Naval cuenta con 1.800 empleos, 215 conforman la plantilla fija del astillero, mientras que el resto está integrado por contratas externas.

Ante esta situación, trabajadores de La Naval y representantes del comité de empresa del astillero se han concentrado este miércoles ante la oficina general de la empresa -minutos antes del inicio de la junta extraordinaria de accionistas de este miércoles- para hacer entrega al director general de la empresa de una petición de reunión “formal y por escrito” para que la traslade a los actuales accionistas de la compañía.

La petición sindical de encuentro dirigida a los accionistas reclama bala reunión “no solo con el consejo de administración actual, sino con todos los socios de la junta y con sus asesores”, según ha precisado fuentes conocedoras de la iniciativa a Europa Press. El objetivo del comité de La Naval es trasladar en esa reunión “negro sobre blanco” cuál va ser el futuro del astillero y “qué es lo que piensan y se pretende hacer en un futuro con este astillero”, han indicado.

Por su parte, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, analizará “por dónde trabajar” el futuro de La Naval y que si, finalmente, se entra a concurso, se tendrá que hacer “un trabajo riguroso” para salir “en una situación beneficiosa”. La consejera ha recordado que “el proceso de salida del concurso también es un proceso que puede ser largo y hay que tomarlo con mucho detalle, con un poco de paciencia y con un trabajo muy riguroso para poder conseguir que se salga en una situación beneficiosa”.

En una entrevista concedida a Onda Vasca, Tapia ha manifestado que, en estos momentos, el objetivo del Gobierno vasco “es ver lo que está ocurriendo”. En este sentido, ha asegurado que son conocedores, “de primera mano, de cómo se están desarrollando los acontecimientos”, ha indicado.

Sin embargo, ha dicho que ella no se quiere adelantar “a lo que pueda ocurrir hoy” en la Junta General de Accionistas para analizar la situación generada tras el agotamiento de los plazos solicitados por el empresario afincado en Miami Manuel del Dago, principal interesado en hacerse con el control del astillero vizcaíno, y la falta de otros inversores dispuestos a suscribir la ampliación de capital.

En este sentido, la consejera ha explicado que hay que ver si existe “una opción o no por parte de Del Dago y en qué condiciones”. “Y, a partir de ahí, qué determinaciones van a tomar los socios. Y el Gobierno continuará trabajando y, una vez finalizada esa Junta General del Accionistas, continuaremos viendo qué opciones existen y por dónde deberemos trabajar, como lo hemos hecho hasta ahora, tanto con los trabajadores, a través de su comité, como con los socios principales con la posibilidad de que Manuel del Dago aparezca ahí y con otras si fuera necesario”, ha indicado.

Empresa con carga de trabajo

En este sentido, ha destacado “la paradoja” de que sea una empresa con carga de trabajo, pero “la deuda la tiene” y hay que preguntarse “cómo ha llegado hasta aquí”. “No suele ser en un caso de estas características un factor únicamente el que conduce a esta situación”, ha añadido. Una idea que ya planteó la víspera el lehendakari, Íñigo Urkullu, después del primer consejo de Gobierno, celebrado en el Palacio de Miramar donostiarra. En concreto, en la gradas de La Naval hay cuatro buques en construcción.

Abundando en ese argumento, Tapia ha recordado que se sufrió el 'tax lease' la pasada legislatura, y también una situación en la que el astillero se encontraba sin ningún pedido. “Todos los astilleros privados en Euskadi iban teniendo pedidos, contratos, y la Naval no los tenía”, ha indicado. Tras precisar que se superó también esa situación, ha dicho que en la actualidad “hay contratos, hay capacidades y, sin embargo”, existe “una situación muy compleja”.

“Eso significa que también, además de la parte de 'tax lease', de la necesidad de contratos, hay más factores que hay que considerar. Habrá que detallarlos y habrá que analizarlos porque, si la peor de las situaciones, que es la llegada a un concurso, se produce, habrá que tener muy detallado el diagnóstico de la situación o de los factores que nos han llevado a esta situación, y cómo hacerles frente para poder salir de esa situación de concurso” ha subrayado.