La Fiscalía y la Guardia Civil investigan el último vertido en una regata próxima a la incineradora de Gipuzkoa
La Fiscalía especializada en delitos ambientales de Gipuzkoa ha incoado en los últimos días las diligencias con código 59/2022 y ha comisionado a la unidad 'verde' de la Guardia Civil, al Seprona, la investigación del último vertido en una regata próxima al denominado Complejo Medioambiental de Gipuzkoa en Zubieta, una de cuyas principales instalaciones es una incineradora. La causa tiene su origen en una denuncia de la plataforma GuraSOS y se analiza la presencia en las aguas de Arkaitzerreka de metales pesados y de amonio en cantidades 200 veces superiores a las ordinarias.
En la primera mitad de julio, trascendió que al menos durante “tres días de manera consecutiva” se habían detectado “líquidos ocre-rojizos” y “espuma” saliendo “de un tubo de gran diámetro que desagua en la regata Arkaitzerreka, en la zona de Zubieta, según dio a conocer GuraSOS. Se trata exactamente del mismo lugar donde, hace dos años, en 2020, se produjo un vertido que causó gran mortandad de peces y que ahora está bajo investigación también por parte de la Guardia Civil, lo que generó malestar en la Ertzaintza. GuraSOS recalca que los hechos tuvieron lugar ”aguas abajo de la plataforma donde se encuentran las instalaciones de tratamiento mecánico-biológico y la incineradora“ del denominado Complejo Medioambiental de Gipuzkoa, gestionando por la entidad GHK.
En su momento, GHK respondió con un comunicado. “En relación al incidente acontecido en Arkaitzerreka, una regata próxima a las instalaciones del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa de Zubieta, GHK desea hacer constar que no ha habido ningún vertido en su planta. GHK está analizando las muestras y tan pronto se conozcan el resultado y el origen se dará a conocer inmediatamente”, informó.
En un comunicado, GuraSOS indica que “el nivel de amonio hallado es 200 veces superior al nivel óptimo de amonio en los ríos vasco-pirenaicos previsto en las normas de calidad ambiental de las aguas superficiales que es de de 0,6”. “El encontrado es de 117”, apuntan. Aluden a una “alta concentración de cloruros”, “que es un indicador de contaminación, como lo es también la alta demanda química de oxígeno y la altísima conductividad”. Finalmente, se mencionan “niveles significativos de algunos metales”. GuraSOS detalla: “Cobre, casi 3 veces el límite establecidos en el agua de consumo humano; níquel, cuatro veces más; y cromo, más del doble”. Es algo “compatible con la actividad potencialmente contaminante de tratamiento mecánico-biológico e incineradora que se encuentran sobre el terreno en el que se ha producido la filtración”, inciden.
Este jueves y este viernes la Guardia Civil ya se ha personado en el lugar de los hechos. Ya lo hizo a raíz del episodio de 2020. En junio trascendió que en esa causa la autoridad judicial pidió al Seprona determinar la posible presencia de “cloroalcanos” que un “componente cancerígeno”. En concreto, plantea determinar el “origen” de 0,855 miligramos por kilogramo de esta sustancia y de otros metales “aparecidos en el tejido de una anguila muerta recogida en el lugar de los hechos y que fue objeto de necropsia”. Esta otra causa tendrá un hito importante en septiembre, a la vuelta de las vacaciones. Suma ya 14 imputados y será entonces cuando tenga que declarar ante un juzgado de Donostia César Gimeno, director general de GHK, entre otros responsables de las concesionarias Ekondakin o Ekobal.
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