Guillermo Arriaga: “Europa y España piensan que en México vivimos en una guerra constante, pero no es así”
Para Guillermo Arriaga (Ciudad de México, 1958), el Premio Alfaguara 2020 fue tan inesperado que el día de la entrega de premios ni siquiera estuvo pendiente del teléfono. Aún así, lo considera uno de los puntos más álgidos de su carrera como escritor. Lamentablemente, no se ha podido realizar la gira de presentación de su libro premiado Salvar el fuego puesto que la crisis del coronovarius ha impedido al mexicano viajar a España. Así, su entrevista con eldiario.es ha tenido que ser a través de un teléfono.
Salvar el fuego mezcla el amor inesperado entre dos personas de extremos opuestos de la sociedad mexicana con la violencia, el narcotráfico, el miedo y la rabia. En palabras de su autor, la novela describe “un amor al parecer inocuo, pero que prende fuego y lo quema todo”. Con ella, Arriaga, conocido por ser el escritor de guiones de películas como 'Amores perros', '21 gramos', 'Babel' o 'The Burning Plain', traspasa por completo las fronteras de la locura, el deseo y la venganza.
Esta entrevista iba a ser en persona, pero a causa del coronavirus no ha podido viajar a España para realizar la gira. ¿Cómo está viviendo usted la situación?
En México todavía no entramos en fase 2 que es la fase en la que estaban ustedes el sábado. Creo que ya entraron en fase 3 el lunes. Nosotros estamos todavía en fase 1, que significa que no hay contagiados suficientes para cerrar las cosas, pero por si acaso, mi familia y yo ya nos resguardamos desde hace cuatro días.
En alguna ocasión ha dicho que usted en sus novelas, como en Salvar el fuego, es como un lector que va descubriendo la historia a cada página. ¿Cómo es esto?Salvar el fuego,
Cuando comienzo a escribir apenas tengo una noción muy leve de lo que va a suceder. No sé si le sucede a otros escritores, pero yo entro como en trance y en ese trance parece que me están citando la novela. Así voy descubriendo los personajes y voy escribiendo casi en automático. Realmente es un proceso casi inconsciente. William Faulkner aseguraba que él era un campesino del sur de Estados Unidos y que todas las cosas que escribía, él no se explicaba cómo lo hacía. Yo tampoco me lo explico. Lo único que sé es que una vez publicada la novela me da mucho coraje no haber corregido algunos pasajes y me digo 'pudo haber hecho esto mejor'.
¿Como por ejemplo?
Cositas que dices, “no, no puede ser”.
En el libro se habla de que México es un país que se divide en dos: los que tienen miedo y los que tienen rabia. ¿Quiénes son los que tienen miedo y quiénes los que sienten rabia?
Ese es un manifiesto que escribe un preso, obviamente inventado. Los que tienen miedo son los que tienen cosas que perder. Tienen casas, tienen dinero, trabajo, hijos. Los que tienen rabia son los que no tienen nada. No tienen trabajo, no tienen qué comer y esos están dispuestos a lo que sea con tal de darle sentido a su vida. Tú no sabes la cantidad de muchachitos que hay reclutados por el narco que no tienen más de 15 años y ya están metidos en lo que llaman ellos 'la bola' o 'el desmadre' y son capaces de dar la vida porque tienen rabia y no les importa morir, no tienen miedo.
México es un país muy diverso donde en algunos lugares la violencia y el narcotráfico están a la orden del día, pero en otros la vida es más tranquila. ¿Cómo puede afectar para las personas el nacer en un lugar o en otro?
En Europa o en países como España la gente piensa que en México vivimos en una guerra constante, pero no es así. De hecho, el norte era la zona más tranquila del país. Si te quedabas sin gasolina en la carretera, venía alguien y te la regalaba, los campesinos te invitaban a sus casas, se bajaban de sus propias camas para que tú durmieras en su cama y ellos en el suelo...Pero se descompuso el país por varias razones, es bastante más complejo de lo que parece desde fuera.
¿Qué ocurrió?
Una de las cosas que hizo que esto ocurriera fue el cierre de las vías de distribución de la coca colombiana a través de Miami. En el momento en que cerraron Puerto Rico, República Dominicana y Miami, los narcos dijeron: “¿Por dónde? Pues por México”. México no es un productor de coca y la coca es la sustancia que más dinero genera y, por lo tanto, más muertos provoca. En el momento en que empezó a entrar toda la coca por México, pues esa fue una de las razones. La firma del Tratado de Libre Comercio, que afectó al campo, es otra. Hay varias razones que al mezclarlas con la corrupción y la impunidad características de este país hacen un cóctel explosivo. Me preguntabas si tienen que ver en dónde naces, pues es muy relativo, porque ciudades que antes eran tranquilas ahora son peligrosas, y al contrario, algunas se van volviendo tranquilas. No es como se piensan, no es un país en el que se esté matando a cada esquina. Cuando México era tranquilo y yo viajé al País Vasco, con 23 años, que fui a Errentería y estaba todo el meollo de ETA, a mi me preguntaron: “¿Pero para qué vas allí? ¡Que te van a matar!” Pues lo mismo pasa ahora con México, son percepciones. Obviamente siempre hay que andar con cuidado, pero no es para nada como la gente se lo imagina
“La llama de un fósforo dura solo unos segundos, pero es capaz de incendiar un bosque”. ¿Qué quiere decir con esta frase del libro?
Que muchas veces algo tan mínimo como puede ser una cerilla, que al encenderla la llama no dura nada, pero si tú la pones sobre un bosque seco, se quema el bosque completo. Lo que significa es que a veces algo que parece insignificante puede incendiarlo todo. En la novela, se habla de un amor al parecer inocuo, pero prende fuego y lo quema todo. En la novela hay un taller de escritura para presos y se pueden leer los textos de los presos. Todos ellos son inventados, yo nunca he ido a una cárcel. Esa frase pertenece a uno de los textos de esos presos.
¿En la actualidad sería posible una relación de amor como la que viven Marina y José, a pesar de que pertenezcan a dos extremos de la sociedad?
Sí, por supuesto que sí, porque uno nunca sabe dónde va a encontrar al amor de su vida. Cuando le conté esta historia a mi editora, ella me dijo “estas cosas no pasan” y justo una amiga suya en Francia se enamoró de un preso. Uno nunca sabe de quién va a terminar enamorándose.
¿Cómo describiría a José Cuauhtémoc?
Es hijo de un indígena puro que viene de la sierra de Puebla. Es un tipo que por instancias de su padre, que le dice “tú tienes que ser como Benito Juarez, tú tienes que salir y ser el presidente de México” lo que le está diciendo es que tiene que salir de la miseria. El padre de José Cuautémoc se marcha a la ciudad de Puebla, donde estudia y se convierte en un activista, en un intelectual. Se enamora de la hija de unos españoles de Cantabria y él dice que va a revertir la conquista. Que así como los españoles violaron a las indígenas, él va a copular con la blanca. José Cuauhtémoc es hijo de este activista indígena y de la española. Por los genes que tiene de Cantabria, mide 1,90, pero tiene facciones indígenas. Es un rubio de facciones indígenas que tiene un padre que se obsesiona con la educación y la fuerza física, que lo trastorna a tal grado que termina por asesinar a su padre y lo quema vivo. No estoy echando a perder la novela, lo quema vivo en la página cinco. Sabe varios idiomas, sabe física, filosofía, matemática, pero es un homicida por el trauma causado por su padre.
¿Cómo puede afectar la educación de un padre al carácter del hijo?
Este niño, que yo me baso en alguien de la vida real, su padre, para que se hiciera hombre a él y a su hermano con ocho o nueve años los metía en jaulas y con una polea los colgaba a cinco metros de altura y ahí los dejaba varios días. Esto le sucedió a alguien que yo conozco y terminó asesinando y, por su puesto, terminó en la cárcel. Si gritaban para que les sacara el padre les pegaba, daba igual si llovía.
Una de las características más sorprendentes de la novela es el cambio de registro de la lengua, que varía con cada personaje. ¿Cómo se logra algo así?
Lo más complejo de esta novela era importar esos lenguajes. Lo que buscaba era que cada voz tuviera su propia identidad. La identidad de la protagonista mujer tenía que ser una, la identidad del hermano en segunda persona tenía que ser otra. Desde una tercera persona, que narraba el pasado criminal de José Cuauhtémoc traté de hacerlo desde la jerga hasta que cerró la jerga más norteña. Hacer mucho slang, mucha jerga. Incluso invento algunas palabras, que no existen, pero que aparecen en el libro.
¿Qué supuso para usted ganar el Premio Alfaguara 2020?
Yo ya había participado antes en el premio, pero no gané con El Salvaje, lo que me provocó una profunda tristeza. Entonces yo me dije que no iba a ganar y me fui de cacería al monte, en medio de la nada, sin señal de celular. Se supone que los que participamos tenemos que estar muy pendientes a que nos llamen el día de la premiación, pues yo no. Cuando me avisaron sí que me dio un gusto tremendo, para mí es uno de los puntos más álgidos de mi carrera, el ganar el premio Alfaguara, me honra. Lástima que se canceló la gira, porque parte del premio es tener el contacto directo con los lectores de cualquier parte del mundo.
¿Sabe cuándo se retomará la gira?
Sí. En septiembre u octubre me van a llevar a la Feria del Libro a Madrid. Con El Salvaje fui cinco veces a España espero que con Salvar el fuego vaya otras diez veces más.
¿Llegará Salvar el fuego a los cines?Salvar el fuego
No lo sé, la verdad. Si alguien llega con cuatro millones de dólares y quiere comprar los derechos, adelante. Yo lo escribí como un libro, tendrá sus dificultades para trasladarlo al cine porque hay pasajes escritos en primera persona, pero de mi libro Un dulce olor a muerte se hizo una ópera. Se está haciendo una representación teatral ahora mismo en Alemania de El Salvaje, así que ya habrá quien se atreva a hacer una adaptación cinematográfica de Salvar el fuego.
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