La incidencia de la COVID-19 ha subido un 27% en una semana y Euskadi continúa con los registros más altos de España
La tasa de incidencia de la COVID-19 por cada 100.000 habitantes en 14 días ha crecido en una semana un 27% en Euskadi, según los datos recopilados hasta este viernes por el Ministerio de Sanidad. Y la tasa a 7 días todavía crece a más velocidad, al 37%. Las autoridades vascas llevan varios días avisando de un repunte de la pandemia y avisando de la necesidad de la observancia de las pocas medidas en vigor, singularmente el uso continuado de mascarillas en exteriores cuando no hay distancias. La ocupación hospitalaria ha subido un 7% en ese período pero en la UCI hay tres casos críticos menos, aunque no se precisa si es por altas o por defunciones. Lo llamativo es que el informe sobre el coronavirus del Gobierno central atribuía hace una semana 4.977 fallecidos a Euskadi y ahora lo rebaja a 4.973.
Euskadi marcaba este viernes una tasa de incidencia de 69,26, lo que supone un nivel de alerta amarilla. Es el registro más alto de toda España, que tiene una media de 44,49. En el entorno, Navarra marca 61,25, La Rioja 27,51, Cantabria 46,66 y Castilla y León 45,22. Al norte, Francia está peor, con 96,8. No obstante, los grandes focos de preocupación en Europa son el Reino Unido, que llega a 894,2, y Rumanía, con 942,3. Por edades, el colectivo que más incidencia está teniendo es el de los no vacunados. Hasta los 12 años la tasa es de 111,60, el doble de la media española. El siguiente grupo más afectado son los mayores de 80, un colectivo en que la letalidad alcanza porcentajes incluso superiores al 25% en caso de contagio.
El Gobierno de Iñigo Urkullu puso fin hace dos semanas a la segunda emergencia sanitaria, que se había iniciado a mediados de agosto de 2020. Con ella desaparecieron el grueso de las restricciones. En un inicio, algunos brotes provocaron dientes de sierra dentro de una tendencia a la baja y, después, el ascenso ha sido ya sostenido. No obstante, la tasa de 69,26 es todavía mucho menor que los 99 que fueron el suelo antes de la última gran ola, la de verano. 1.777.326 personas, el 81,60% de la población tienen la pauta completa de la vacuna contra la COVID-19, sea con dosis única, con dos pinchazos o, el algunos grupos, con triple inmunización.
Fuentes de Osakidetza indicaron a este periódico esta semana que no hay constancia de la presencia de ninguna variante nueva del Sars-Cov-2 que esté tomando el espacio de delta, la que causó la gran cascada de contagios este verano. Antes fueron alfa y la cepa salvaje las que circulaban de manera generalizada. ¿Cómo se obtienen esos datos? Según informa la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en una respuesta a preguntas de EH Bildu en el Parlamento Vasco, “se realiza un estudio de variantes en el 91% de las muestras positivas por PCR” y en un porcentaje menor de las de antígenos hasta alcanzar una media “del 70% de todos los resultados”. Sin embargo, la denominada “secuenciación” para conocer el tipo concreto de la variante en el 2,45% del total de las muestras recogidas con PCR y en el 1,5% del total de infecciones. Solamente se practica cuando la PCR no permite identificar la variante.
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