Iturgaiz lleva a Urkullu “abrazos” de Feijóo con lemas de Díaz Ayuso: “Nacionalismo obligatorio o libertad”
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha estrenado este lunes por la tarde su ronda de contactos con toda la oposición para analizar lo que él vino a llamar la “economía de guerra” generada por la invasión de Ucrania y con el horizonte también en la sesión monográfica que celebrará este viernes el Parlamento Vasco para aprobar medidas paliativas. Tras la autoexclusión de Vox -el mismo partido que se queja de que se le aplican cordones sanitarios-, el primero en sentarse en el palacio de Ajuria Enea ha sido Carlos Iturgaiz, líder del PP vasco y de la coalición PP+Cs, aunque estas siglas se la han olvidado en algunos momentos de su comparecencia posterior. Está recién llegado de Sevilla, donde el partido ha encumbrado como nuevo líder a Alberto Núñez Feijóo. El todavía presidente gallego mantiene una “formidable” y “buenísima” relación con su homólogo vasco -hasta el punto de que convocan juntos elecciones- y le ha enviado “abrazos” al lehendakari a través de Iturgaiz. Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al encuentro, Iturgaiz ha usado también una versión de los lemas de la madrileña Isabel Díaz Ayuso para atizar al PNV: “O libertad o nacionalismo obligatorio”.
Esta dicotomía entre el pactismo y Díaz Ayuso se hará muy patente este viernes. Mientras la Cámara analizará las medidas económicas y la propia coalición que lidera el PP llevará 15 propuestas concretas -14 escritas y la última de palabra, “decir la verdad”- la presidenta madrileña tiene un acto con empresarios en Vitoria para exponerles su modelo económico. Preguntado por los cambios en el PP tras el congreso, Iturgaiz ha indicado que “la buena relación entre Urkullu y Feijoo no se puede romper” -“lo primero que hizo cuando vino a Bilbao fue mandarle un mensaje diciéndole que estaba en tierra vasca y que le mandaba un abrazo”- y que claro que se va a “recuperar” la interlocución prácticamente inexistente entre el PNV y Pablo Casado. Pero, a la vez, Iturgaiz ha insistido en cargar contra el “nacionalismo obligatorio” de quienes fueron los socios más leales de Mariano Rajoy porque aspiran a “romper España”. “Es nacionalismo. Si no, serían regionalistas o provincialistas”, ha razonado.
Y ha abundado: “El PP es un partido nacional y el PNV, como dice su nombre, es nacionalista. Hay diferencias y planteamientos distantes entre los cuales ahora estamos viendo cómo el PNV prefiere hacer leyes de educación junto a [EH] Bildu y junto a partidos políticos que quieren que sea vertebrador el euskera para que vaya desapareciendo el castellano y quieren cargarse la religiosidad de los colegios [...]. El PP del País Vasco es un proyecto, un programa, unas ideas. Lo conocen ustedes muy bien: Constitución, Estatuto, fueros, libertades y, sobre todo, la hermanad y solidaridad con los demás territorios de España”.
En cuanto a la reunión en sí misma, Urkullu e Iturgaiz han departido por espacio de una hora. “Ha sido, lógicamente, muy afable y muy cordial como son todas con el lehendakari”, ha explicado al término del encuentro el líder de PP+Cs a los medios de comunicación, mientras la Presidencia vasca ha optado por no hacer comentarios hasta el final de los encuentros con todos los líderes políticos. Este martes visitarán Ajuria Enea EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, mientras que el miércoles se ha citado a los partidos que sostienen el Ejecutivo, PNV y PSE-EE. Iturgaiz ha hecho uso de la sala de prensa de Lehendakaritza, aunque con un atril en el que han retirado todos los logotipos. “Me han dicho que con mascarilla”, ha bromeado el político antes de arrancar y mientras le servían un poco de agua.
Iturgaiz ha acudido a la cita con un documento bajo el brazo titulado 'Bases para un acuerdo de estabilidad económica, crecimiento sólido y empleo de calidad en Euskadi', del que ha hecho entrega al lehendakari y a los periodistas. Entre las iniciativas concretas, que serán sometidas a votación en el viernes en el Parlamento, PP+Cs ha detallado que quiera bajar los impuestos de la gasolina, aplicar la deflactación del IRPF para que el IPC no genere una subida indirecta de tipos, reducir la estructura de altos cargos de la Administración “en un 20%”, un fondo de “1.000 millones” para inversiones y otro de 200 para universidades y hasta la creación de una oficina “contra el fraude y la corrupción, con capacidad para proteger a las personas denunciantes”. En el documento se menciona como ejemplos de gestión “eficiente” a las comunidades de Andalucía y Madrid, pero no a Galicia.
“A ver si tenemos más suerte que otras veces. En 2021 presentamos 800 enmiendas a los presupuestos y en 2022 1.500. Y no nos han aprobado absolutamente ninguna. A ver si ahora alguna cae, que no estaría mal”, ha retado Iturgaiz al enumerar sus iniciativas. Ha denunciado con especial hincapié que el Gobierno vasco admita disponer de casi 1.900 millones de euros en remanentes: “Si estamos en una economía de guerra, no podemos atesorar todo ese dinero. Las familias vascas las están pasando canutas”. Iturgaiz ha admitido que la competencia fiscal en Euskadi reside en las diputaciones pero ha apelado a que “el Gobierno vasco posee instrumentos de coordinación” y a que Urkullu es “socio” de Pedro Sánchez y puede empujarle a tomar las medidas que son de su incumbencia, como los tributos indirectos.
Sí le ha dado la razón a Urkullu Iturgaiz en sus quejas por los retrasos en la llegada de los fondos europeos. “El lehendakari Urkullu tiene la razón en el enfado y cabreo que pueda tener. No tiene un pase lo que está haciendo el Gobierno Sánchez [...]. Aquí el dinero no llega”, ha criticado el líder de PP+Cs, que considera que el Estado y las comunidades autónomas han entrado en un “juego del gato y del ratón” y en un “intercambio epistolar” que no concreta el cómo, el cuándo y el cuánto de las partidas comunitarias.
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