De Miguel solicita un segundo grado flexible y salidas de prisión al año de entrar en la cárcel por corrupción
El ex 'número dos' del PNV de Álava, Alfredo de Miguel, que cumple una pena de nueve años de prisión por graves delitos de corrupción, ha solicitado ya un “segundo grado flexible”, es decir, poder salir de prisión entre semana durante todo el día y volver para pernoctar. Ingresó en la cárcel de Zaballa hace justamente un año. Se quiere acoger al artículo 100.2 del reglamento penitenciario estatal, que es el mismo que se aplica en las cárceles gestionadas por el Gobierno vasco y que en su momento popularizó Iñaki Urdangarin, también responsable de delitos económicos.
Según ha informado 'El Correo', otros dos condenados por la misma trama de corrupción, Koldo Ochandiano y Xabier Sánchez Robles, ya se han acogido a ese régimen y están saliendo ya para realizar actividades de tipo laboral, formativo o social, aunque lo han hecho contra el criterio técnico de la junta de tratamiento y tras haber ganado un recurso ante el juzgado de vigilancia penitenciaria, Ruth Alonso, recientemente condecorada por su trayectoria, según indican fuentes penitenciarias. Fuentes judiciales añaden que, igualmente, el también reo Aitor Tellería ha hecho la misma solicitud.
La solicitud de De Miguel no está resuelta. Él, como todos los presos por el 'caso De Miguel', han superado ya el programa de rehabilitación para condenados por delitos económicos, el mismo que hizo Urdangarin, que liquidó este año su pena también en Zaballa. Si el criterio de la junta de tratamiento no se modifica, los responsables de Prisiones le denegarán el cambio de estatus, que en pura teoría no es un salto al tercer grado pero sí un cumplimiento mucho más atenuado, ya que implica que la estancia en prisión solamente es la ordinaria en fines de semana y en días laborables permite salidas durante toda la jornada. Tampoco se ha resuelto el caso de Tellería.
Sánchez Robles y Ochandiano, sobre los que pesan condenas de siete años y que llevan algo más de un año también cumpliendo la pena, ya han logrado acceder a ese 100.2. Las juntas de tratamiento consideraron que era prematuro pero la magistrada Alonso les ha concedido esa mejora en atención también a su comportamiento y circunstancias personales en el camino de la reinserción. En el caso de Sánchez Robles, exdirector de Juventud del Gobierno vasco, ha sido trasladado al centro penitenciario de Basauri, en su Bizkaia natal, para facilitar sus nuevas circunstancias personales.
En el nuevo Gobierno de Imanol Pradales, la gestión de Prisiones ha pasado del PNV al PSE-EE. La nueva consejera es María Jesús San José, que ha renovado ya a todo el equipo anterior. Se da la circunstancia de que los nacionalistas ficharon como asesor para gestionar el nuevo modelo vasco de Prisiones al presidente del tribunal que enjuició y condenó en primera instancia a De Miguel y los demás, Jaime Tapia, ahora a punto de jubilarse.
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