El Parlamento Vasco arranca la legislatura con el pacto de PNV y PSE-EE engrasado y con EH Bildu relegado en la nueva Mesa
La histórica sesión con la que ha arrancado la duodécima legislatura vasca –por haberse celebrado en pleno mes de agosto y por todas las medidas de seguridad que le han rodeado a causa de la pandemia- ha arrojado un par de pinceladas del escenario político abierto en Euskadi tras las elecciones del 12 de julio y en puertas del tercer mandato de Iñigo Urkullu como lehendakari. La primera es que el pacto entre PNV y PSE-EE, aunque no esté cerrada todavía la coalición, está perfectamente engrasado. La segunda es que EH Bildu habrá crecido en votos y en escaños y se ha consolidado como segunda fuerza política, pero que ha visto empeorada su situación en la Cámara.
La sesión inaugural, presidida por el parlamentario más veterano, el peneuvista José Antonio Suso -que ha tenido un recuerdo para los fallecidos por la COVID-19 y un aplauso para los profesionales sanitarios-, ha servido para la elección de la Mesa de la Cámara, en la que el PNV ha obtenido dos puestos y EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU uno cada uno. Sin sorpresas, la nacionalista Bakartxo Tejeria ha sido elegida como presidenta del Parlamento por tercera vez consecutiva. Se convierte así en la mujer que más años ha ocupado esa responsabilidad por delante de Juan José Pujana, Joseba Andoni Leizaola o Juan María Atutxa. Casi todos los parlamentarios han aplaudido a Tejeria en el momento de la proclamación.
Tejeria ha obtenido 41 de 75 votos para continuar en el cargo, los 31 propios y los 10 de los electos del PSE-EE. Así, cuando tocaba elegir las vicepresidencias, al calor del PNV el socialista Txarli Prieto ha conseguido arrebatar a la secretaria general de EA y representante de EH Bildu Eva Blanco -que es la secretaria general de EA- la primera de ellas gracias a esos mismos 41 votos. En la pasada legislatura, Prieto ya fue vicepresidente segundo y no secretario merced al pacto con el PNV. En la elección de las secretarías, Elkarrekin Podemos-IU ya había alcanzado también un pacto con nacionalistas y socialistas de modo que ha podido colocar a Gustavo Angulo en la Mesa -ha recibido cinco votos de otros partidos y con ello ha sido suficiente- y ha privado a EH Bildu del segundo asiento que, en pura aplicación matemática de sus escaños, tendría que haber obtenido. En vista de las circunstancias, ni siquiera ha presentado candidatura. Completa la Mesa otro veterano, el ‘jeltzale’ Iñigo Iturrate.
La situación ha motivado el enfado en la bancada de EH Bildu. Nerea Kortajarena -nueva coordinadora del grupo parlamentario en sustitución de Unai Urruzuno- ha denunciado ante los medios de comunicación el “reparto de sillas” y la falta de “proporcionalidad” de la nueva Mesa. “La situación es muy grave como para andar perdiendo el tiempo en estas cuestiones”, ha apostillado Kortajarena. El líder del PP y de la coalición PP+Cs, Carlos Iturgaiz, también ha asegurado que se ha “echado” a su formación de la Mesa, aunque ya en la pasada legislatura se quedó sin representación. Ha acusado al PNV de laminar a las “minorías” y, en una particular lectura política, ha argumentado que los nacionalistas han facilitado al “frente de izquierdas” tres de los cinco puestos del órgano de Gobierno, lo que pondrá en riesgo la “economía” y la “industria”.
“Nuevo marco de relación con el Estado”
En su primer discurso tras ser reelegida en el cargo, la presidenta del Parlamento ha demandado acuerdos “amplios” para hacer frente a la crisis económica derivada de la crisis sanitaria. “Confío en que todos colaboraremos con el objetivo común de que este país salga adelante”, ha solemnizado. No obstante, también ha fijado como objetivo “imprescindible” de legislatura “un nuevo marco de relación con el Estado” y ha recordado que el Estatuto de 1979 sigue incompleto cuatro décadas después. “Tenemos que actualizar nuestro autogobierno”, ha demandado Tejeria, que ha pedido al Gobierno central que “respete” el derecho a decidir de los vascos. Tejeria ha agradecido el apoyo de su partido y de su familia. Su marido, Joanes Labayen, y sus cuatro hijos la han acompañado. Los más pequeños han correteado por el Parlamento mientras su madre atendía entrevistas y recibía enhorabuenas. Hace ocho años eran las mayores las que jugaban y dibujaban.
La sesión parlamentaria ha sido verdaderamente extraordinaria por las circunstancias derivadas de la COVID-19. Es la primera vez que se reunía el pleno del Parlamento Vasco desde febrero y se han instalado mamparas separadoras entre los escaños y establecido puntos de limpieza de manos. Hacía tanto que no había sesiones que las banderas oficiales habían quedado descoloridas y el personal funcionario ha tenido que sustituirlas por unas nuevas. Este lunes se ha limitado la presencia de invitados también, aunque sí se han dejado ver líderes políticos como Andoni Ortuzar, Arnaldo Otegi, Pilar Garrido, Isabel Salud o Raquel González, dirgientes de PNV, EH Bildu, Podemos, IU y PP, respectivamente, o cargos institucionales como la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Eider Mendoza, o el diputado general de Álava, Ramiro González, ambos del PNV.
Con mascarilla con la bandera española y del color verde de la Guardia Civil ha regresado al Parlamento Vasco Santiago Abascal, natural de Amurrio. Exparlamentario con el PP y ahora líder de la ultraderecha española, ha llegado con Niko Gutiérrez -ex del PSE-EE y de UPyD- para asistir al estreno de Vox en Euskadi de la mano de Amaya Martínez Grisaleña, que apenas ha tenido interacción con miembros de otros partidos políticos.
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