PNV y PSE-EE siguen negociando con discreción en Euskadi a expensas de que Mendia decida si se incorpora al Gobierno de coalición
PNV y PSE-EE continúan negociando en estos días de manera extremadamente discreta la conformación de un Gobierno de coalición en Euskadi para la legislatura 2020-2024. Representantes de la máxima confianza del lehendakari, Iñigo Urkullu, y del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, intercambian documentos y propuestas con los colaboradores más estrechos de la secretaria general socialista, Idoia Mendia. Ambas partes explican que todavía no se ha llegado a hablar de nombres y de reparto de carteras, pero coinciden en que uno de los puntos clave será saber si Mendia da el paso de liderar la representación de su partido en el gabinete de Urkullu.
En varias entrevistas, ella no se ha descartado a sí misma. Antes de las elecciones, manifestó también en este periódico que lo “valoraría”. Mendia ya fue consejera de las áreas de Justicia, Administración Pública e Interior durante la etapa de Patxi López (2009-2012). Cuando se acordó la coalición de la pasada legislatura, optó por quedarse al frente del partido y colocar al veterano Iñaki Arriola como hombre fuerte del PSE-EE junto con dos fichajes de perfil político bajo, Alfredo Retortillo -luego relevado por Sonia Pérez- y María Jesús San José.
Los socialistas han gestionado 4 de cada 100 euros del presupuesto al frente de áreas como Justicia y Trabajo (sin servicios jurídicos y sin Empleo); Turismo, Comercio y Consumo; y Medio Ambiente y Vivienda. Sin embargo, en el PSE-EE destacan que la impronta de la coalición se ha hecho sentir en todas las políticas del Ejecutivo y ésa es la filosofía que -aseguran estas fuentes- quieren imprimir al nuevo pacto. Los socialistas quieren cerrar un programa conjunto y global, más si cabe en un contexto de crisis económica y social derivada de la pandemia. Además, hace cuatro años se habilitó un capítulo de “discrepancias pactadas” para aquellos temas en que los socios podrían mantener perfil propio, como la reforma del Estatuto vasco, Cataluña o, en menos medida, la gestión del final de ETA.
Después, se entrará en una fase posterior de reparto de carteras y de elección de las personas. Las negociaciones todavía no han superado esa primera fase y, de hecho, Urkullu aún no ha hablado con los consejeros del PNV sobre su posible continuidad, según fuentes de la Presidencia vasca. Esto no ha impedido que, esta semana, PNV y PSE-EE sí hayan actuado de la mano en la constitución del Parlamento y en el reparto de puestos en la Mesa, lo que ha permitido que los socialistas se hagan con la vicepresidencia primera de la Cámara en detrimento de EH Bildu.
Ninguna de las partes se pone plazos. Fuentes del Parlamento estiman que la sesión de investidura podría producirse el 3 de septiembre -y ese mismo fin de semana la jura del cargo bajo el árbol de Gernika-. La fecha definitiva se conocerá el 13 de agosto, cuando tenga lugar el segundo y último de los plenos de trámite previos a la investidura. El primero de ellos se celebra este jueves en la Cámara. No obstante, desde la parte nacionalista confían en resolver la negociación cuanto antes. Que algunas personas puedan tener unos días de vacaciones en un año político especialmente intenso depende de ello, aunque la tecnología permite seguir negociando desde lugares remotos.
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