Los vecinos de Zaldibar acuden a las urnas: “Después de toda la vida votando al PNV hemos cambiado nuestro voto”
Nadie se imaginaba hace cinco meses que este domingo iban a tener lugar las elecciones autonómicas más extrañas celebradas en Euskadi hasta la fecha. Tampoco que una pandemia iba a paralizar el mundo entero durante meses. Y, por supuesto, nadie imaginaba hace cinco meses que un derrumbe en el vertedero de Zaldibar sepultaría a Alberto y Joaquín, ni que después de todo ese tiempo los cuerpos de los dos trabajadores siguieran en paradero desconocido.
El colegio San Lorenzo de Ermua es el más cercano al vertedero. Cuando ocurrió el derrumbe, fue uno de los primeros en cerrar sus patios exteriores para que los niños, al jugar, no respirasen las dioxinas y furanos que desprendía el incendio que duró días en apagarse. Este domingo, recibía los votos de los vecinos del barrio, cuya catástrofe ha cambiado la tendencia a voto, según señalan vecinos como Jaione: “Hemos visto la realidad después de tantos años. Los vecinos no sabíamos qué estaba pasando y aún no sabemos toda la verdad. Después de toda la vida votando al PNV después de lo de Zaldibar hemos cambiado nuestro voto”, asegura a este diario esta vecina del barrio de San Lorenzo desde hace 30 años.
En las pasadas elecciones autonómicas, en Ermua, el PNV ganó con un 27% de votos mientras que el PSE-EE le seguía de cerca con un 23%. En Eibar, los jeltzales alcanzaron el 33% de los votos. Y en el propio Zaldibar, el 32% de los votantes se decantó por el PNV. Según las encuestas, la crisis del vertedero no pasará factura a los dos partidos que gobiernan Euskadi, el PNV y el PSE, a pesar de que las dos figuras directamente relacionadas -y fuertemente criticadas- por el colapso de la ladera sean Iñigo Urkullu por la gestión global de la tragedia y el responsable de Medio Ambiente, del que dependen los controles del vertedero, el consejero socialista Iñaki Arriola.
Ricardo es otro de los vecinos que pasea por la zona cercana al vertedero este domingo de elecciones y también coincide con Jaione. “Lo que no pueden hacer es mentirnos a la cara y esperar que no cambiemos de parecer”. No obstante, para este ermutarra las elecciones tenían que celebrarse a pesar de la COVID-19 y de la catástrofe de Zaldibar. “No entiendo por qué no se han preparado mejor para que los que son positivos hayan podido votar, pero está bien que las elecciones sean hoy”, apunta.
La propia Helene Alberdi, sobrina de Alberto Sololuze compartía en sus redes sociales el vídeo en de la rueda de prensa en la que Urkullu convocaba las elecciones para el pasado 5 de abril, antes de que la pandemia echara por tierra sus planes. En ella, tras la pregunta de un periodista sobre por qué aún no había acudido al vertedero, el lehendakari respondía “intento deslindar cualquier presencia que suponga solamente una escenificación” para justificar su ausencia y criticaba “las campañas de twitter” que se estaban realizando contra su persona, en referencia a las críticas que recibió por su ausencia en el vertedero.
“No puede ser que salgan de rositas de esta y sigan gobernando”, señala Alazne, vecina de Eibar de 33 años. Tanto ella como su pareja acudieron a las reuniones que el ayuntamiento convocó para que resolver las dudas de lo vecinos con respecto a la crisis del vertedero y para informarles acerca de la calidad del aire y el agua las semanas posteriores. “Va a ser difícil cambiar el voto de tantas personas, pero después de lo que han hecho, sabemos que es necesario”, confía esta eibartarra.
5