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La UME sigue sin intervenir en Euskadi pero pilotos militares sí colaboran contra el fuego en Balmaseda

Un efectivo de la UME, en las labores de extinción

Iker Rioja Andueza

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Los servicios de Emergencias estiman que el incendio originado este domingo en Balmaseda, en las Encartaciones vizcaínas, es ya el más importante en la provincia desde 1989. El fuego se ha extendido también al lado burgalés de la región, a la zona del Valle de Mena. La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha informado de que se ha desplegado para combatir las llamas, pero fuentes oficiales confirman que solamente interviene en territorio de Castilla y León. De este modo, este cuerpo continúa sin haber operado como tal nunca en Euskadi. La UME ha realizado alguna maniobra con bomberos vascos y en una ocasión regresaba de otra operación y se ofreció para un incendio en Bizkaia, aunque fue bastante con los medios propios. En el caso de Navarra, en cambio, su movilización es ya habitual.

Lo que sí han sido movilizados han sido medios civiles del Estado. Euskadi no tiene hidroaviones y en esta ocasión, como en otras, se han enviado recursos adscritos al Ministerio de Transición Ecológica. A las 14.00 horas de este lunes el Gobierno central informaba de que el despliegue incluía dos aviones anfibios de gran capacidad, tres brigadas forestales, un helicóptero Kamov y otro aparato ACO. Se da la circunstancia, eso sí, de que estos aparatos están pilotados por miembros del Ejército del Aire (grupo 43) dependientes de la UME.

A mediodía de este lunes, en la parte vasca el fuego está controlado -“perimetrado”, en palabras de un alto mando de los Bomberos de Bizkaia- y ello ha posibilitado que incluso efectivos vascos han acudido a colaborar al Valle de Mena. El balance provisional habla de 500 hectáreas afectadas y dos viviendas dañadas. La calidad del aire era todavía mala en Zalla, una de las localidades de las Encartaciones, 24 horas después de que el cielo en la comarca se tornase anaranjado y se avivaran las llamas en unas semanas de mucho calor y fortísimos vientos.

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