Advierten de caída de una arcada y derrumbe total en la ermita de San Jorge, Cáceres

La asociación Natura 2000 se ha ofrecido a la Junta de Extremadura para actuar de forma urgente e inminente con fondos propios para evitar que se caiga la segunda arcada de la ermita de San Jorge de Cáceres al carecer de cimentación. 

El colectivo mantuvo días atrás una reunión en Mérida con el jefe de Servicio de Obras y Proyectos, Juan Antonio Vera Morales, y el de Servicio de Arqueología y Proyectos Estratégicos, Juan Carlos García Carranza, para tratar de acelerar la recuperación de la ermita “ante el estado crítico en que se encuentra el monumento”. 

Durante la reunión, según ha informado en una nota, los responsables de la Junta explicaron que todo está dispuesto para actuar, aunque tienen que seguirse los pasos administrativos pertinentes. 

Ante ello, Natura 2000 se ofreció para actuar “de forma urgente e inminente” con fondos propios con el fin de evitar que se caiga la segunda arcada de la ermita al carecer de cimentación. 

Según la asociación, si no se actúa inmediatamente sobre dicha cimentación y se asegura el edificio, “es muy probable que el derrumbe prácticamente total del mismo se produzca irremediablemente”. 

La Junta ha mostrado a los responsables de Natura 2000 un proyecto detallado de actuación no solo para afianzar lo que queda en pie de la ermita, sino también para levantar la primera arcada que se derrumbó hace apenas un año. 

Sin embargo, desde la asociación apuntan a la necesidad del apuntalamiento urgente de lo que queda de la nave y de la fijación de la base de las arcadas, afianzando los cimientos, “para evitar que todo se venga abajo”. 

La ermita de San Jorge fue edificada inicialmente en el siglo XIV, siendo lo más característico del diseño de la misma, además de la presencia en su interior de un estanque artificial, la traza de su cubierta, compuesta por cuatro grandes arcos de medio punto que arrancan de fuertes muros, fabricados los últimos con mampostería en su zona baja y ladrillo en la superior, levantados sobre la piedra natural que circunda el edificio y apresa el agua del estanque.  

Sobre dichos arcos, grandes losas de granito hacen de techumbre del templo.  

De granito son también las losas que hacen de suelo del coro, sustentado por dos arcos escarzanos, únicos elementos que subsisten en el interior de la nave.  

Las líneas superiores que marcan los máximos niveles que ha alcanzado el agua en el interior del edificio rozarían el nivel de este coro, que al parecer siempre llegó a estar a salvo de las mismas.  

Una teoría que barajan los estudiosos y relacionada con la función de la ermita, según Natura 2000, indica que a la misma, llena de agua, entraría el caballero montado sobre su corcel, y a la misma altura que el sacerdote, éste en el coro, sería bendecido por el hecho de haberse adentrado en las sagradas aguas.  

“Un poco habitual ritual y manera de bendecir que haría aún más especial el edificio y necesaria la conservación del mismo”, señala.