A Coruña retira a Manuel Fraga el título de “hijo adoptivo” otorgado como ministro de la dictadura
Manuel Fraga sigue perdiendo reconocimientos en Galicia. Hace tan sólo unos días el pleno municipal de Ferrol aprobó una moción para retirarle el título de hijo adoptivo y este lunes fue el pleno municipal de A Coruña el que aprobó una moción semejante para eliminar la misma distinción para Fraga y para el también ministro franquista Laureano López Rodó.
La moción fue presentada por el colectivo de presos y presas de la dictadura a través del BNG y salió adelante con los votos de Marea Atlántica, PSdeG-PSOE y el propio Bloque con la única oposición del Partido Popular. Su portavoz, Rosa Gallego, mostró su “rotundo” rechazo a la iniciativa, que calificó de “provocación sectaria”.
Mientras, el concejal José Manuel Sande (Marea Atlántica) destacó que el hecho de que figuras como Fraga y López Rodó, altos cargos de una dictadura, ostentaran el título de hijo adoptivo no constituían una “honra para la ciudad”. Finalmente, la socialista Yoya Neira destacó que hacían una distinción “entre el Manuel Fraga del período predemocrático y la persona que fue presidente de la Xunta”, una diferencia “clave en la definición del voto”.
En 2009, durante la etapa de gobierno de PSdeG y BNG, este mismo pleno de A Coruña había acordado ya la retirada de las distinciones honoríficas a Francisco Franco y a ocho ministros en la dictadura: Luis Carrero Blanco, Camilo Alonso Vega, José Antonio Girón de Velasco, José Ibáñez Martín, Juan Castañón de Mena, Pedro Nieto Antúnez, Tomás Garicano Goñi y José Solís Ruiz, pero no había extendido la retirada a Manuel Fraga y Laureano López Rodó.
La iniciativa del colectivo de presos, que comenzó a operar este mes de enero, ha avanzado en la revocación de las distinciones que estos dos políticos aún conservaban. En su nombre Nicanor Acosta reivindica que el pleno municipal tenga “tolerancia cero con el franquismo y sus colaboradores”.
La moción presentada este lunes destacaba que “estamos ante una auténtica anomalía dentro de las democracias europeas que hay que superar” y se preguntaba si “algún ministro de los gobiernos de Hitler o Mussolini conserva hoy la distinción de Hijo Adoptivo en algún ayuntamiento de Alemania o Italia”.