La Xunta da el visto bueno ambiental a un inmenso parque eólico en una sierra virgen de la Costa da Morte
Un conjunto de tres grandes aerogeneradores, con una altura tope de unos 150 metros, en la Serra do Gontón --en los ayuntamientos de Zas y Cabana de Bergantiños-- y en las inmediaciones de la Red Natura. Este es el proyecto que Renovables de Aragón SLU, filial de Naturgy, antigua Gas Natural Fenosa, proyecta ante el estuario fluvial del río Anllóns y en una de las últimas sierras vírgenes que queda en la Costa da Morte. La magnitud y las afectaciones denunciadas llevaron a numerosos colectivos a presentar alegaciones a la instalación, que acaba de recibir de la Xunta el visto bueno a la declaración de impacto ambiental (DIA) y superar así los primeros obstáculos y reparos, incluso por parte del Ejecutivo gallego.
Lo ha dado la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático, y ya ha sido publicado en el DOG, pero después de que la empresa haya modificado algunos aspectos del proyecto, como la tecnología de los aerogeneradores y de las turbinas para disminuir el impacto y después de los defectos y afectaciones de las que habían advertido Sanidade, la Axencia de Turismo de Galicia o el Instituto de Estuduos del Territorio. Además, entidades como Adega, Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), Arco Iris, Salvemos Cabana, Equo o En Marea han mostrado su rechazo a la iniciativa por su impacto ambiental, paisajístico, arqueológico y patrimonial, en este último caso sobre lugares como la mámoa del Pico de Sinde o al Castelo de Borneiro.
También afecta a una serie de miradores, como el del Monte Blanco y el del Alto da Fernandiña, este último dentro del área de aprovechamiento del parque eólico. Según el Catálogo das Paisaxes, el parque eólico se sitúa en las comarcas paisajisticas de Costa da Morte y Bergantiños, en la gran área paisajística de las Explanadas y Fosas Occidentales y cerca de un área de especial interés paisajístico (AEIP), la del Dolmen de Dombate. También supone afectación sobre la fauna, especialmente a una especie en peligro de extinción, advirtiendo incluso el promotor del efecto acumulativo y sinérgico por colisión y efectos barrera sobre la avifauna y quirópteros.
El proyecto tenía, en su inicio, previstos cuatro grandes aerogeneradores, que han quedado finalmente en tres, lo que, como denuncian Petón do Lobo o En Marea, provoca que los ayuntamientos sobre los que se sitúa “no perciban dinero alguno en concepto de canon eólico”. “No dejará ni un euro en los municipios de Cabana de Bergantiños y Zas al constar de tres aerogeneradores, lo que hace que esté exento de pagar el canon eólico”, insiste la formación política.
Tal y como se destaca en el expediente, el parque estará constituido por tres aerogeneradores modelo Vestas V126, con una altura de su estructura principal de 87 metros, por lo que el molino en total puede alcanzar entre los 117 y los 150 metros aproximadamente. El edificio más alto de Galicia, la torre Costa Rica en A Coruña, alcanza los 119, mientras que la torre de Hércules no pasa de los 57.
Para En Marea, el parque eólico de Mouriños “es el ejemplo perfecto de un modelo pensado para beneficio de las grandes eléctricas, ajeno al desarrollo económico local, incluso contraproducente, que no pagará ni un euro de canon eólico, dentro de un país que acaba pagando la factura de la luz más cara del Estado”. La formación alerta de que “creará poco empleo en la zona, básicamente en la fase de construcción y casi nada o nada en la de explotación, con uno o dos trabajadores como mucho”.
Además, destaca el “enorme potencial turístico” de la zona, lo que no impide “que el proyecto pase por encima de todo eso y continúe su tramitación” y recuerda que el área podría ser parte de la ampliación de la Red Natura y, por tanto, “vetada para la implantación de parques”. “De acontecer esto algún día, el parque ya será una realidad”, insisten.
En Marea recuerda también que, mientras los parques eólicos siguen con sus tramitaciones, continúa paralizada la aprobación de las Directrices da Paisaxe, “misteriosamente congeladas y en trámite ambiental desde diciembre de 2016, y cuya aprobación prometió Núñez Feijoo para 2017”. “Se sigue sin poder contar con esta figura de protección” para casos como el relatado, dicen.
“La declaración de utilidad pública otorgada sistemáticamente por encima de otros usos, como el agrario, forestal o turístico, y la declaración de proyecto de especial interés, que acorta los plazos a la mitad, son dos instrumentos que favorecen las grandes empresas que se dedican a la producción eólica, e impiden la defensa de los intereses de la mayoría”, denuncia En Marea, que considera el parque de Mouriños como un proyecto que “insiste en el modelo eólico desarrollado en las últimas décadas en Galicia”. “Vuelan los beneficios producidos por el viento, no sirve para dinamizar la economía del rural y prevalece el descuido ambiental y paisajístico. Las empresas aprovechan la normativa aprobada por los gobiernos autonómico y estatal para hacer un gran negocio que poco o nada deja en la economía local”, acaban.