El ayuntamiento donde se encuentra Meirás rechaza el plan de Feijóo para el pazo: “Le molesta la memoria histórica y democrática”

Feijóo y su gobierno se van quedando solos en sus planes para el futuro del Pazo de Meirás. El alcalde del ayuntamiento donde se encuentra el inmueble, Sada, acaba de declarar su oposición al proyecto que esta mañana, de manera unilateral, expuso el conselleiro de Cultura Román Rodríguez. “Va en la dirección equivocada tanto en el fondo como en la forma”, sostiene el regidor sadense Benito Portela, para quien Feijóo “solo quiere que se hable de Pardo Bazán. Le molesta la memoria, sobre todo la histórica y democrática”.

Además de con Sada, el Gobierno gallego ya ha chocado con la vicepresidenta del Ejecutivo central Carmen Calvo, con los dos partidos de la oposición, BNG y PSdeG, con la Deputación da Coruña, y con la primera edil de A Coruña, Inés Rey. Todos ellos reclaman que el lugar se vincule claramente a la memoria histórica del franquismo. Pero la Xunta de Galicia, que a lo largo del proceso de recuperación del lugar ha jugado un papel secundario hasta recientemente, ha preferido actuar por su cuenta y este viernes ha presentado unas “líneas” centradas en convertir la fortaleza en “un espacio de cultura, de concordia y de visibilización de la igualdad” y con el “recuerdo y reparación de las personas represaliadas y perseguidas por el totalitarismo y la intolerancia” relegados al jardín.

“La memoria no es un jardín”, critica Benito Portela, quien entiende que el pazo integra “dos referencias históricas, la de Pardo Bazán y la del dictador. El señor Feijóo quiere que solo se hable de Pardo Bazán, lo que supone una didáctica parcial e interesada del pazo”. “Sin la referencia del franquismo, de lo que fue y representó la dictadura y, en particular, del propio pazo como símbolo y resultado del franquismo, se estaría dando una interpretación parcial y fraudulenta del pazo”, añade.

Al alcalde de Sada también le ha molestado, informa Europa Press, que el Gobierno gallego haya anunciado el documento “de manera unilateral, sin contar con las otras administraciones no con las asociaciones de la memoria histórica y democrática”. “Se debe un mínimo respeto por las otras administraciones y la propia sociedad civil”, dice. La involucración de estas en la restitución de Meirás fue, a todas luces, mayor que la del gabinete de Feijóo.