Poca política, escaso debate y certezas aun más escasas. La conselleira de Traballo, Beatriz Mato, acudió este martes al Parlamento para, a petición propia, comparecer sobre los “mecanismos de control” de “las ayudas destinadas a la formación”. La comparecencia, concebida para amortiguar la presión sobre el presidente de la Xunta a cuenta de la Operación Zeta arroja escasa luz sobre la presunta trama corrupta de falsos cursos de formación e incluso aporta más confusión sobre ella, toda vez que desde el Gobierno y el partido que lo sustenta, el PP, se ha llegado a afirmar durante el debate que el Ejecutivo está siendo investigado y también todo lo contrario, que no lo está.
El centro del argumentario de Mato estaba compuesto por dos mensajes: que fue el actual Gobierno el que aplicó un sistema eficaz de control de estos cursos, que ahora será incrementado con medidas como un nuevo manual de control o la justificación de asistencia mediante huella digital, y que también fue este Ejecutivo quien inició el proceso al elevar a la Fiscalía a finales de 2012 la investigación interna sobre cinco subvenciones a entidades de Gerardo Crespo. No obstante, el propio sumario acredita que las indigacións policiales y judiciales se remontan al otoño de 2011, la raíz de la denuncia de dos trabajadoras de CAYPE.
Y a partir de aquí, la confusión. “La investigación del juez [quien instruye el caso es una jueza] está llegando hasta el año 2000” y, por lo tanto, le reprochó a la oposición, “se está investigando también la gestión del bipartito”. Minutos después, la propia conselleira desde la misma tribuna afirmó que “estamos hablando de la investigación sobre un empresario” y “de un fraude que ronda los 20 millones” y alcanza a ayudas concedidas por diversas Administraciones del Estado. “Las investigadas son las empresas, no la Xunta”, proclamó en su turno el portavoz del PP, Miguel Tellado, quien especifica que “el juzgado de A Coruña no está investigando la adjudicación de los cursos”, sino su “justificación por parte de las empresas”. “Están investigando a su gobierno también, tienen una oportunidad de oro de decir lo que hacían ustedes”, retó en su contrarréplica la conselleira.
La oposición pide dimisiones y el PP, explicaciones a la oposición
En este oscuro clima la oposición en pleno, del Grupo Mixto al PSdeG, insiste en reclamar las explicaciones todavía no dadas por la conselleira y por el presidente, así como la asunción inmediata de responsabilidades políticas, comenzando por el cese de Beatriz Mato en su cargo. “No creo que tenga que ir a la cárcel, pero como responsable política tiene que dimitir”, resumió la socialista Marisol Soneira que, como sus homólogas del resto de grupos, insiste en que los conservadores deben comenzar por aclarar si, como refleja el sumario y como dice el presunto líder de la trama, la red corrupta financió irregularmente al PP de A Coruña y si el empresario Pachi de Lucas la benefició a través de su amistad con Alberto Núñez Feijóo.
“Esto ya se les ha ido de las manos”, advierte desde el BNG Montse Prado, que ve al Gobierno instalado en la estrategia de la “mentira repetida cien veces” al insistir en que fue la Xunta del PP quien inició las indagaciones. El propio Bloque, recuerda, ya cuestionó al Gobierno en 2010 por este caso. “¿Qué ha estado haciendo desde entonces?”, se pregunta. En la misma línea, la vicepoertavoz de AGE, Yolanda Díaz, ve imprescindible que sean “aclaradas” cuestiones “gravísimas” como la “financiación presuntamente irregular del PP” o el papel en la red de personas “determinantes” en el partido del Gobierno, tales como José Manuel Romay Beccaría o el propio Feijóo. “Ahí fuera llueve y la corrupción es una forma de Gobierno”, ilustra, por lo que, “si tiene decencia”, Mato debería comenzar por asumir “responsabilidades” con su dimisión.
Todas estas peticiones de explicaciones fueron replicadas con dureza por Tellado. El que fuera jefe de gabinete de la propia Consellería de Traballo entre 2009 y 2011 no ahorra calificativos para lo que considera el “teatrillo de la oposición entregada a la demagogia” y a la búsqueda de la “carnaza miserable”. Los grupos distintos del PP tienen una manera de proceder “torticera y mezquina”, buscando “en la mentira, en la miseria política y en la difamación” el “apoyo electoral que no les dan en las urnas”. Él, asegura, no va a contribuir a convertir la política gallega en un “lodazal” aunque, sin embargo, en el propio discurso presenta un PSOE “cercado por la corrupción”, acusa al BNG de beneficiar a “empresas amigas” desde la Xunta y aprovecha, además, para pedirle cuentas a AGE por los omnipresentes ERE de Andalucía.
En este confuso clima la conselleira Mato concluye que los grupos de la oposición practican una estrategia de “Salsa Rosa y Sálvame Deluxe” en este caso -es adecuado, ironizó la nacionalista Prado, “porque ahí hablan de bolsos, regalos y relaciones peligrosas”- y opta, no obstante, por no tocar cuestiones espinosas como “la financiación de los partidos” porque esa no es una “competencia del ejercicio del Gobierno de la Xunta -el propio Feijóo propuso medidas en la materia la pasada semana-”. “Quieren discutir si hemos dado o no tantos millones” pero “esta conselleira no da nada”, sino que “resuelve” las subvenciones mediante “concurrencia competitiva”. Ella, como la oposición, encha en falta que se den “explicaciones”, pero de la gestión del bipartito.