El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, dice que no se atreve a dar una opinión sobre los vientres de alquiler y la posibilidad de legalizarlos que su partido, el PP, ha puesto sobre la mesa porque no la tiene: “No tengo un juicio formado”. Después de que el caso de Ana Obregón haya devuelto el asunto al debate público y político, el sucesor de Feijóo en el Gobierno gallego ha optado por seguir el argumento, también dado por la formación a la que pertenece, de que es necesario un debate “razonado y sosegado”. “Y cuanto más alejado de la prensa rosa, mejor”, ha añadido.
Rueda ha dicho en su comparecencia tras la reunión semanal de su gabinete que lo que sí tiene claro es que no es partidario ni del “no, en ningún caso ni del sí, en todos los casos”. El debate, ha repetido, “no es sencillo” y la “prueba” son los cambios de opinión de su propio partido político, que votó en contra de legalizar los vientres de alquiler pero esta semana se ha abierto a legalizarlos si no hay “interés mercantil”. Hacia ese punto ha ido también el presidente gallego: “Hay una línea roja clara, que es lo que tiene que ver con la mercantilización”.
En medio del debate, la líder del BNG, Ana Pontón, ha anunciado que va a promover una declaración institucional del Parlamento de Galicia para posicionarse en contra de los vientres de alquiler y va a pedir al PP su voto. También ha reclamado conocer la postura del presidente de la Xunta al respecto. Rueda, en respuesta a preguntas de los periodistas, no la ha dejado clara y ha alegado que no tiene “todos los factores” y querría “escuchar” antes de llegar a una conclusión. De hecho, ha manifestado que se alegra de que algunos cargos de su partido insistan estos días en que es necesario un debate.