La Xunta contrató a KPMG el informe clave sobre la fusión de las cajas gallegas cuando la consultora llevaba 20 días elaborándolo
El 20 de enero de 2010 la entonces conselleira de Hacienda de la Xunta de Galicia, Marta Fernández Currás, presentó en nombre del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo un resumen de lo que, aseguró, era una “auditoría externa encargada por la Xunta de Galicia” a la consultora KPMG que “avalaba la solvencia de la fusión” de Caixanova y Caixa Galicia. Desde hace más de media década es conocido que, realmente, KPMG ni elaboró una auditoría ni avaló la fusión, como la propia consultora reiteró posteriormente en varias ocasiones. Ahora es posible afirmar, además, que cuando el Gobierno gallego aceptó las condiciones de ese informe y lo contrató formalmente, la consultora ya llevaba veinte días elaborándolo.
Media década, precisamente, es lo que llevaba esperando el actual viceportavoz de En Marea en el Parlamento de Galicia, Antón Sánchez, para que la Xunta le entregara varios documentos en el marco de la comisión de investigación sobre la fracasada fusión de las cajas, tales como la carta de encargo de la Consellería de Facenda a KPMG. Esto es, las tareas concretas que el Gobierno gallego contrató a la consultora. Ante la negativa a atender la petición por los canales parlamentarios Sánchez decidió acudir al Tribunal Superior de Justicia de Galicia y la Xunta ha decidido entregarle a través de la Cámara parte de los papeles por los que espera desde 2013.
Aunque la Xunta no ha aportado al diputado toda la documentación que había pedido sí le ha remitido una copia de la Memoria de la necesidad de contratación externa para la elaboración de sendas due diligences en las cajas de ahorro gallegas, esto es, el documento con el que el 29 de diciembre de 2009 la Consellería de Facenda dio su visto bueno a la contratación del informe de KPMG sobre la fusión por un importe de hasta 1,03 millones de euros. Esa documentación y sus anexos certifican que cuando la Xunta contrató el servicio, KPMG ya llevaba casi un mes trabajando en ello.
Según la documentación a la que ha tenido acceso Praza.gal, una semana antes de que la Xunta aprobara la mencionada memoria, el 22 de diciembre de 2009, KPMG escribió a la Consellería para plantear su “carta de encargo y propuesta de servicios profesionales” en el “diagnóstico preliminar de viabilidad de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova”. Esa carta vino a sustituir a otra datada en el 14 de diciembre y “abarca todo el trabajo realizado desde el día 3 de diciembre por KPMG”. La consultora especifica, al mismo tiempo, que el 9 de diciembre ya había realizado ante la Xunta una “presentación” sobre los trabajos a realizar.
Muestra de que en el momento del contrato el estudio ya estaba en marcha es que KPMG expone un “calendario” de un sólo día de duración para elaborar los informes sobre la fusión -estudios en todo caso “preliminares” que la consultora nunca denomina como “auditoría”-. Así el 22 de diciembre KPMG señaló por escrito a la Xunta que “creemos poder estar en situación de presentar un borrador avanzado del análisis de viabilidad de la fusión (....) el 23 de diciembre de 2009”. Es decir, al día siguiente.
Aquel mismo 22 de diciembre la Consellería de Facenda firmó las condiciones propuestas por KPMG y una semana después, el día 29, formalizó la memoria para dar soporte a la “necesidad” de esta contratación. En esa memoria, a la que también ha tenido acceso Praza.gal, la Xunta explica que la “posibilidad” de elaborar estos informes “preliminares” fue “comunicada y aceptada por los directores generales de las dos entidades el 2 de diciembre de 2009”.
Detalla además que KPMG fue la empresa elegida por la “inexistencia de otras entidades a las que poder encargar el trabajo” que no hubiesen tenido relación previa con las cajas, “ya que no cumplían el requisito de reconocimiento del Banco de España y carecían de experiencia en procesos de este tipo”. La memoria admite, adicionalmente, que el “encargo” fue realizado “con fecha 22 de diciembre de 2009”, veinte días después del inicio de los trabajos y lo enmarca en un contexto de “urgencia” e incluso “emergencia” que hizo imposible “la tramitación de un expediente de contratación al amparo” de la ley de contratos. Defiende de este modo la adjudicación directa del contrato de un millón de euros a KPMG, sin abrir un proceso en el que examinar otras ofertas.
Una vez examinada la documentación el diputado Antón Sánchez ve constatado que “dentro de este proceso chapucero, lo que hizo la Xunta fue actuar y después, intentar vestir el santo”. Más allá de confirmar que sigue adelante con el proceso judicial por no haber obtenido todos los papeles que pidió, Sánchez considera refrendado que el Gobierno gallego ni siquiera decidió “qué aspectos se estudiaban” sobre la fusión, sino que “fue la propia consultora” la que lo hizo. En su memoria del 29 de diciembre de 2009, resalta, la Consellería “reproduce literalmente” los “aspectos a estudiar” propuestos siete días antes por KPMG, empresa contratada “sin tramitar un expediente al amparo de la ley de contratos del sector público” y “sin fiscalización previa”, critica.
Esta reclamación de documentación por parte de Sánchez tiene como telón de fondo a paralizada comisión de investigación sobre la fracasada fusión de las cajas, que lleva un año sin mover un solo papel. La intención con la que nació este órgano parlamentario era, inicialmente, averiguar lo sucedido en torno a la unión de las entidades que acabaron formando Novacaixagalicia, entidad inmediatamente después rescatada con 9.000 millones de dinero público de los que fueron recuperados apenas 1.000.