Cinco escapadas otoñales a una hora de Madrid: pueblos medievales, rutas por la naturaleza y un viaje gastronómico

El monasterio de San Lorenzo de El Escorial, uno de los destinos que recomendamos

Nerea Díaz Ochando

Madrid —
4 de octubre de 2024 07:12 h

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El otoño es la época perfecta para hacer pequeñas escapadas de fin de semana a esos destinos que, aunque están muy cerca, siempre has querido visitar pero nunca has encontrado el momento. Es una estación en la que convergen muchos factores: ofrece paisajes únicos debido a los cambios en la naturaleza, los árboles cambian de color y adquieren tonos rojizos, dorados y anaranjados que transforman el entorno, haciendo que lugares como parques naturales, montañas o campos se vean especialmente bonitos.

La temperatura, exceptuando los días de lluvia, también es idónea, permitiendo explorar ciudades, hacer senderismo o actividades al aire libre sin exponerse al calor o el frío más extremos. Además, es un momento de menor afluencia turística, por lo que es posible disfrutar de los destinos de manera más relajada y sin aglomeraciones, un punto a tener especialmente en cuenta cuando se visitan monumentos, museos u otros edificios de gran afluencia.

Ahora que ya tenemos la teoría, vamos a la práctica. Visitar uno de los pueblos amurallados mejor conservados de España, saborear lo mejor de la comida tradicional madrileña en una de las plazas medievales con más encanto de la región o hacer una ruta por uno de los entornos naturales más privilegiados de la zona son buenos planes en cualquier estación, pero si le sumamos todas las ventajas que nos da el otoño y añadimos el detalle de que todos estos destinos se pueden encontrar a tan solo una hora de Madrid, se convierten en planazos.

Es muy probable que cualquier madrileño haya pisado alguna vez El Escorial, Aranjuez o Chinchón, aunque sea en una excursión escolar, pero merece la pena volver y descubrir aquellos secretos que quedaron pendientes la última vez que fuiste o rememorar aquel dato curioso que te contaron en una visita guiada cuando tenías diez años. Son paradas obligatorias, tanto para quienes viven en Madrid y están buscando una escapada para desconectar del ajetreo de la ciudad, como como para aquellos que están de visita y quieren conocer algunos de los pueblos más bonitos que alberga la región.

¿Sabías que uno de los pueblos más bonitos de España se encuentra a menos de una hora de Madrid? ¿Y que puedes viajar a la época de Felipe II en transporte público? Si no te lo crees, sigue leyendo, porque en Hoy Se Sale hemos recopilado toda la información sobre cinco destinos en los alrededores de la capital donde podrás encontrar eso y mucho más. Las escapadas imprescindibles para este otoño. Estas son nuestras cinco propuestas: 

Patones de Arriba: un tesoro desconocido

A escasos 60 kilómetros de la capital, en pleno Valle del Jarama, se esconde un pequeño pueblo que ha permanecido prácticamente inadvertido durante siglos, aunque es uno de los más bonitos de España. Se encuentra en lo alto de un barranco y ha resistido intacto al paso del tiempo, aunque por mucho tiempo estuvo aislado del resto del mundo. Es difícil imaginar que a tan poca distancia de una gran ciudad como Madrid pueden quedar rincones tan únicos como este. Se trata de Patones de Arriba, una pequeña aldea que representa como ninguna la conocida como “arquitectura negra” de la región, con sus sinuosas calles y tejados de pizarra.

En las últimas décadas, la mayoría de sus vecinos se fueron a vivir a Patones de Abajo, una división creada en los años 40, que partió patones en dos partes, dejando lo que era el pueblo antiguo como un lugar dedicado al turismo. El pueblo se encuentra repleto de vestigios de la época prerromana. Uno de sus atractivos turísticos más conocidos es la presa del Pontón de la Oliva, al que le siguen las ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Oliva o el Canal de Cabarrús, además de sus bonitas calles empedradas.

Posiblemente es el destino de este listado menos conocido, aunque en los últimos años ha ganada mucha popularidad. Sin duda, es el lugar perfecto para pasar un fin de semana o hacer una escapada de un solo día, ya que se puede ver en pocas horas y goza de un entorno natural impresionante que también podrás aprovechar para pasear o hacer senderismo por el Barranco del Arroyo de Patones. Como en cualquier pueblo de la sierra madrileña, la gastronomía es uno de sus puntos fuertes. En esta época te recomendamos probar las migas, la sopa castellana y las carnes a la brasa, todas de espectáculo.

  • Cómo llegar: En coche, a través de la A-1. La ruta por carretera finaliza en Patones de Abajo, y desde ahí se puede subir a Patones de Arriba andando, ya que el acceso en coche está restringido, pero es posible aparcar y llegar caminando en un paseo de 20 minutos aproximadamente. En transporte público se tarda más de una hora, pero es posible llegar tomando la línea 197 en el intercambiador de Plaza de Castilla hacia Torrelaguna y allí coger el 197E hasta Patones de Abajo. Si optas por ir en coche, es recomendable llegar temprano, sobre todo los fines de semana, ya que el aparcamiento de Patones de Abajo se llena rápidamente.
  • Más información en la oficina de turismo de Patones

San Lorenzo de El Escorial: patrimonio y naturaleza

San Lorenzo de El Escorial es una de las grandes joyas que alberga la región. Ubicado en plena Cuenca del Guadarrama, es uno de los pueblos más famosos de la Comunidad de Madrid, lo que le convierte en un lugar increíblemente turístico. Por supuesto, el edificio más famoso de la villa es su monasterio, uno de los más impresionantes del mundo, de hecho, en 1984 fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad. Tanto su interior como sus alrededores se conservan prácticamente intactos, tal y como cuando lo mandó construir Felipe II, por lo que sobra decir que la visita es obligatoria.

Recomendamos llegar temprano y aprovechar para ver con detalle cada rincón del monasterio y el palacio, que rebosa arte e historia por los cuatro costados. La biblioteca, el claustro y los panteones son impresionantes. La visita puede demorarse hasta una mañana completa por la gran extensión del edificio, así que tómate tu tiempo para enterarte de todo. Para comer, puedes acercarte al centro del pueblo que está al lado del monasterio y disfrutar de cualquier menú del día a buen precio. Con la bajada de las temperaturas, los judiones de la granja y la sopa de cocido son dos platos que nunca faltan en ninguna carta. Por la tarde, después de reposar la comida, vuelta a las andadas para ver los jardines del monasterio, que parecen sacados de los Bridgerton.

No te puedes ir de San Lorenzo sin visitar el pueblo, que tiene un encanto muy especial. Si te gusta la aventura, te recomendamos hacer alguna de las numerosas rutas de senderismo que puedes encontrar en sus alrededores. La más famosa es la de la Silla de Felipe II, comienza justo detrás del monasterio, en un arco de piedra que marca la entrada al conocido como Bosque de la Herrería. Merece la pena contemplar al llegar arriba las vistas de esta parte de la Sierra de Madrid, con El Escorial al fondo y el monte Abantos encima. Subiendo unas escaleras se puede observar también la ciudad de Madrid, con sus características Cuatro Torres en el horizonte (no te olvides de llevar prismáticos).

  • Cómo llegar: En coche, por la A-6 en dirección A Coruña. Normalmente se tardan entre 45 minutos y una hora dependiendo del tráfico. En transporte público hay varias opciones. Por un lado, el tren, tomando la línea C-3 o C-8 en Atocha, Recoletos, Nuevos Ministerios o Chamartín hasta El Escorial, aunque la estación queda algo apartada del centro. La otro opción son los autobuses 661 o 664 desde el intercambiador de Moncloa. Salen con bastante frecuencia y la estación de autobuses está a tan solo siete minutos andando del centro.
  • Más información en la oficina de turismo de San Lorenzo de El Escorial

Buitrago de Lozoya: regreso al medievo

Madrid no tiene mar, ni playa, pero tiene algo parecido a una isla: Buitrago de Lozoya. Este pueblo se encuentra rodeado por el río Lozoya, algo que le hace completamente único. Además, cuenta con una de las murallas medievales mejor conservadas de España. Se ubica en la Sierra Norte de Madrid y su origen data de la Edad Media. Caminar por Buitrago es lo más parecido a un viaje al pasado, ya que no solo cuenta con un impresionante amurallado, si no que también tiene un impresionante castillo, puentes medievales y un alcázar. No tan antiguos, pero sí de obligada visita son la torre del reloj y su iglesia de Santa María del Castillo.

Este histórico municipio que se erige como una de las once Villas de Madrid, es el conjunto fortificado más singular y mejor conservado de la Comunidad de Madrid, declarado Monumento Nacional en 1931. Además, también es un lugar perfecto para practicar senderismo por la variedad de sendas que empiezan y terminan en el municipio. Las más famosas son las de Gariñas, la senda Ribera o la que va desde la Cañada Real Segoviana hasta Bustarviejo. Por supuesto, no puede faltar la buena cocina, que podrás encontrar en sus tabernas y restaurantes. Es el sitio perfecto para los amantes de la carne, ya que su plato estrella es el chuletón de la sierra. Tampoco se quedan atrás los judiones y el cochinillo al horno. Todo un espectáculo para los cinco sentidos.

  • Cómo llegar: En coche, tomando la A-1 en dirección Burgos. Se tarda una hora aproximadamente. Para llegar en transporte público, puedes coger el autobús 191 en el intercambiador de Plaza de Castilla hasta Buitrago de Lozoya y te dejará en el centro del pueblo. Pasan con bastante frecuencia, aunque el trayecto es un poco más largo que en coche.
  • Más información en la oficina de turismo de Buitrago de Lozoya

Chinchón: viaje por la gastronomía y la historia

Pocos lugares de la Comunidad de Madrid son tan reconocibles como la plaza Mayor de Chinchón. El blanco y verde de los edificios que la rodean son lo más icónico de este pueblo ubicado a tan solo 45 kilómetros de la capital en la conocida como comarca de Las Vegas. Es uno de los destinos más socorridos cuando los madrileños buscan salir de la ciudad por su cercanía con la ciudad, pero también por su increíble encanto.

Es otro pueblo de origen medieval, por lo que cada rincón rebosa historia. La plaza Mayor es su punto más emblemático y puede ser el lugar idóneo para comenzar una visita por el pueblo. Desde allí, se puede acceder a la Torre del Reloj, parte de una antigua iglesia parroquial del siglo XV, la cual fue restaurada en el siglo XIX tras la Guerra de Independencia. No tan conocido, pero esencial, es el Castillo de los Condes, una fortaleza renacentista del siglo XV que ofrece una vista panorámica del pueblo - el fondo perfecto para una foto de recuerdo -, al igual que cualquiera de sus miradores, repartidos alrededor de todo el pueblo.

Como dato curioso para los cinéfilos, Chinchón es una ciudad relacionada estrechamente con el cine, especialmente con el de Orson Welles, que rodó varias de sus películas aquí. También por Wes Anderson, que eligió este pueblo para grabar Asteroid City. La plaza Mayor no es únicamente un símbolo arquitectónico e histórico de la ciudad, también es un lugar conocido por la multitud de bares y restaurantes que se agolpan a su alrededor. Las rutas culturales están genial, pero las gastronómico tampoco deben quedarse atrás. La comida tradicional es su punto fuerte, entre la que destacan los asados de cabrito, los guisos caseros y el cordero. Por supuesto, no puedes irte de allí sin probar el chinchón, su bebida local.

  • Cómo llegar: En coche, tomando la A-3. Se tardan entre 45 minutos y una hora, dependiendo del tráfico. Si optas por el transporte público, la mejor opción es el autobús 337 con destino Chinchón desde el intercambiador de Conde de Casal. El autobús sale con bastante regularidad y te llevará directamente al pueblo de Chinchón, aunque el trayecto es algo más largo.
  • Más información en la oficina de turismo de Chinchón

Aranjuez: entre jardines y palacios

Para terminar este listado, no podía faltar Aranjuez. Quizás por su ubicación y facilidad para llegar en transporte es el menos novedoso, pero tiene algo que siempre hace volver a aquellos que lo visitan. Por supuesto, si todavía no has ido, después de leer estas líneas no podrás resistirte. La Real Villa de Aranjuez se sitúa en la zona sur de Madrid y destaca por sus jardines, monumentos y palacios. El más famosos es el Palacio Real, que fue la residencia de campo de los reyes durante siglos.

Al igual que el monasterio de El Escorial, fue Felipe II el que mandó construirlo. Está integrado en lo que se conoce como Paisaje Cultural de Aranjuez, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Recomendamos visitar tanto el interior como el exterior, que se encuentra repleto de fuentes, zonas ajardinadas y hasta algún que otro animal exótico como son los pavos reales. Dentro del Palacio Real, la Sala de los Espejos es una de las estancias más espectaculares y sorprendentes, aunque todas las habitaciones tienen algo especial.

El estanque de los Chinescos del Jardín del Príncipe, también es de obligada visita. Además, también hay otros monumentos que puedes visitar aprovechando la escapada como la Iglesia de Alpajes, la plaza de Parejas o la igleisa de San Antonio de Padua. Para completar la visita, una buena sesión gastronómica. Aranjuez no es únicamente famoso por su entorno palaciego, también es conocido por su huerta, en la que destacan las fresas y los espárragos, aunque el otoño no es su temporada. Sin embargo, puedes aprovechar para probar otras deliciosas propuestas culinarias como el faisán, la codorniz o el conejo al ajillo. El plan perfecto para hacer con amigos o en familia.

  • Cómo llegar: En coche, tomando la A-4 en dirección Córdoba. El trayecto es de tan solo 40 minutos. Si prefieres el transporte público, Aranjuez es el destino de este listado mejor comunicado. Se puede llegar en Cercanías con la línea C-3 desde Atocha, Chamartín, Sol o Nuevos Ministerios hasta la estación de Aranjuez, que se encuentra a unos 20 minutos andando del centro y el Palacio Real. Si lo prefieres, allí podrás tomar un autobús urbano para no caminar. También es posible llegar en autobús tomando la línea 423 desde Plaza Elíptica. Los autobuses salen con regularidad y hacen parada en el centro de Aranjuez, aunque pueden demorarse hasta una hora en llegar si hay mucho tráfico.
  • Más información en la oficina de turismo de Aranjuez
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