Los líderes de la UE constatan el “cansancio” de la ciudadanía por la pandemia y llaman a agilizar los tests rápidos y evitar los cierres de fronteras
Más coordinación. Más cooperación. Más tests, incluidos los rápidos de antígenos. Y que las fronteras no se cierren como en la primera ola. Son los principales asuntos abordados por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en una cumbre informal por videoconferencia de algo más de tres horas mantenida este jueves por la tarde.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha lamentado ante el resto de líderes de la UE que no se interviniera lo suficientemente rápido para controlar la pandemia, según fuentes consultadas por Bloomberg. Merkel añadió, según este medio, que habría que sacar lecciones de la situación actual y actuar más rápido.
“Hoy nos hemos reunido en un Consejo Europeo informal para avanzar en una estrategia común en la UE sobre test rápidos, una herramienta clave para combatir la pandemia, y la vacuna contra el COVID-19. En esta segunda ola es imprescindible que sigamos trabajando con unidad y coordinación”, ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Más de 210.000 personas han muerto en la UE a causa de la enfermedad y casi 6,5 millones se han infectado. Así mismo, la segunda ola está imponiendo nuevas restricciones para intentar detener la crisis. Alemania, la mayor economía de la UE, impondrá un cierre parcial de un mes a partir del lunes, mientras que Francia entrará en un cierre nacional a partir del viernes.
“Europa se encuentra actualmente en medio de la segunda ola y todos los Estados miembros se enfrentan a los mismos desafíos”, ha dicho el canciller austriaco, Sebastian Kurz: “Nuestro objetivo es una estrecha coordinación en la UE y sobre todo con nuestros países vecinos. Las fronteras en Europa deben permanecer abiertas”.
Un mensaje que también ha compartido el Gobierno alemán: “Para Alemania, como país en el centro de Europa, es importante que las fronteras permanezcan abiertas, que haya un ciclo económico en funcionamiento y que luchemos juntos contra la pandemia”.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha explicado: “Aunque cada país organiza su propio sistema de salud, debemos trabajar juntos donde podamos para hacer frente a la pandemia. Por ejemplo, en lo que respecta al intercambio de conocimientos, distribución de medicamentos y vacunas”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, según Politico, pidió a los líderes que no se comprometieran demasiado con las vacunas, y señaló que si bien las primeras vacunas podrían llegar a fin de año, se espera que la mayor parte llegue en abril. En la rueda de prensa, Von der Leyen ha pedido a los europeos “paciencia, disciplina y determinación de vivir con el miedo al virus y la privación de libertad. La situación durará, no es prudente levantar las medidas sin una vacuna, y hará falta un año para desplegarla”.
“Las medidas apuntan a comprender mejor la propagación del virus y la eficacia de la respuesta”, explica el Ejecutivo comunitario: “Aumentar los tests, reforzar el rastreo de contactos, mejorar los preparativos para las campañas de vacunación y mantener el acceso a suministros esenciales, preservar el transporte de mercancías en el mercado único y facilitar la seguridad de los viajes”. Y alerta la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Entiendo el cansancio de los ciudadanos, hay hartazgo. Pero no podemos bajar la guardia ante lo que viene. El momento es grave”.
“Los tests son una herramienta decisiva para frenar la propagación del coronavirus”, explica Bruselas: “Para promover una aproximación común y que las pruebas sean efectivas, la Comisión recomienda las pruebas rápidas de antígenos”.
La reunión de los líderes de la UE por videconferencia se ha producido horas después de que la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtiera que la economía estaba perdiendo impulso más rápido de lo esperado y que se está preparando para aplicar nuevas medidas de estímulo en diciembre en tanto que se prevé que las restricciones frenen la producción en el último trimestre del año.
El presidente francés, Emmanuel Macron, participó en la cumbre tras un segundo ataque terrorista y explicó, según Bloomberg, que su legislación contra el separatismo, que provocó una reacción de rechazo en los países musulmanes, en particular de Turquía, y precedió a los ataques había sido distorsionada deliberadamente por algunos medios.
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