El presidente de Bielorrusia acusa a “mafias” europeas de la crisis migratoria con Polonia
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha acusado este martes a “estructuras mafiosas” europeas de la actual crisis migratoria con Polonia. Allí se han concentrado varios miles de inmigrantes procedentes de Oriente Medio, que, según puede verse en las imágenes divulgadas por los medios locales, fueron acompañadas por las fuerzas de seguridad bielorrusas hasta la frontera polaca.
En una entrevista con un experto militar ruso, recogida por la agencia estatal Belta, Lukashenko ha acusado a esas “mafias” de organizar el tránsito con destino a Alemania y Francia. “Los ponen en aviones, que aterrizan aquí, los cogen, los llevan a la frontera, les ayudan a cruzar y allí ya los reciben los suyos: polacos, alemanes, ucranianos. Y todo a cambio de dinero”.
Según el presidente bielorruso, son esos “grupos criminales” los que han llevado a los refugiados, en su mayoría kurdos de Siria e Irak, hasta la frontera con Polonia. En las imágenes difundidas por los medios de comunicación bielorrusos se podían ver a las fuerzas de seguridad del país escoltando a una columna con varios miles de inmigrantes por una autopista.
Ante la escalada de tensión, la Unión Europea y la OTAN están empezando a tomar decisiones para intentar aplacar los “ataques híbridos” del Gobierno de Lukashenko, informa Andrés Gil. Según la Comisión Europea, el régimen bielorruso está llevando a cabo “una operación muy, muy inhumana, inaceptable y realmente ilegal”: “Se acercan a estos viajeros potenciales a través de canales aparentemente oficiales, consulados bielorrusos, embajadas bielorrusas, agencias de viajes y otros intermediarios que emiten, por ejemplo, visados, y les informan de que luego se organizará el transporte para que vayas a la frontera”.
Rusia, principal valedor internacional de Lukashenko, sin embargo, defiende que la raíz del problema es la política que los países de la OTAN y la Unión Europea han practicado en relación a Oriente Medio y el norte de África, y el intento de imponer su propia interpretación de los valores democráticos.
El régimen de Lukashenko, por su parte, ha acusado a la Unión Europea de tratar de desviar la atención de sus problemas arremetiendo contra ellos. El presidente ha asegurado que teme que las tensiones acaben en “provocaciones” por parte de Polonia, país al que ha acusado de utilizar tanques para impedir que los migrantes hacinados en la región de Grodno crucen la frontera.
El ministro de Exteriores de Bielorrusia ha denunciado la presencia de equipos militares polacos con armas de gran calibre, además de acusar a los guardias fronterizos polacos de disparar al aire y lanzar gas lacrimógeno. “No nos arrodillaremos ante nadie”, ha asegurado el ministro, que ha descartado que se estén planteando “atacar a Polonia”.
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