Nueva York coloca 45 remolques frigoríficos como morgues provisionales en la ciudad

Según informa The New York Times, ya son 1.218 las personas que han muerto por coronavirus en la ciudad más poblada de los EEUU. Es solo el principio, ya que más de 9.500 se encuentran hospitalizadas y se espera que la curva, lejos de aplanarse, siga ascendiendo y afectando a un mayor número de personas.

Esa es la razón por la que EEUU se está preparando para las consecuencias y el previsible colapso de diferentes maneras. Por ejemplo, movilizando al USNS Comfort y al USNS Mercy, dos enormes buques sanitarios de la Armada, para intentar aliviar la carga de los hospitales que en estos momentos atienden a los enfermos de coronavirus. Pero no son la única medida.

Como cuenta Bloomberg, la ciudad ha comprado 45 remolques refrigerados de camiones para cuando las morgues de los hospitales se vean abrumadas por la cantidad de muertos con coronavirus. Con ellos, además de la carpa improvisada en el mismo lugar que se utilizó durante los atentados del 11-S, la ciudad tendrá capacidad para albergar hasta 3.600 cuerpos.

Estos remolques ya se encuentran dispuestos por varias calles de Nueva York y, a juzgar por los testimonios, ya están siendo utilizados. Así se puede ver en un video publicado por Joseph Borelli, miembro del Consejo de la Ciudad para el Distrito 51: “Una escena triste en el Hospital de Brooklyn”, decía el político.

La insólita escena no pasa desapercibida, y mucho menos para quienes viven en las inmediaciones donde está dispuestas estas neveras. Es lo que se cuenta en la agencia de noticias ProPublica, donde han entrevistado a un ciudadano que vive cerca del Centro Médico Wyckoff Heights y, por tanto, próximo a un remolque.

“Pensé que posiblemente era uno de los muchos camiones de suministros médicos adicionales que necesitaba el hospital”, dijo a la agencia Marc Kozlow, un vecino de la zona. Posteriormente, vio a un médico “con un traje completo de protección” caminando junto a una enfermera y, según este, el doctor dijo que tenían “cuerpos” dentro del refrigerador.

No quedó ahí. Al día siguiente cuenta cómo prepararon una plataforma para poder sacar los cuerpos y meterlos en ataúdes. “Dejamos las ventanas abiertas y escuchamos el zumbido del refrigerador que funciona toda la noche. Es inquietante saber qué hay allí”, culmina Kozlow.