- Médicos Sin Fronteras lanza la campaña ‘Amigos de Malik’ para recaudar fondos y ampliar los tratamientos y la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo
Treinta años después de declararse oficialmente los primeros casos, por primera vez es posible cambiar el rumbo del sida
Médicos Sin Fronteras lanza la campaña ‘Amigos de Malik’ para recaudar fondos y ampliar los tratamientos y la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo
Entre 2009 y 2011 se han evitado 410.000 nuevas infecciones en niños gracias a la administración de antirretrovirales (ARV) a sus madres. Esta es la historia de algunas de esas mamás seropositivas y de sus hijos e hijas nacidos sin el virus
En los países pobres, cerca de la mitad de las mujeres embarazadas VIH-positivas no tienen acceso al mismo. Sin tratamiento, hasta un 40% de los bebés de madres VIH-positivas nacerán con el virus, y casi la mitad de ellos morirán antes de cumplir los 2 años de edad. Control pediátrico en el hospital de Tsholotsho.
En los países pobres, cerca de la mitad de las mujeres embarazadas VIH-positivas no tienen acceso al mismo. Sin tratamiento, hasta un 40% de los bebés de madres VIH-positivas nacerán con el virus, y casi la mitad de ellos morirán antes de cumplir los 2 años de edad. Control pediátrico en el hospital de Tsholotsho.
Zimbabue es uno de los países más afectados por la epidemia del VIH. Más de un millón de adultos padecen la enfermedad, hay alrededor de 200.000 niños infectados y cada año se suman 15.000 nuevos casos. Un niño recoge los tratamientos antirretrovirales.
Zimbabue es uno de los países más afectados por la epidemia del VIH. Más de un millón de adultos padecen la enfermedad, hay alrededor de 200.000 niños infectados y cada año se suman 15.000 nuevos casos. Un niño recoge los tratamientos antirretrovirales.
Durante el embarazo, el parto o la lactancia, las madres seropositivas pueden transmitir el virus a sus hijos en entre un 15 y un 45% de los casos. El tratamiento completo de para prevenir la transmisión cuesta aproximadamente 100 dólares. Prueba para comprobar si un recién nacido con seis semanas da positivo o negativo en el test del VIH.
Durante el embarazo, el parto o la lactancia, las madres seropositivas pueden transmitir el virus a sus hijos en entre un 15 y un 45% de los casos. El tratamiento completo de para prevenir la transmisión cuesta aproximadamente 100 dólares. Prueba para comprobar si un recién nacido con seis semanas da positivo o negativo en el test del VIH.
El tratamiento es sencillo y eficaz. Las mujeres que ya están recibiendo ARV antes del embarazo continúan con la terapia, mientras que aquellas cuyo estado VIH-positivo es detectado ya durante el embarazo comienzan a recibirla lo antes posible (idealmente, a partir de la 14ª semana de gestación). Una madre zimbabuensa en el momento de la lactancia.
El tratamiento es sencillo y eficaz. Las mujeres que ya están recibiendo ARV antes del embarazo continúan con la terapia, mientras que aquellas cuyo estado VIH-positivo es detectado ya durante el embarazo comienzan a recibirla lo antes posible (idealmente, a partir de la 14ª semana de gestación). Una madre zimbabuensa en el momento de la lactancia.
Los recién nacidos reciben tratamiento con nevirapina durante las seis semanas posteriores al parto hasta la realización de la prueba de VIH. Según los últimos estudios, estos programas de prevención han conseguido reducir la tasa de transmisión por esta vía a menos del 5%. Bebés pasan el primer control de VIH en el hospital del distrito de Tsholotsho.
Los recién nacidos reciben tratamiento con nevirapina durante las seis semanas posteriores al parto hasta la realización de la prueba de VIH. Según los últimos estudios, estos programas de prevención han conseguido reducir la tasa de transmisión por esta vía a menos del 5%. Bebés pasan el primer control de VIH en el hospital del distrito de Tsholotsho.
En diciembre, Surprise cumplirá un año. “Al verla soy tan feliz después de todo lo que sufrí durante el tiempo que estuve enferma. Nunca imaginé que podría tener un bebé. Estoy muy contenta de haber seguido el programa y haber protegido a mi hija del VIH. Estaba tan sorprendida que la llamé Surprise”, cuenta Sikhethekile, madre portadora del virus sobre su hija completamente sana.
En diciembre, Surprise cumplirá un año. “Al verla soy tan feliz después de todo lo que sufrí durante el tiempo que estuve enferma. Nunca imaginé que podría tener un bebé. Estoy muy contenta de haber seguido el programa y haber protegido a mi hija del VIH. Estaba tan sorprendida que la llamé Surprise”, cuenta Sikhethekile, madre portadora del virus sobre su hija completamente sana.
Sithandazile con su hija Casandra de 8 meses. “Es muy importante contar nuestra historia. Para nosotros fue todo un reto que nuestra hija naciera libre del VIH. Nació sin el virus y ahora es libre. Cuando sea mayor, tomará sus propias decisiones, pero nosotros le contaremos nuestra historia”.
Sithandazile con su hija Casandra de 8 meses. “Es muy importante contar nuestra historia. Para nosotros fue todo un reto que nuestra hija naciera libre del VIH. Nació sin el virus y ahora es libre. Cuando sea mayor, tomará sus propias decisiones, pero nosotros le contaremos nuestra historia”.
Los dos hijos de Precious nacieron negativos gracias a que ella siguió el programa prevención de la transmisión madre-hijo. “Caminaba dos horas para llegar al centro de salud y recoger los medicamentos. Cuando sabes que algo es bueno para ti y para tu familia, haces todo lo que está en tus manos para conseguirlo”.
Los dos hijos de Precious nacieron negativos gracias a que ella siguió el programa prevención de la transmisión madre-hijo. “Caminaba dos horas para llegar al centro de salud y recoger los medicamentos. Cuando sabes que algo es bueno para ti y para tu familia, haces todo lo que está en tus manos para conseguirlo”.
Samkelem supo que era seropositiva muy joven. “Me enfadé mucho porque ni siquiera tenía novio. Supe entonces que mis padres eran portadores del virus”. Hoy, gracias a los programas de prevención, ha tenido a su primer hijo, Proud, libre de VIH.
Samkelem supo que era seropositiva muy joven. “Me enfadé mucho porque ni siquiera tenía novio. Supe entonces que mis padres eran portadores del virus”. Hoy, gracias a los programas de prevención, ha tenido a su primer hijo, Proud, libre de VIH.
Treinta años después de declararse oficialmente los primeros casos, por primera vez es posible cambiar el rumbo de la pandemia. La posibilidad de una primera generación sin sida es ahora más real que nunca. Hijos de madres que han seguido el programa de prevención de Médicos Sin Fronteras en Tsholotsho.